Luego de la histórica decisión del Congreso de la Nación de aprobar la interrupción voluntaria del embarazo (IVE), integrantes de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito hablaron de los próximos pasos. Para garantizar el cumplimiento de la ley estarán atentas a que la reglamentación no restrinja derechos, controlarán el acceso a la IVE, la difundirán en los territorios más lejanos y darán las peleas que haya que dar en la justicia o en las calles. Confían en que una vez que “empiece a andar la ley”, se van a facilitar muchas cosas.
Horas después de un día inolvidable, la excitación y el agotamiento continúan. Las primeras impresiones del futuro que abre esta ley son auspiciosas y de alguna manera espontáneas, aunque hayan hablado y soñado con este presente hace años. Lo primero será que se reglamente la ley. “Vamos a ver. Hay que estar atentas y ser cuidadosas. No queremos que vía reglamentación haya más inconvenientes. Creemos que la ley es buena a pesar de que tiene la objeción de conciencia que es usada para obstruir el acceso; en lo medular coincide con lo que proponíamos desde la Campaña”, dijo a PáginaI12, Julia Martino, de cabildeo de la Campaña.
Atención, ese es estado que se viene. “Ya estábamos atentas incluso cuando pasó en Diputados el articulado con la objeción de conciencia porque nos parecía que podía ser un obstáculo. Se sumó ahora la preocupación sobre la palabra ‘integral’ de salud, que no es un invento nuestro, que es de la OMS, que implica que la causal salud integral es biopsicosocial: defender integralmente la salud, donde lo social tiene su peso, la salud no es una ausencia de enfermedad. Lo social en términos de salud integral, con todas las opresiones que nos atraviesan no es una razón menor que podemos borrar; vivir en precariedad, vivir violencia hacen a la salud integral y que no esté escrita puede ser un obstáculo”, apuntó Yanina Waldhorn, integrante de la Campaña de CABA, a este diario. Luego se verá, dicen, si tienen que estar alertas a más cuestiones. “Aprendimos de las uruguayas, de las italianas, de las españolas, que han tenido dificultades incluso con la conquista, que es muy importante la reglamentación, que la objeción de conciencia se puede volver un obstáculo, incluso 30 años después de conquistada una ley, como está pasando en Italia”, agregó.
De todas formas, en relación a la eliminación de la palabra integral, que según la senadora Norma Durango, se había acordado para la aprobación del proyecto, la abogada Mónica Menini, de articulación de la Campaña, consideró que “la salud es integral no porque lo diga una ley argentina sino porque lo dicen los organismos internacionales. Aunque no esté la palabra integral, igual es integral. Es un concepto, no fue creado por nosotras, es un concepto de los organismos internacionales a los que Argentina ha adherido”. Por otro lado, Menini dijo que el hecho de que esta ley haya sido impulsada por un gobierno que tiene tres años por delante “es un pronóstico muy interesante porque logra tener una herramienta y todavía muchos años para poder implementarla”.
Para Menini, lo que sigue es llegar a todo el país con la ley, especialmente a los lugares más inhóspitos. “Esa es una enorme tarea que tenemos por delante. El movimiento feminista tiene un despliegue territorial importante, en todos lados hay alguien que milita y activa estos derechos sexuales, reproductivos y no reproductivas... tenemos que activar, organizar”.
Desde Tucumán, provincia tomada por los antiderechos, la abogada feminista de MujeresxMujeres y de la Campaña, Soledad Deza, dijo que “seguimos por el lado del control del acceso. Asegurar el acceso y acompañar a destrabar todos los obstáculos que se van a poner. Antes de eso esperamos la reglamentación, que es un paso muy necesario. Y por supuesto desde el derecho trataremos de minimizar los daños de la judicialización conservadora, que estuvo anunciada por Silvia Elías de Pérez y de encontrar jueces dispuestos a trastocar la realidad por fuera de la ley, ahí estaremos, dando la pelea que haya que dar”.
Julia Martino ve un papel importante de la Red de profesionales de salud de la Campaña: “Ya vienen trabajando garantizando los métodos anticonceptivos y el acceso a las ILE. Adquirieron una experiencia importante desde 2018 porque hubo un cambio de actitud de las mujeres y personas gestantes que ya no iban al centro de salud con esa vergüenza, esa cosa pesada, culposa, iban a pedir información, a reclamar las ILE”. Lo mismo que Las Socorristas, que fueron “importantísimas” en el descenso de las muertes maternas desde 2012: “han hecho muchos acompañamientos y sumaron un montón de argumentos para la legalización del aborto. Se notó en los discursos de ambas Cámaras. Es indudable que van a tener un papel importante para la implementación”. Para ella, una vez que la ley se implemente, decantarán las cosas. Se avanzará en la implementación de la educación sexual integral, tan alabada tardíamente por quienes votaron en contra del proyecto, y va a haber cambios de actitudes, por ejemplo, entre profesionales de la salud que garantizaban derechos “hasta ahí” por temor.
Si hay resistencias, a las que están acostumbradas, las enfrentarán. “No vamos a retroceder en conquistas ni en derechos”, dijo Waldhorn. De todas formas, los antiderechos tienen poco para hacer o por ganar. “No es posible judicializar decisiones políticas de un Congreso. No puede ser que cada vez que algo no les guste tengamos que discutirlo en la justicia, eso no es el sistema republicano. Obstaculizar no es democrático, es violencia”, señaló Menini. Y la Campaña también sabe enfrentar la violencia. Además, hoy tiene el respaldo de una sociedad distinta a la de ayer, mucho más justa, más igualitaria y con mayor justicia social.