La utilización de la capacidad instalada de la industria fue de 63,3 por ciento en noviembre. Se trata de un incremento de 2,6 puntos porcentuales respecto del 60,7 por ciento de igual mes de 2019. Así lo informó este miércoles el Indec. El documento agregó que la cifra se ubicó 3 puntos por encima de febrero pasado, antes de que se pusieran en marcha las medidas relacionadas con la pandemia de coronavirus.

En el Ministerio de Economía destacaron que el uso de la capacidad instalada marcó en noviembre pasado su mejor resultado de los dos últimos años. A su vez, el nivel de uso del 63,3 por ciento de maquinarias y equipos de noviembre también estuvo 1,5 puntos porcentual por encima del 61,8 por ciento registrado en octubre pasado.

La mejora en el nivel de actividad de los últimos meses estuvo potenciada a partir del levantamiento progresivo de las restricciones vinculadas a la pandemia de coronavirus, lo que determinó que en abril el nivel de uso de la capacidad instalada se ubicara apenas por encima del 40 por ciento.

Los bloques que registraron crecimiento en el uso de la capacidad instalada en noviembre fueron Minerales no metálicos (+9,0 puntos porcentuales), Automotriz (+8,2 puntos porcentuales.), Metalmecánica (+7,6), Alimentos y bebidas (+5,6) Caucho y plástico (+2,5) y Metálicas Básicas (+1,4).

Esta tendencia registrada por el Indec vinculada a la utilización de los establecimientos productivos se encuentra en línea con la recuperación de la actividad industrial en noviembre. Ese mes se registró la mayor expansión del sector desde febrero de 2018 y marcó un punto de inflexión. Analistas industriales aseguran que a partir de ahora el sector fabril empezará a recuperarse a tasas muy aceleradas.

Una muestra de ello es el dato que anticiparon las automotrices de diciembre, con una expansión del 107 por ciento interanual. Las terminales produjeron 30.172 vehículos, más del doble que los 14.524 de igual mes de 2019.

Otro dato interesante es que a noviembre, la industria ya empleaba 1500 operarios más de los que había en febrero, antes de la pandemia.

Esta consolidación del rebote de la producción manufacturera genera nuevos desafíos para el Gobierno vinculados principales con la administración de las reservas internacionales. En el equipo económico tomaron recientemente medidas claves para limitar las importaciones no esenciales y estimular la sustitución por productos locales que aumenten la integración de partes y piezas nacionales.

Entre estas medidas, además de limitar el acceso al tipo de cambio oficial para importar bienes suntuarios, se estableció un cupo para la importación de las automotrices (con el objetivo de promocionar la producción local de autopartes) y se desalentó la compra de bienes finales de electrodomésticos y electrónica de consumo.

En el informe del Indec se precisó que los bloques sectoriales que se ubicaron en niveles de utilización de la capacidad instalada superiores al promedio de la industria del 63,3 por ciento son los rubros de minerales no metálicos (80,1 por ciento), industrias metálicas básicas (75,0 por ciento), papel y cartón (71,5 por ciento), refinación del petróleo (69,7 por ciento), sustancias y productos químicos (68,7 por ciento) y productos alimenticios y bebidas (65,3 por ciento).

En contraste, los bloques sectoriales que se ubican debajo del nivel general son productos del tabaco (59,1 por ciento), productos de caucho y plástico (57,2 por ciento), edición e impresión (56,1 por ciento), metalmecánica excepto automotores (49,9), productos textiles (49,1% y la industria automotriz (46,9).