El papa Francisco pidió a las dirigencias políticas del mundo "buscar unidad frente a la crisis" y la "intención de hacer crecer al país" en un contexto en el que "los conflictos deben tomarse vacaciones". En declaraciones televisivas, el Papa renovó además su oposición al aborto, al que volvió a comparar con "contratar un sicario", al tiempo que calificó como "un escándalo" que personas se hayan ido de vacaciones en vuelos privados en medio de los confinamientos. 

"La clase dirigente tiene el derecho de tener puntos de vista distintos y de tener una lucha política; es un derecho, el derecho de imponer la propia política, pero en este tiempo se debe jugar para la unidad", convocó el Papa en una entrevista emitida por el Canal 5 de Italia. "Por ejemplo, la lucha política es una cosa noble, los partidos son instrumentos; lo que vale es la intención de hacer crecer al país", sostuvo Francisco en la entrevista, grabada el viernes en su residencia de Casa Santa Marta. 

Según el Papa, de frente a la emergencia de coronavirus, "si los políticos subrayan más los intereses personales que el interés común, arruinan las cosas". "En este momento la clase dirigente toda no tiene el derecho de decir yo; se debe decir nosotros y buscar unidad frente a la crisis. Pasada la crisis, que cada uno vuelva a decir yo, pero en este momento, un político, un dirigente, un obispo, un sacerdote, que no tiene la capacidad de decir nosotros, no está a la altura", planteó Francisco.

Consultado por el tema del aborto, el Papa reconoció que "no quería aterrizar en este tema". "Alguien dice que si hay algo que podamos hacer, la religión nos entenderá, pero el problema de la muerte no es un problema religioso, ojo, es un problema humano, prerreligioso, es un problema de ética humana; entonces las religiones lo siguen, pero es un problema que hasta un ateo debe resolver en su conciencia".

En ese marco, el pontífice renovó los argumentos que sostiene hace años sobre el aborto y reforzó su rechazo a la práctica. "Le hago dos preguntas a una persona que me hace pensar en este problema. ¿Tengo derecho a hacer esto? La respuesta científica: la tercera semana, casi la cuarta, están todos los órganos del nuevo ser humano en el útero de la madre, es una vida humana", se planteó el Papa.

"Hago esta pregunta: ¿Es correcto cancelar una vida humana para resolver un problema, cualquier problema? No, eso no es justo. ¿Está bien contratar a un sicario para resolver un problema? ¿Uno que mata la vida humana? Este es el problema del aborto científica y humanamente".

Agenda de viajes

Tras un 2020 marcado por la pandemia a nivel mundial, el papa empieza 2021 con una agenda cargada en el plano internacional que incluye la profundización de su acercamiento a China, la voluntad de viajar a destinos hasta ahora inéditos para el Vaticano y la posibilidad de avanzar en la transparencia financiera a los ojos de un mundo en el que aún resuenan los últimos escándalos financieros de la Santa Sede.

En 2018, después de más de medio siglo sin relaciones, el Vaticano y la República Popular China dieron en 2018 un paso fundamental para su acercamiento con la firma de un acuerdo provisorio por dos años, para designar de forma conjunta a los obispos en el país asiático. En octubre de 2020, luego de la satisfacción mutua por el acuerdo y tras haber nombrado dos obispos bajo el nuevo marco, Roma y Beijing decidieron renovar por un tiempo similar la colaboración, pese a las presiones del Gobierno de Estados Unidos, que llegó a poner en duda la "autoridad moral" de la Santa Sede por su acercamiento a China.

Según Francesco Sisci, analista de la Renmin University of China de Beijing, "China tiene ahora más confianza en el Vaticano, especialmente tras las críticas de Estados Unidos a la renovación del acuerdo en octubre de 2020, que fueron vistas por Beijing como un gesto de resistencia del Vaticano", planteó Sisci a Télam. "Beijing vio entonces que el Vaticano era confiable", sostuvo el analista, que en 2016 entrevistó al Papa para la agencia Asia Times, en el primer reportaje de un pontíficea un medio del gigante asiático.

El Papa seguirá pendiente de la evolución de la pandemia para tratar de visitar países en los que considera que su presencia puede ser de ayuda. La agenda incluye Irak y Sudán del Sur, y poner pie en Oceanía por primera vez. Si bien el Vaticano anunció a inicios de diciembre que el Papa visitará Irak del 5 al 8 de marzo, la crisis en el país árabe y la situación de la pandemia demoran la agenda de una visita que, a menos de dos meses su inicio, no tiene aún un programa definido.

A fines de diciembre, Francisco envió una carta al "pueblo de Sudán del Sur" firmada con el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y por el moderador de la Iglesia de Escocia, Martin Fair, en la que plantearon el deseo de visitar el país "a su debido tiempo". Desde el Vaticano indicaron a Télam que, dada la gran presencia del cristianismo no católico, como anglicanos y coptos, Francisco piensa en un viaje junto a Welby "con el mismo esquema de la visita ecuménica que en 2016 hizo a la isla de Lesbos con el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé.

El tercer destino sin precedentes para un Papa que permanece en los deseos de Francisco es el que sería su primer viaje a Oceanía, con una vista a Papúa Nueva Guinea como parte de una gira que incluirá también Indonesia y Timor Oriental, en el Sudeste Asiático. El viaje, que estaba en carpeta par septiembre de 2020 pero fue aplazado por la pandemia, supondría así la chance de que Francisco visite Indonesia, el país musulmán más poblado del mundo, en un marco en el que, en su última encícilica y a partir de la Declaración de Abu Dhabi de 2019, el Papa ha reforzado aún más el perfil interreligioso que tenía como arzobispo de Buenos Aires.