Con primarias o sin ellas, el Frente de Todos enfrentará en las elecciones legislativas de este año un plebiscito de su gestión de gobierno, atravesada por la pandemia de covid-19 y su impacto económico-social, agravado por el sobreendeudamiento externo que dejó el macrismo. El oficialismo buscará ampliar su base parlamentaria en la Cámara de Diputados, donde es primera minoría pero no tiene quórum propio: allí, el FdT arriesga 50 bancas propias, mientras que el bloque opositor de Juntos por el Cambio pone en juego los 60 escaños conseguidos en su mejor elección, la de 2017. En la Cámara de Senadores, el oficialismo intentará sostener la amplia mayoría que ostenta: su bloque del debe renovar 15 bancas, mientras que el interbloque de JpC 7. El recambio parlamentario modificará la mitad de la Cámara baja y un tercio de la Cámara alta, para la cual ocho provincias eligen representantes.

Diputados

El Frente de Todos (FdT) ha enfrentado en la Cámara baja las mayores dificultades a la hora de refrendar los proyectos del Gobierno y de su propio bloque. Con 119 diputados, el oficialismo ha tenido que construir el quórum (129 diputados) y la mayoría en negociaciones ley por ley, apelando a acuerdos entre un puñado de bloques opositores ante la posición obstruccionista que asumió Juntos por el Cambio.

El FdT pone en juego este año 50 bancas propias y mantiene otras 69 hasta 2023. El oficialismo tendrá un ojo puesto también en la performance que obtengan otras bancadas que aportaron al quórum y acompañaron gran parte de sus proyectos. Es el caso del interbloque de Unidad Federal para el Desarrollo, que conduce el mendocino José Luis Ramón, que debe renovar 4 de sus 6 bancas. Entre ellas la del propio Ramón; 2 de los 3 representantes del oficialismo misionero del Frente de la Concordia; y la del único representante del neuquino MPN.

Por su lado, Juntos por el Cambio (JxC) arriesga 60 bancas obtenidas en la mejor elección legislativa del interbloque macrista: 26 del PRO, 26 de la UCR, 7 de la CC y 1 del aliado FCyS de Catamarca. Mientras que conservará otras 55 hasta el 2023.

Otro espacio que pondrá en juego la mayoría de sus bancas es el Interbloque Federal: 7 de 11. Entre ellos, 2 del Bloque Justicialista, 3 de Córdoba Federal --alineado con el gobernador Juan Schiarett--i; 1 del lavagnista Consenso Federal y 1 de los dos socialistas santafesinos con monobloques propios.

También el Frente de Izquierda (FIT) arriesgará sus 2 únicas bancas.

La principal batalla estará dada en la Provincia de Buenos Aires, que elige 35 diputados. Allí el FdT aspira a sacar diferencia: pone en juego 16 bancas propias, frente a 14 de JxC. Otras 2 son del lavagnismo, las 2 del FIT y 1 del interbloque Federal para el Desarrollo.

En la Ciudad de Buenos Aires están puestas las mayores expectativas de JxC, donde la alianza opositora tiene que renovar 10 de las 13 bancas que se eligen. Las otras 3 son del FdT, que buscará aumentar su representación en CABA.

Tras ganar la gobernación en 2019, el FdT quiere revertir la representación parlamentaria de Santa Fe. Allí, JxC debe renovar 5 escaños; el FdT 3 y el Partido Socialista 1.

Córdoba ha sido una provincia esquiva para el FdT, aunque aspira a sumar bancas a la única que renueva. Juntos por el Cambio arriesga 5 propias y el oficialismo local de Córdoba Federal 3.

Mendoza y Entre Ríos eligen 5 diputados cada una. En la provincia cuyana gobernada por JxC, el oficialismo provincial pone en juego 3 bancas; el FdT 1, igual que Fuerza Protectora (que integra el Interbloque Federal para el Desarrollo). En la provincia mesopotámica, el FdT quiere revertir la ecuación: JxC tiene 3 bancas y la coalición peronista 2.

En Tucumán y Chaco, el FdT quiere romper la paridad. Tucumán renueva cuatro bancas, 2 del FdT, 1 de JxC y 1 de una ex aliada macrista. En Chaco, 2 pertenecen al FdT y 2 a JxC.

Una decena de provincias eligen 3 diputados. En La Pampa, San Luis, San Juan y Catamarca, el FdT aspira a renovar las dos que tiene y JxC la propia. Pero el oficialismo quiere sumar en Salta, Jujuy, Corrientes, Neuquén y Santa Cruz, donde solo tiene una, mientras que las otras dos se reparten entre JxC y partidos provinciales. En Misiones, dos de las bancas están en manos del oficialismo provincial del Frente de la Concordia y 1 de JxC.

La media docena de provincias restantes eligen solo 2 diputados. La Rioja, Formosa, Chubut, Río Negro y Tierra del Fuego reparten 1 para el FdT y 1 para JxC. Salvo en Santiago del Estero donde las 2 pertenecen al FdT.

Senadores

En la Cámara alta, el Frente de Todos quiere sostener su holgada mayoría con quórum propio, en una elección compleja que incluye ocho provincias y tres de ellas donde no gobierna. Pone en juego 15 de sus 41 bancas actuales, mientras que Juntos por el Cambio debe renovar solo 7 (3 el PRO y 4 la UCR) de sus 22, sin contar sus aliados provinciales en Salta, Neuquén y San Juan.

En el FdT consideran que retendrán las dos bancas por la mayoría en Tucumán, La Pampa y Catamarca, donde el Frente Cívico y Social aliado a JxC tiene la restante.

Lo mismo que en Santa Fe, donde quiere sostener las 2 bancas por la mayoría obtenidas por la lista que encabezó en 2015 el actual gobernador Omar Perotti en una tan elección compleja como la que se prevé este año. La banca por la minoría santafesina está en manos del justicialista Carlos Reutemann que funcionó como aliado del macrismo y JxC. Mientras que el Frente Progresista --que gobernó la provincia durante 12 años de la mano del socialismo-- buscará terciar en la disputa ya sin la sociedad con la UCR.

En Chubut, el FdT resignaría 1 de los 3 escaños que tiene: 2 por el FdT y 1 que llegó con partido provincial del fallecido ex gobernador Mario Das Neves y que se sumó a la bancada oficialista. Allí, JxC aspira a volver a tener 1 senador por la provincia.

En tanto, el FdT deberá pelear para mantener las dos bancas por Corrientes en competencia con el oficialismo provincial en manos de JxC. En Mendoza, la coalición de macristas y radicales quiere mantener los dos escaños de la provincia que gobierna y donde el FdT que tiene la restante promete dar pelea.

Más compleja será la disputa para el Frente de Todos en Córdoba, donde JxC tiene dos bancas por la mayoría. El ex cordobesista Carlos Caserio pone en juego el escaño del FdT. Mientras que el peronismo cordobés que conduce Schiaretti promete pujar por volver a tener un representante en la Cámara alta.