El conflicto entre el gobierno y los trabajadores tuvo en el paro del 6 de abril una de sus jornadas más duras. Mientras reprimía con gendarmería a los piquetes organizados por la izquierda en Panamericana, el presidente se reunía con grandes empresarios en el Foro Económico Mundial. “Qué bueno que estemos hoy trabajando”, declaró Macri, intentando minimizar el conflicto gremial, para agregar que “en los tiempos que vivimos siempre se comunica más el conflicto que el acuerdo”. Luego, llamó a trabajar “coordinadamente, diciéndonos la verdad” para que Argentina sea “el país que más va a crecer en los próximos 20 años”.

Pero el apego a la verdad del presidente no parece muy firme, ya que días antes indicó que “el paro costará más de 15 mil millones de pesos que podríamos aportar para seguir”. Sin aclarar “a quien” y “quienes” podrían “aportar” esos 15.000 millones ni “para seguir” hacia dónde, la cifra fue respaldada por un gráfico distribuido entre funcionarios y periodistas bajo el título de “el costo económico del paro”. La construcción del supuesto costo del paro es propio de la ciencia ficción, ya que al ser difundido antes del 6 de abril, implica que el presidente y su equipo podían anticipar el nivel de acatamiento de la medida y su impacto en cada sector de actividad. Una inverosímil capacidad de ver el futuro que sólo puede ser creíble si Nostradamus integrara los equipos de gobierno.

Por otro lado, el gráfico difundido tiene serios “errores técnicos”, ya que calcula el costo económico del paro a partir del “valor bruto de producción” (VBP) de los sectores económicos, en lugar de su “valor agregado” (VA). Ese “error” implica asumir que, por ejemplo, el obrero de una automotriz que adhirió a la medida, no sólo dejó de trabajar ese día (VA), sino que también destruyó todos los insumos y materiales de trabajo que hubiera utilizado (y forman parte del VBP). Como no se registraron denuncias de destrucción masiva de insumos en las industrias durante la jornada de paro, hay que considerar que se trata de un error que incrementa artificialmente un 69 por ciento su supuesto costo económico. Esa diferencia surge de aplicar el coeficiente entre VA y VBP, al costo difundido por el gobierno por sector de actividad. La cifra corregida del supuesto costo del paro (8735 millones de pesos) representa un 2 por ciento de las pérdidas de ingresos generadas por la baja del PIB en 2016 bajo el actual programa económico. 

Tan importante como el valor de la producción que generan los argentinos, es su distribución. De nada sirve para el pueblo generar 8735 millones de pesos de más o de menos, si la política económica le sacará de su bolsillo 80.000-100.000 millones de pesos por medio de la suba de tarifas o el BCRA le transfiere al sector financiero 163.000 millones de pesos por medio de las Lebac. Lograr consensos sociales en torno a la distribución del ingreso es parte de la tarea del gobierno y los costos de no hacerlo son parte de sus falencias. Por más que se busque descargar responsabilidades sobre mafias, sindicalistas y kirchneristas, el que gobierna es Mauricio Macri y el costo económico del paro, es su responsabilidad

@AndresAsiain