El juez de Garantías de Gualeguay, Sebastián Elal, dictó hoy la prisión preventiva sin un plazo determinado a Sebastián Wagner por el secuestro, violación y asesinato de la joven Micaela García. Wagner confesó haber matado a la joven de 21 años e incriminó a Néstor Pavón, su jefe en el lavadero donde trabajaba, como coautor del crimen. Más allá de lo dicho por el principal imputado, por ahora no hay evidencias concluyentes de que en el hecho hayan participado dos personas. El director de Criminalística de la Policía de Entre Ríos, Ángel Iturria, confirmó que por el avanzado estado de descomposición en el que fue encontrado el cuerpo de Micaela no se pudieron tomar muestras de ADN que permitiría determinar cuántos la atacaron.

El juez Elal tomó una medida de carácter extraordinario, ya que no estableció un período determinado de tiempo para la prisión preventiva de Wagner, quien al momento del femicidio de Micaela estaba en libertad condicional tras haber sido condenado por dos violaciones. Así,  el imputado deberá permanecer detenido hasta que se llegue a la sentencia del caso en un juicio oral y público. El fiscal de la causa, Ignacio Telenta, le imputa a Wagner los delitos de "abuso sexual con acceso carnal y homicidio calificado por alevosía, por femicidio y criminis causa", que prevén prisión perpetua.

Además de los registros de las cámaras que lo muestran siguiendo a Micaela a la salida del boliche King de Gualeguay la madrugada en que desapareció, la única prueba física que vincula a Wagner con su asesinato los cabellos de la joven militante del Movimiento Evita encontrados en la bolsa de una aspiradora que se usó para limpiar su auto. Las pruebas de ADN hubieran permitido vincularlo de un modo aún más contundente y determinar también si alguien más intervino en el crimen.

"Cuando un cuerpo entra en estado de descomposición, como en este caso, también se descompone cualquier otro tejido que pueda ser útil para la determinación de ADN", explicó esta mañana Iturria sobre el motivo que impidió la toma de las muestras de material genético. El criminalista precisó también que esa circunstancia "no permitió tomar muestras de fluidos corporales, como semen, porque dado el tiempo transcurrido desde producida la agresión hasta que se encontró el cuerpo, las células del agresor y de su víctima se amalgaman y no sirven para la determinación de ADN".

El primer informe de la autopsia reveló que la joven murió estrangulada y que fue víctima de una agresión sexual, a raíz de hematomas que tenía en la cadera, la zona genital y la paragenital. Además, se constataron lesiones que revelan que Micaela se defendió de la agresión. En la autopsia se pudo determinar que fue asesinada el 1 de abril, es decir, el mismo día en que desapareció aunque hasta el momento no se pudo establecer el lugar concreto del crimen.

Iturria comentó que el cuerpo tenía restos de vegetación que están siendo analizados por biólogos "para ver si coinciden con la vegetación del lugar donde apareció el cadáver", y estimó que "lo más probable es que se hayan producido la violación y el asesinato dentro del coche y después se haya buscado un lugar para deshacerse del cuerpo".

Sobre la participación de más de un autor en el crimen, Iturria dijo que por el momento "científicamente no se pudo probar que hubo otra persona, ya que no hay otros indicios porque el auto fue prolijamente lavado en su interior". Reveló que lo que sí se encontró fue "una huella palmar en un aerosol que estaba en el interior del vehículo y se está analizando, pero aún no están los resultados". Iturria dijo que habrá que hacer muestras para comparar la huella "porque puede ser que corresponda al hijastro de Wagner, que fue el que lavó y aspiró el coche", un Renault 18 Break que Wagner le compró a Pavón, también detenido por el caso.