Salta cuenta con cinco Parques Industriales, dos en el norte provincial, uno en la Puna, el otro en un punto neurálgico de circulación como General Güemes, y el último en la Capital. De ellos, solo el de Salta está funcionando casi en su totalidad y con empresas que generan valor agregado, mientras que Güemes aún se encuentra en camino de desarrollo pero a la espera de las obras anunciadas por el gobernador Gustavo Sáenz, y el ministro de Transporte Mario Meoni, para construir allí un Nodo Multimodal de carga y descarga de mercadería ferroviaria y un Puerto Seco.

Los otros tres parques fueron inaugurados por el ex gobernador Juan Manuel Urtubey, entre 2011 y 2015. En ese momento, el mandatario anunciaba un futuro prometedor para las localidades de Pichanal, General Mosconi y San Antonio de los Cobres, un crecimiento de la industria y el trabajo local de la mano de la inversión y el desarrollo que llegaría de empresas dispuestas a radicarse. Algo que no sucedió hasta el día de hoy.

De hecho, en Mosconi las pocas empresas que adquirieron terrenos desarrollan tareas de servicios; para que el Parque Industrial de Pichanal avance necesita obras básicas de energía eléctrica y agua, y el de San Antonio de Los Cobres será relocalizado por la cercanía a la ciudad y el riesgo de contaminación minera.

El primer parque fue ideado en 1978, en plena dictadura, y el lugar elegido fue Salta Capital, por su antigüedad y al encontrarse en la ciudad más poblada hoy es el más desarrollado, el interventor del Ente General de Parques y Aéreas Industriales y subsecretario de Industria de la provincia, Gustavo González, en diálogo con Salta/12 explicó que tiene un 99% de ocupación y que se está realizando una obra de desagües pluviales “y contención del río”, junto a un camino de ribera con una inversión de $15 millones.

Contó que se estudia la posibilidad de conseguir siete nuevos lotes y de esa manera poder incorporar a más interesados. El Parque cuenta con 500 hectáreas, de las cuales solo 138 están destinadas a la industria, “el resto es parte de un cerro y área ecológica”.

González, quien llegó a la intervención del Ente en 2019, meses antes de la partida de Urtubey, aseguró que la matriz productiva es muy variada “metalúrgicas, granos, porotos, es bastante diversificada la actividad de Salta, con mucho agregado de valor, pero no hay algo particular que lo destaque”.

Futuro promisorio

El otro polo con cierta vida es el de General Güemes, emplazado en un punto neurálgico de la provincia y la región, es paso obligado de salida a Bolivia y Paraguay, y además une el Corredor Bioceánico. Por allí pasan las rutas nacionales 34 y 9 y los ramales C14, C15, C12, y C13.

Ese Parque fue inaugurado en 1999 y cuenta con 200 hectáreas y servicios de agua, gas y luz, pero hasta aquí no consiguió un gran desarrollo industrial. Sin embargo, esa localidad espera con ansias las obras anunciadas por el Ministerio de Transporte de Nación para crear un Nodo Logístico Intermodal y un Puerto Seco que recibirá y acopiará productos de toda la región mejorando la logística y abaratando los costos de transporte.

Estará integrado por un depósito de contenedores, un estacionamiento para camiones, zonas de depósitos privados, sectores de servicios, una terminal ferroviaria, un área de administración y el puerto seco, que brindará servicios de aduana. Allí se invertirán casi $1.500 millones y para el intendente Sergio Salvatierra “será una oportunidad de industrialización” y de generar nuevos puestos de trabajo.

El subsecretario de industria sostuvo que el Parque está a un 85% de su capacidad, “pero estamos recibiendo muchas cartas de intención por lo que calculamos que en el primer trimestre del año que viene llegaremos al 100%”.

Debido al Nodo que se establecerá allí, la provincia está desarrollando nuevos lotes de 24 hectáreas cada uno para la zona minera, “son cuatro lotes que ya están reservados para actividades de procesamiento de litio”. A su vez, González destacó que otro de los incentivos para las empresas es que Güemes es una Zona Franca, “ellos pueden importar productos, que queden en esa zona sin pagar impuestos y nacionalizarlos el día que lo necesiten”.

Para seguir desarrollando ese centro industrial, la provincia ya pidió un Fondo no reembolsable a Nación (ANR) por $60 millones, “y otro para el de Salta por $50 millones”.

El senador departamental Carlos Rosso hizo llegar un pedido de informe desde la Cámara al Ministerio de la Producción para saber qué tareas se están desarrollando en ese Parque, cuántas empresas hay asentadas y si se privilegia el trabajo de los vecinos de Güemes.

El legislador subrayó que uno de los principales problemas es el de los catastros, “hay muchos terrenos que se vendieron pero que no se hizo nada, y vienen otras empresas a radicarse y se encuentran con que parte de lo que supuestamente compraron tiene otro titular”.

