La Unidad Ministerial Rosario desplegó ayer en la ciudad hombres de las distintas fuerzas federales en procedimientos de control, con el propósito de hacer visible la tarea de la cartera nacional de Seguridad en estas calles. Patrullajes y retenes de vehículos en distintos puntos de la ciudad, como forma de dar cuenta de la sintonía entre Nación y Provincia a la hora de velar por la seguridad pública. Pero el trabajo de gendarmes, prefectos, policías y demás agentes federales transcurrió sin novedades ni sobresaltos, y muy lejos de la espectacularidad pretendió la misma cartera en 2014, cuando el secretario no era Sabina Frederic sino Sergio Berni, quien  llamó "un desembarco pacífico" al ingreso triunfal de caravanas de vehículos militares por bulevar Oroño y hacia las villas miseria.

Una docena de vehículos con ploteos varios, de distintas fuerzas federales, concentró en Ayacucho y 27 de Febrero y avanzó hacia el oeste destacando en el paisaje adormilado de Villa Banana. En simultáneo, la Policía de Seguridad Aeroportuaria apostó un control vehicular en inmediaciones del aeropuerto. Por otro lado, agentes de las cuatro fuerzas federales convergieron en Pichincha, en la estación Rosario Norte y la estatua de Alberto Olmedo, ajena a los aprontes de tantos uniformes prestos para recorrer la zona.

Gendarmes recorren la zona de barrio Pichincha. Foto: Sebastián Granata

"Se trata de una supervisión de tareas a las órdenes de la Unidad Ministerial creada en octubre pasado y que responde a instrucciones del presidente Alberto Fernández, de colaborar con los gobiernos provinciales en garantizar la seguridad pública", explicó Ezequiel María, portavoz de la cartera que conduce Frederic. "Se trata de los distintos tipos de controles preventivos que se realizan a diario por los barrios", agregó. Al caer la tarde, el dispositivo presentó un grupo nuevo de agentes: las Fuerzas de Respuesta Inmediata (FRI), de la Policía Federal. 

La delegación que el Ministerio de Seguridad instaló en Rosario fue la respuesta a la demanda habitual de refuerzos federales en territorio santafesino cada vez que la percepción de violencia urbana salta al primer plano. De manera oficial, se tiene que hay unos 3.000 agentes federales en la provincia de Santa Fe de manera permanente. 

"Lo más importante de esta Unidad quizás sea la articulación que empezó a consolidarse con el Poder Judicial en investigaciones de causas penales complejas, el asesoramiento de fuerzas federales a las autoridades locales sobre las complejas tramas de economías ilegales vigentes", expuso el vocero. 

Mientras tanto, los vecindarios visitados ayer recibieron con curiosidad y discreción el despliegue de vehículos y agentes por las calles de cada barrio. Hasta los perros detectores de estupefacientes entraron en acción, y alguna tanqueta de Gendarmería volvió a transitar la calle. Pero no hubo novedades, y tampoco había orden judicial alguna para proceder. 

La demostración coincidió en la jornada con una opinión formulada en la prensa por el jefe de la Unidad Regional II de Policía. El comisario Adrián Forni asumió que la percepción pública sobre la violencia urbana es grave, y lo contextualizó como "un fenómeno global que no atañe solo a Rosario". 

"Hay factores globales –dijo a Radio Dos– que hacen a este clima tan negativo pero en la ciudad hay un crecimiento demográfico despropocionado”, amplió y lo atribuyó a la “crisis económica y a los migrantes que llegan del interior del país para buscar una vida mejor”. 

María, desde la mirada del ministerio nacional, cifró expectativas en la articulación de los distintos niveles del Estado en seguridad. "El trabajo de análisis delictivo que se está realizando dará resultados este año y en adelante. Y en buena parte es gracias a la Unidad Ministerial, porque allí hay trabajo in situ todos los días, con cuadros técnicos que hacen el análisis necesario para ir a los estamentos más importantes de las economías delictivas", dijo.