Una nueva variante de coronavirus fue identificada en Reino Unido y levantó las alertas en todo el mundo. El patógeno se propagó con velocidad y obligó a las autoridades británicas a imponer severas restricciones, al tiempo que buena parte de las naciones se vieron obligadas a suspender el vínculo con ese territorio. El gobierno argentino hizo lo propio y canceló los vuelos que unen Buenos Aires y Londres, pero a pesar de las precauciones la variante también llegó al país. Una vez detectada los equipos científicos se pusieron trabajan contrarreloj con el objetivo de poder reunir más información, pero --como es natural todavía-- hay muchos aspectos que, sencillamente, se desconocen. Al parecer, circula desde septiembre y es un 70 por ciento más contagiosa, aunque no se sabe si la enfermedad que genera es más grave o causa más muertes. La gran incógnita es determinar la utilidad de las vacunas en marcha. Uno de los referentes de la Sputnik V aseguró que es igual de eficaz con la nueva variante. Lo mismo dijeron desarrolladores de otras vacunas aunque aclararon que hay que prestar atención a los cambios en el SARS-CoV-2.

Lo que se sabe

Para empezar, ¿qué es una nueva variante del coronavirus? De la misma manera que los humanos cuentan con su ADN, el Sars CoV-2 tiene un material genético: el ARN. Es algo así como “un manual de instrucciones” que le indica al patógeno cómo replicarse y está conformado por 30 mil letras. En alguna ocasión, el virus cambia de letra, es decir, “muta”. Con claridad lo explica Daniela Hozbor, bioquímica e investigadora principal del Conicet en el Instituto de Biotecnología y Biología Molecular de La Plata: “La identidad del virus está dada por su material genético que, en este caso, es un ARN con un tamaño de 30 mil letras. Cuando se multiplica al interior de las células del huésped, se producen equivocaciones en la lectura de esas letras. Así es como surgen las mutaciones, que pueden producir cambios importantes o no necesariamente”. Después continúa: “Si las modificaciones le resultan beneficiosas al virus, luego le permiten seguir replicándose. Lo que ocurrió con esta variante es que acumularon muchas modificaciones que le resultaron benéficas para su ciclo viral”.

La diferencia con la variante de Sars CoV-2 anterior se halló en 29 mutaciones de las 30 mil letras que --como se apuntaba-- conforman el texto genético del virus y se concentran en la proteína S (Spike), que opera como puerta de entrada del patógeno a las células que ingresa e infecta. En esta línea, el nuevo virus es --al menos un poco-- distinto al antiguo. Esta variante, a priori, se transmitiría con un 70% más de velocidad --con lo cual se incrementaría la tasa de contagios-- y también se sabe que ya está circulando desde septiembre. De hecho, de los nuevos infectados reportados por el ministerio de Salud británico, el 62% fue contagiado con la nueva variante del Sars CoV-2. Con esa cifra, se volvió evidente cómo fue reemplazando paulatinamente a la anterior; no obstante, ello no implica que sea más infectiva.

Bajo esta premisa, en un documento confeccionado por la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), se destaca lo siguiente: “Modelos matemáticos, en los cuales no está ponderado el impacto de la falta de adherencia a las medidas de distanciamiento, sugieren que esta variante podría ser un 70% más transmisible que las variantes que circulaban anteriormente”. Y al respecto del posible incremento en la gravedad de las infecciones, postula: “La información disponible sobre la gravedad de las infecciones causadas por la nueva variante del virus es limitada. Hasta la fecha, no hay indicios de aumento de la gravedad de la infección en relación con la variante. Estos datos presentan como limitantes que la mayoría de los casos asociados a la misma se detectaron en personas menores de 60 años, que tienen menos probabilidades de desarrollar síntomas graves”.

Aun no se sabe si la enfermedad que ocasiona la variante reportada en Reino Unido es más grave o genera más muertes. Otras variantes no han generado una diferencia en este punto. Sin embargo, si se confirmara el hecho de ser más contagiosa ya sería suficiente problema porque uno de los grandes cuellos de botella durante la pandemia ha sido la disponibilidad de camas de terapia intensiva y la de recursos críticos como respiradores. Si hay más enfermos, las instalaciones e insumos --que son finitos-- comienzan a escasear.

¿Cómo suceden las mutaciones?

