Alfa Centauri A, ubicada a 4,3 años luz nuestro, puede tener su propio planeta en una zona habitable, según informó un equipo internacional de astrónomos en la revista Nature Communications.

El estudio incorpora resultados de Near Earths in the Alpha Cen Region (NEAR), un proyecto de 3 millones de dólares liderado por el Observatorio Europeo Austral (ESO) y Breakthrough Watch, un programa que busca mundos potencialmente similares a la Tierra alrededor de estrellas cercanas.

NEAR busca planetas en las zonas habitables de Alpha Cen A y B utilizando el Very Large Telescope (VLT) de ESO en Chile. 

El equipo NEAR modificó el VLT con varias tecnologías nuevas, incluido un coronógrafo térmico, un instrumento diseñado para bloquear la luz de una estrella y permitir que se detecten las firmas de calor de los planetas en órbita.

El equipo observó el sistema Alpha Centauri durante casi 100 horas en el transcurso de un mes en 2019. Pudieron recolectar más de 5 millones de imágenes, equivalente a alrededor de 7 terabytes de datos, puestos a disposición del público.

Después de eliminar los llamados artefactos, señales falsas creadas por la instrumentación y la luz residual del coronógrafo, la imagen final reveló una fuente de luz designada como "C1" que podría insinuar la presencia de un candidato a exoplaneta dentro de la zona habitable.

"Hay una fuente puntual que se parece a lo que esperaríamos de un planeta, que no podemos explicar con ninguna de las correcciones de errores sistemáticas", dijo en un comunicado el autor principal del estudio, Kevin Wagner, miembro de Sagan en el Programa de Becas Hubble de la NASA en la Universidad de Arizona.

"No estamos en el nivel de confianza para decir que descubrimos un planeta alrededor de Alpha Centauri, pero hay una señal que podría ser eso con alguna verificación posterior", explicó. Las simulaciones de cómo se verían los planetas dentro de los datos sugieren que "C1" podría ser un planeta del tamaño de Neptuno a Saturno a una distancia de Alpha Centauri A que es similar a la distancia entre la Tierra y el Sol, dijo Wagner. 

Sin embargo, los autores afirman que sin una verificación posterior, todavía no se puede descartar la posibilidad de que C1 se deba a algún artefacto desconocido causado por el propio instrumento.