Rosso añadió que muchos de los emprendimientos asentados allí están vinculados al faenamiento de animales y elaboración de comestibles, como Sofía, que vende pollos, o La Francisca. Pero a su vez resaltó que otros, como una “tomatera” y varias cooperativas, fracasaron en el lugar.

También hay empresas instaladas, como Salta Petrol e YPF, “que procesan biocombustibles”, y un emprendimiento que construye casillas y contenedores “y una firma China que trabaja con la producción de metales”.

Pero subrayó que la minera Livent, que realiza el procesamiento de litio, no está dentro del predio, sino afuera, entre el Parque y la Central Eléctrica, a la vera de una acequia, “ese agua viene desde Campo Santo y la gente dice que en algunos momentos se tiran desechos”.

Un Parque Agroindustrial

En cuanto al Parque que se está creando en Rosario de la Frontera, el funcionario provincial indicó que estará apuntado principalmente a lo agroindustrial, “por la zonificación que tienen”. Allí se instalarán silos, fraccionadoras “y estamos viendo de armar una zona logística para los productos de paso”.

Su intendente, Gustavo Solís, acotó que allí ya tienen 14 carpetas de intención presentadas, muchas de ellas de productores citrícolas, agrícolas y ganaderos, por lo que esperan instalar un matadero en donde se pueda realizar el faenamiento y la elaboración de los cortes. 

Agregó que hay firmas vinculadas a las tecnologías “con ganas de instalarse”, debido entre otras cosas, a la extensión de la fibra óptica que anunció el ENACOM a mediados de año y que beneficiaría a esa localidad. Ese polo industrial, según Solís, podría ser inaugurado a mediados de 2021.

Lo que quedó de YPF

Inaugurado en 2011 por Urtubey, actualmente el Parque Industrial de Mosconi está asentado sobre 2 matrículas cedidas por la empresa YPF a la municipalidad local para fomentar la radicación de empresas. Años más tarde pasaron a manos de la provincia para crear el Parque Industrial.

Hasta la fecha solo se logró formalizar la radicación de 12 empresas, de las 38 que puede albergar, pero para el ingeniero en Recursos Naturales y Medio Ambiente, Luis Brito, el 90% están vinculadas a prestar servicios en la actividad hidrocarburífera, “no son industrias y no generan valor agregado”.

Brito es hijo de un ex trabajador de YPF, radicado en Mosconi, lleva adelante sus labores en ese Parque y asegura que falta mucha inversión “se necesita infraestructura básica”. Detalló que el sistema eléctrico es obsoleto y que el agua “es escasa o nula”, lo que impide a las firmas frutícolas y agrícolas “hacer enlatados, por ejemplo”.

Brito sostuvo que faltan incentivos claves, así como condiciones edilicias, de servicios básicos, como comunicaciones y conectividad “y, sobre todo, voluntad política para que se instalen las empresas”.

El interventor del Ente General de Parques y Aéreas Industriales indicó que se está trabajando en los registros catastrales “para darles la escritura a cada uno”, algo que estimó se culminará entre enero y febrero de 2021. “Estamos pensando en darle más infraestructura”, dijo González, y afirmó que para ello se incluyó en el presupuesto provincial el tendido de red eléctrica, de caminos internos, “más las obras de agua”.

Un parque vacío

A unos kilómetros de allí se encuentra el Parque Industrial de Pichanal. El 20 de abril de 2010 se sancionó la ley 7606, que establecía su creación, pero recién a mediados de 2014 fue inaugurado, y debido a la falta de acceso a servicios básicos, aún no hay emprendimientos en el lugar.

Son 40 hectáreas ubicadas en las afueras de la ciudad, sobre la ruta nacional 34 y a cuatro kilómetros del cruce con la ruta provincial número 5. El objetivo del Parque era posibilitar la instalación de empresas de la zona vinculadas con el mercado de los cereales y oleaginosas, productos forestales y cítricos, y ser nexo para las exportaciones con Bolivia.

González explicó que ese polo productivo se está reordenando y “proyectando un nuevo ingreso porque se lo comió la ruta y estamos avanzando con la subdivisión catastral para poder avanzar con la infraestructura de servicios que hoy no tiene ninguno”.

El funcionario reconoció que el lugar, pensado para acoger a 150 empresas, esta vacío, aunque tienen 10 cartas de intención a la espera de que se ejecuten las obras de luz, gas y agua.

La industria minera

González contó que el Parque de San Antonio de Los Cobres quedó emplazado muy cerca de la ciudad, por lo que desde el Ejecutivo se decidió no otorgar nuevos terrenos y dejar los pocos que estaban instalados allí para comenzar a desarrollar un Área Industrial Minera a 17 kilómetros de Olacapato, “para evitar la posible contaminación en la localidad”.

Esa nueva zona contará con 200 hectáreas, con posibilidad de contener unas 150 empresas “y todo estaría listo el año que viene para salir a vender”. En el antiguo espacio dedicado a la industria hay diez lotes en los cuales se radicaron solo cuatro empresas, “dos de servicios y otras dos que procesan minerales”.