La Unión de Trabajadores Municipales (UTM) evaluó como muy positiva la adhesión a la jornada de movilización y paro que se cumplió este lunes en reclamo del cumplimiento de varios pedidos formulados al Ejecutivo Municipal y que, según el gremio, fueron planteados en octubre de año pasado, sin respuesta hasta el momento.

En medio de la movilización que recorrió varias dependencias municipales y dejó sin suficiente personal de calle al área de Movilidad Ciudadana, el secretario general de la UTM, Pedro Serrudo, manifestó su anhelo de que la medida de fuerza “haga reflexionar a los funcionarios, que podamos juntarnos y resolver los problemas de fondo del empleado municipal”.

Insistió, como lo hizo desde las asambleas sectoriales y en la asamblea general que el jueves pasado decidió el paro, que “están en juego las fuentes de trabajo porque la Municipalidad terceriza tareas que pueden hacer los empleados municipales, que se quedan sin hacer nada porque tampoco se proveen herramientas, no se arreglan los móviles y se contratan jóvenes abogados y contadores, en acuerdos de pasantías y se limitan las tareas de los inspectores de obra, que ya no pueden aplicar multas”.

Al evitar cuantificar la adhesión al paro, Serrudo dijo que hasta ese momento no se había evaluado, pero manifestó que “ los pocos que están trabajando, están acá y si queda alguno, es porque no le interesa su puesto de trabajo”.

Respecto al carácter político que se le asignó al paro desde el Ejecutivo Municipal, dijo que “si la política del Ejecutivo es tercerizar el trabajo de los municipales y dejarlos sin hacer nada, entonces el paro es político”.

Nadie del Ejecutivo Municipal se pronunció oficialmente sobre el impacto y el grado de adhesión del paro de la UTM, pero dejaron entrever que la adhesión a la medida de fuerza no superó el 10%.

Sin contactos formales entre el gremio y la conducción política municipal y sin que, curiosamente, se haya dispuesto una conciliación desde la Secretaría de Trabajo, ante la que el paro fue comunicado en las primeras horas de la tarde del jueves pasado, el gremio inició un “impasse” por 48 horas.

En ese lapso esperan un gesto de la conducción política municipal y si no hay contacto o negociación, el jueves se hará una nueva asamblea general para tomar nuevas definiciones.

En la presentación efectuada ante el secretario de Trabajo, Pedro Batule, anunciando la medida de fuerza, la UTM explicó que el paro se dispuso por “falta de reconocimiento a quienes tienen 30 años de servicio, usufructo de las licencias 2017, 2018; pago de retroactivo de títulos, pago de 12 sueldos del personal jubilado, rechazo a las tercerizaciones (protección y respeto a la mano de obra municipal) y falta de provisión de indumentaria y elementos de trabajo en todas las áreas de la Municipalidad”.

También incluyó el “reconocimiento de adicionales previsto en el Convenio Colectivo de Trabajo, falta de asignación de tareas en varias áreas municipales, lo que constituye violencia laboral e ingreso de los hijos de los trabajadores jubilados o fallecidos en actividad”.