La  desocupación afectó al 11,7 por ciento de las y los argentinos durante el tercer trimestre del año, lo que representó un incremento de dos puntos porcentuales respecto al 9,7 por ciento del mismo período de 2019, comunicó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) en su informe sobre el Mercado de Trabajo.

El nivel de desocupación se redujo con respecto al segundo trimestre, que fue 13,4 por ciento. Sin embargo, la cantidad de desocupados se mantuvo en 1,4 millones de personas; por lo que la mejora en el ratio se explica por un aumento de la población económicamente activa (es decir ocupada o buscando trabajo de manera activa), gran parte de la cual pudo ser absorbida por el mercado laboral. La tasa de empleo aumentó de 33,4 a 37,4 durante el mismo periodo. "Al igual que en el trimestre anterior, la cantidad de personas que no trabajó, pero buscó hacerlo, estuvo acotada en virtud de las restricciones a la circulación para algunas actividades durante el período de relevamiento", indicó el organismo.

El Gran Buenos Aires fue la región que mayor desocupación arrojó: 13,8 por ciento; seguido por la Pampeana (11,2 por ciento); el noroeste, con 8,6 por ciento; y el noreste, con 7,3 por ciento. En tanto en Cuyo y la Patagonia el nivel de desocupación se mantuvo debajo del 7 por ciento, con 7 y 6,5 respectivamente. Asimismo, Cuyo exhibió la mayor tasa de empleo del país (41,3 por ciento).

La población inactiva, que no tiene ni busca trabajo, continuó exhibiendo cambios en su composición como producto de la dinámica observada en el mercado de trabajo a raíz de la pandemia: los inactivos marginales (quienes no buscaron empleo, pero estaban disponibles para trabajar) alcanzaron el 3,3 por ciento en el tercer trimestre, mientras que en el mismo período del año anterior este grupo representaba el 0,7 por ciento. Durante el segundo trimestre, los inactivos marginales representaban el 4,6 por ciento del total de desocupados que no buscaban trabajo.

Si bien la tasa de empleo (proporción de personas ocupadas con relación a la población total) subió 4 puntos porcentuales con respecto al trimestre anterior, continuó mostrando una caída de 5,2 puntos porcentuales en la comparación interanual. Además, la mencionada recuperación de la población ocupada respecto del trimestre anterior fue mayor para los trabajadores por cuenta propia (que en el tercer trimestre representaron el 25 por ciento) y para los asalariados sin descuento jubilatorio; figuras que no suelen ser las favoritas para los y las trabajadoras por la permeabilidad que tienen a la flexibilización.  De hecho, se observó un importante aumento de los subocupados (quienes trabajan menos de 35 horas semanales y están dispuestos a trabajar más horas), cuya participación en el total de ocupados pasó de 11 a 15,2 por ciento entre el segundo y tercer trimestre del año. La recuperación fue mayor en los sectores que más cayeron en el segundo trimestre de 2020, destacándose los empleados de hoteles y restaurantes y construcción. Este último se encuentra entre las actividades de mayor reducción del empleo con respecto a 2019, junto con las empleadas de servicio doméstico. 

La proporción de personas que intervino en el mercado de trabajo (ocupadas o no) fue de 42,3 por ciento y la tasa de actividad de los varones fue de 64,5 por ciento; significativamente mayor a la de las mujeres, que se ubicó en 45,4 por ciento, brecha que se profundiza en el caso de las personas mayores a 29 años: llegó a 85,6 y 61,8 por ciento, respectivamente. La tasa de empleo fue de 79,1 por ciento para los varones de 30 a 64 años y de 55,4 por ciento para las mujeres de la misma edad. 

Dentro del universo de la población empleada, el 71,5 por ciento cuenta con trabajo asalariado y el 28 por ciento trabaja de manera independiente. Del total de los asalariados ocupados, el el 28,7 por ciento no cuenta con descuento jubilatorio como atributo del puesto de trabajo. 

De los desocupados, el Indec calculó una tasa de 13,1 por ciento para las mujeres y de 10,6 por ciento para los varones (tal como se mencionó anteriormente, el total fue de 11,7 por ciento) . Al desagregar por grupos de edad, el rango etario más afectado por la desocupación son las y los jóvenes de entre 14 a 29 años; y se profundiza aún más para las mujeres. El 23,1 por ciento de las mujeres de esa edad no consigue empleo, y el 19,8 por ciento de los varones tampoco. 

Por último, las ramas de actividad que participaron con mayor proporción de personas ocupadas fueron comercio (17,9 por ciento), industria manufacturera (11,8 por ciento) y servicios financieros, de alquiler y empresariales (10,4 por ciento).