No es la primera mutación que ocurre; en contraposición a ello, son mucho más habituales de lo que se cree. De hecho, la cepa que originó todo en Wuhan (China) es diferente a la que circula en el presente. “Para estudiar las mutaciones lo que se suele hacer es un árbol genealógico. El objetivo es saber de dónde vino y hacia dónde está yendo. En el presente se analiza desde muchos puntos de vista cómo es que va cambiando el genoma del virus y sus implicancias. Todos los países realizan una vigilancia de ese estilo, Argentina no está exenta. Hay una iniciativa que se denomina Proyecto País liderado a nivel doméstico por la doctora Mariana Viegas”, cuenta Hozbor. Aunque en este caso no saben en dónde se originó, los equipos científicos pudieron afirmar --como ya se ha señalado-- que circula desde septiembre. Con lo cual, aunque suspender los vuelos provenientes desde Gran Bretaña es una decisión correcta, lo más probable es que la nueva variante del Sars CoV-2 ya se encuentre en varios países que tuvieron flujo migratorio con éste durante los últimos meses.

Según las hipótesis propuestas a la fecha, pudo haber surgido de pacientes con un sistema inmunológico debilitado, que hayan generado las condiciones adecuadas para que el patógeno se modificara. Por estos días, incluso, existe una variante que fue reportada en Sudáfrica y cuenta con características muy similares a la nueva de Reino Unido. De acuerdo a lo que han advertido desde la cartera sanitaria de la nación africana, es más contagiosa en individuos jóvenes y que desarrollan cuadros de la enfermedad más graves sin tener enfermedades preexistentes. ZweliMkhize, el titular de la cartera, informó que "una variante del virus SARS-COV-2, actualmente denominada Variante 501.V2, fue identificada por los científicos genómicos” de allí. Y lo que aún significa más: “Las pruebas que se recopilaron sugieren claramente que la segunda ola actual que estamos experimentando está siendo impulsada por esta nueva variante”, añadió.

¿Las vacunas funcionarán o serían menos eficaces?

Cuando el mundo respiraba por primera vez en este 2020, la noticia de la nueva variante parece complicarlo todo de nuevo. Las vacunas para el Sars CoV-2 ya están siendo aplicadas (EEUU, Reino Unido, China, Rusia) y en otros países ya están en camino; sin embargo, aún no se sabe con certeza si todas podrían servir para proteger a la población mundial de la variante emergente. Bajo esta premisa, Kirill Dmitriev, CEO del Russian Direct Investment Fund (RDIF), referente principal de la producción de la vacuna que llegará a Argentina, apuntó con rapidez de reflejos: "Según nuestra información, Sputnik V será tan eficaz contra la nueva variante de coronavirus que se encuentra en Europa como contra las cepas existentes". Y agregó: "Sputnik V ha demostrado su eficacia durante un período de tiempo a pesar de las mutaciones anteriores del virus".

Para Hozbor es momento de desplegar nuevas líneas de análisis y ensayos. “Al respecto de las vacunas, deberían enfrentar a esta nueva variante con los sueros de los individuos vacunados. De esta manera, los equipos científicos que llevan adelante las pruebas para las diferentes drogas podrían chequear qué capacidad neutralizante tienen. Todo está por verse”. Mientras tanto, los acontecimientos suceden tan rápido que toda afirmación corre el riesgo de volverse provisoria.

La llegada a la Argentina

Ante la situación planteada en Gran Bretaña por la nueva variante, el gobierno de Alberto Fernández reaccionó con rapidez en la misma línea que otros países y dispuso la cancelación de los vuelos que unen Londres con Buenos Aires. El último avión proveniente de la capital británica arribó a Ezeiza el lunes 21 de diciembre por la mañana y los pasajeros y la tripulación fueron recibidos con un estricto protocolo de seguridad.

Quienes llegaron a bordo del vuelo BA245 de British Airways no sólo debieron acreditar el test de PCR con resultado negativo y un seguro covid que se requiere para ingresar a la Argentina, sino que además deberán cumplir una cuarentena de 7 días.

Sin embargo, el coronavirus demostró que siempre se debe mantener la guardia alta. Además de remarcarle a la ciudadanía que es imperioso mantener el cuidado, el organismo creado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación para secuenciar el genoma el SARS-CoV-2 y estudiarlo implementó un sistema de vigilancia para detectar si en el territorio nacional están también presentes las variantes que van apareciendo en otros países del mundo. La del Reino Unido llegó a la Argentina con un viajer contagiado que vino del exterior.