El Centro Nacional de Investigaciones Nutricionales (CNIN), mediante un convenio con la Municipalidad de la ciudad de Salta, realizó un relevamiento en que se evaluó el estado nutricional de 253 niños, niñas y adolescentes hasta los 18 años, que concurren a 8 merenderos comunitarios. Un 39% presentó sobrepeso y obesidad, y esto aparece como el principal problema.

El estudio relevó datos sociodemográficos y nutricionales entre julio y agosto en merenderos de los barrios Solidaridad, Divino Niño, Santa Ana, Parque la Vega, Villa El Sol, San Antonio, Vélez Sarsfield y Siglo XXI. Fue desarrollado por siete nutricionistas y antropometristas.

Del total de la población evaluada, más de la mitad, el 53 %, presentó un estado nutricional normal. La malnutrición fue de un 39%, de esta cifra un 23% corresponde a chicos y chicas con sobrepeso, mientras que un 16 % presentó obesidad. El 8% presentó tiene bajo peso o desnutrición, estos últimos casos fueron señalados como situaciones leves.

El director del CNIN, Carlos Ubeira, explicó a Salta/12 que la cantidad de merenderos municipales que relevaron corresponde a los que estaban operativos en ese momento de julio y agosto de 2020; además, indicó que con 8 alcanzaba para tener información del estado nutricional. El principal problema encontrado "está vinculado con la malnutrición". El déficit es "cualitativo", y se debe a una alimentación donde "predominan las harinas en desmedro de las hortalizas, legumbres y carnes", señaló. 

Ubeira planteó que el costo de los alimentos integrales es lo que más ha aumentando en estos últimos años en el país. Por ello sugiere que se implementen huertas ya que una de las dificultades de los Estados es la provisión de alimentos frescos. Sostuvo que con la elevación del informe que realizaron hay un compromiso de "corrección" para estos problemas de malnutrición por parte del municipio. Además puntualizó en que los merenderos brindan una alimentación suplementaria, no la principal.

El CNIN recomendó que los programas de asistencia alimentaria estén acompañados de educación alimentaria y nutricional destinada a los beneficiarios y, en este caso, a los encargados de los merenderos. Además de la implementación de huertas, también sugieren granjas familiares para el aporte de nutrientes esenciales como proteínas de buena calidad, vitaminas, minerales y fibra. Otras recomendaciones apuntaron a la necesidad de promocionar estilos de vida saludable a través de actividad física regular y el seguimiento y monitoreo de los programas, para evaluar su impacto y realizar los ajustes pertinentes.

El director del CNIN explicó que el sobrepeso y la obesidad tienen impacto en la salud, en enfermedades no transmisibles como la diabetes y los accidentes vasculares.

El estudio indicó que hay una asociación entre la malnutrición por exceso y la pobreza: "se estima que la situación encontrada obedece a una alimentación de baja calidad nutricional, donde la cantidad de alimentos no es el factor determinante del estado nutricional, sino la calidad de la misma". Esta situación está dada por el elevado consumo de hidratos de carbono o azúcares, la baja calidad de las proteínas dietéticas, de vitaminas y minerales.

Ubeira afirmó que no se presentan diferencias respecto al período de pandemia y que este estudio arroja un resultado similar al de encuestas nacionales en 2005, 2009 y 2013, en que el mayor problema de la Argentina aparece "vinculado con la malnutrición cuyo impacto es el sobrepeso y la obesidad".

El CNIN capacitó a 14 docentes de educación física en antropometría para que recojan el estado nutricional de los chicos  y las chicas de forma periódica, "para ver el impacto de los programas y corregir".

Ubeira destacó que el CNIN busca generar conocimiento y transferirlo a la comunidad para instar al desarrollo de políticas públicas. Consideró imprescindible que este conocimiento quede en los gobiernos y que sirva para mejorar la calidad de vida de la gente.