Los maestros volvieron a armar la escuela itinerante frente al Congreso. Tras el nuevo paro nacional docente de 24 horas, el Gobierno otorgó a la Ctera la autorización para instalar la carpa, dos días después de mandar a reprimirlos cuando intentaban montarla, en el mismo lugar y con el mismo objetivo de reclamarle a la Casa Rosada que convoque a la paritaria nacional. La reinstalación de la protesta –más allá del permiso administrativo, que el gobierno porteño no tenía cómo negar– generó una nueva ofensiva de Cambiemos sobre los gremios, encabezada por el propio presidente Mauricio Macri, que ayer advirtió que “los docentes en lugar de cumplir las normas, las violan”. Tras su declaración, las segundas líneas de Cambiemos reforzaron el increíble discurso sobre que el domingo no hubo represión, sino que los policías se tuvieron que defender de un ataque de los docentes.

El conflicto lleva cinco semanas bajo esta lógica, en la que el Gobierno fue aumentando la confrontación con los sindicatos, mientras al mismo tiempo niega no sólo las razones del reclamo, sino incluso su existencia. En este sentido, la administración macrista sostiene que la mayoría de las provincias ya acordaron salarios (aunque los conflictos siguen en 18 distritos), que los paros no tienen adhesión (en simultáneo con el envío de policías a las escuelas para pedir listas de los que adhieren, con el pago de un plus a los que no hacen huelga y con descuentos sin contralor a los que sí). En esta línea, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal aseguró en su momento que había presentado cinco ofertas, “cada una mejor que la otra” (la mejora había sido de un punto porcentual) y ayer el ministro de Educación, Esteban Bullrich, sostuvo que se sentía “superado por una dirigencia” que “elige protestar contra algo” que hubiera merecido “una autocrítica o una reflexión interna del sindicalismo que quiere violar la ley”. 

“Están convencidos de que con el poder de los medios hegemónicos alcanza”, replicó ayer la titular de la Ctera, Sonia Alesso, a las declaraciones presidenciales. “Creo que subestiman no sólo la inteligencia de los maestros, sino la de toda la población, porque es de conocimiento público que el primero que no cumple con la ley es el Gobierno, al no llamar a la paritaria. Hay además un fallo de una jueza que le ordenó que cumpla en convocarla en un plazo de cinco días y que están desconociendo”.

La escuela itinerante estaba terminando de ser armada anoche y comenzará sus actividades esta tarde, a las 15, con una clase pública sobre el cumplimiento de la Ley de Financiamiento Educativo y la paritaria nacional, a cargo de abogados laboralistas. A partir de las 18.30, el guitarrista y compositor Juan Falú será una de las figuras de un recital, junto a Dolores Solá, Bruno Arias y Jorge Marziali. 

La idea del gremio es mantener la presencia con una agenda diaria de actividades artísticas y de difusión. Para el jueves preparan un debate sobre la represión a los docentes, con la proyección de un documental sobre el asesinato de Carlos Fuentealba, y el viernes van a tocar las orquestas juveniles, uno de los blancos de los ajustes macristas a la educación.  

El permiso otorgado por el Ministerio de Ambiente y Espacios Públicos de la ciudad tiene una semana de vigencia. Los dirigentes gremiales se preparan en cambio para un plan de lucha de largo plazo. “Este conflicto va a tener el tiempo de resolución que le lleve al Gobierno responsabilizarse por la educación. Lo que está en discusión es el modelo educativo: Cambiemos quiere volver a instalar el que rigió en los ‘90, el de un Estado nacional sin escuelas. Quiere legitimar la coexistencia de dos sistemas educativos: uno residual, la escuela pública, y otro para las elites dominantes, la educación mercantilizada”, apuntó Hugo Yasky, titular de la CTA y uno de los dirigentes que se acercaron a apoyar el armado de la escuela itinerante. 

En la plaza también se concentraron estudiantes, ya que el desalojo generó asambleas en los colegios secundarios y terciarios. “Repudiamos la represión a los maestros. A cualquier trabajador”, dijo Rosario, alumna de la Escuela Metropolitana de Arte, aludiendo a la represión a un piquete del sindicalismo de izquierda durante el paro de la CGT.

En cuanto al grado de acatamiento al paro, la Ctera habló de una “alta adhesión”, superior al 80 por ciento. El Sadop, que nuclea a los docentes privados, agregó que durante la jornada se hicieron movilizaciones en Córdoba, Rosario, La Pampa y Tucumán. También en Santa Fe y Neuquén, entre otras provincias, los maestros manifestaron su repudio a la represión con marchas y otras medidas de acción directa. En este marco, el Sadop remarcó que “el Gobierno debe dar el ejemplo y cumplir con la ley; por eso debe dialogar con los docentes en el ámbito que fijó el Congreso de la Nación: la paritaria federal”.