Las 50 entrevistas en profundidad a trabajadores de las apps Pedidos Ya y Rappi, en la Ciudad de Buenos Aires y en Santiago de Chile, además de una revisión de prensa y de los sitios web que estas aplicaciones ponen a disposición de sus “colaboradores”, confirman que, mientras las plataformas vieron crecer sus ganancias durante la pandemia en forma exponencial, les repartidores experimentaron un deterioro sustantivo de sus condiciones laborales. “La actividad se ha vuelto más peligrosa, menos lucrativa y menos autónoma”, describe la investigación “Repartidores de plataformas. Víctimas invisibles de la pandemia”, que realizaron Francisca Gutiérrez, doctora en Sociología de la Escuela de Altos Estudios Sociales (EHESS) de París, y Maurizio Atzeni, investigador del Centro de Estudios e Investigaciones Laborales (CEIL) del Conicet. “Esta situación no se explica simplemente por factores externos ligados a la coyuntura, como el peligro de contagio, el aumento de la violencia o la oferta de repartidores”, advierten les autores. “Las plataformas han sido responsables activas de la degradación del trabajo de les repartidores pues les han traspasado éstos y otros costos de la crisis, ya sea apelando a la ausencia de un vínculo de dependencia formal, ya sea ajustando el sistema de gestión y control de su actividad.”