Alrededor de 500 personas marcharon en la localidad salteña de Colonia Santa Rosa para exigir la libertad de Yolanda Vargas, una mujer pobre, que maternaba sola y a quien detuvieron responsabilizándola por la muerte de su hijo de 4 años y la hija de 6 años tras un incendio en la precaria casilla de madera en que vivían. 

Familiares de la mujer señalan que la acusación contra Vargas es injusta. Contaron que la mujer había salido a comprar para comer el martes pasado, y dejó al niño y a la niña un momento en la precaria casilla en que vivían, ya que no podía llevarles porque llovía y las calles estaban inundadas. 

Cuando regresó, encontró su vivienda incendiada, los menores murieron calcinados. Ahora, la justicia la acusa de abandono, responsabilizandola por estas muertes y la detuvieron. También la acusan de haber ejercido violencia intrafamiliar. 

Según explicaron familiares de Vargas, esto último surgió tras una denuncia que realizó el exmarido quien la había abandonado hace 4 años a ella y a los hijos en común y aseguraron que no pagaba la cuota alimentaria ni ejercía las tareas de cuidado que corresponden al rol paterno. 

"Estamos realizando una marcha pacífica pidiendo que la liberen lo más pronto posible", expresó la tía de la mujer, Claudia Andrade. Según relató, Vargas había sido abandonada por su exmarido, cuando nació el niño, hace 4 años. 

"Ella trabajaba haciendo de todo, vendía pan, cosas dulces, hacía artesanías. Estaba en un merendero, donde trabajaba y alimentaba a sus hijos. Trabajaba también en las quintas (fincas rurales) como changuera, estaba totalmente sola", contó.  Sostuvo "no había ayuda" respecto al "cuidado de los chicos" ni pago de alimentos por parte del progenitor. "Ella no tenía quien los cuide cuando salía. Se veía obligada a salir con los dos chicos a cuestas a vender. Muchas veces se vio obligada a dejarlos porque estaban enfermos o llovía. No los abandonaba", explicó.

La fiscala penal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas de Orán, Claudia Carreras, imputó a Vargas "como autora del delito de abandono de persona seguido de muerte agravado por el vínculo en perjuicio de sus hijos de 6 y 4 años, quienes fallecieron tras un incendio de su vivienda".

El incendio ocurrió el 9 de febrero, en una casilla de madera y techo de chapas. El parte de prensa del Ministerio Público Fiscal sostiene que "de las tareas desplegadas, se pudo establecer que allí vivían la madre de los niños, su nueva pareja y los menores y que el padre de los niños había radicado denuncia en forma previa porque sus hijos eran objetos de malos tratos de parte de la madre y su pareja y que usualmente quedaban encerrados en el interior de la vivienda". Añadieron que "vecinos del lugar relataron en forma coincidente que los niños quedaban en forma constante, solos y encerrados y que habían escuchado disturbios y llantos en distintas oportunidades".

La hermana de Vargas, Lucrecia Monje, contó a Salta/12 que en una visita de la niña a su abuela materna, la pequeña le manifestó que la actual pareja de su mamá le había pegado. Por ello, Monje dijo que fueron a ver al progenitor de la nena, y aclaró que "él nunca se hizo cargo" antes del hijo y de la hija pero lo molestaron para que ayudara ante esta situación, en ese contexto habría surgido la denuncia. 

Monje enfatizó que la denuncia no fue contra la hermana sino contra la pareja que estaba con ella. Después de la demanda, ese vínculo de convivencia se disolvió porque la pareja se fue de la precaria casa. "Yolanda ha sufrido desde hace mucho. Que le echen la culpa no es justo", manifestó .

La hermana relató que Vargas había sido víctima de violencia de género con el padre de sus hijos. La tía sostuvo que no sabe si hubo maltratos físicos pero sí psicológicos.  "Ella disimulaba", afirmó Monje, quien indicó que Vargas habría denunciado esos maltratos y que también realizó la demanda por alimentos pero que no tuvo respuestas. En el tiempo que vivió con su exmarido, "mi hermana le cuidaba a los hijos de su anterior esposa, son 6", afirmó.

"Las mujeres no somos perfectas, creemos en los hombres, vuelven dicen perdóname, y una les cree", expresó Monje, para hacer referencia al ciclo de violencia que vivió su hermana con el exmarido. Vargas cuando se separó, no tenía una vivienda, "anduvo de casa en casa, alquilaba, le prestaban, estuvo un tiempo con la mamá, después la dejaron de casera en otro lado", relató Andrade. 

El referente del Polo Obrero, Omar Ramírez, sostuvo que una compañera de la organización y madre de quien era la última pareja de Vargas les prestó un lugar en un terreno para vivir. Hace 5 meses vivían juntos. Y al fondo en el mismo lote, vivía también el hermano de él con su pareja. 

Ramírez detalló que se entrevistó con estas personas, quienes le dijeron que veían al niño y a la niña cuando su mamá tenía que salir y desmintieron que hubiera violencia intrafamiliar. También precisó que habló con el hombre que había estado conviviendo con Vargas, quien después de la denuncia del ex marido se fue de la casa, y éste le aseguró que no ejerció violencia contra el niño ni la niña. 

"Más de 500 personas fueron a la marcha. Tuvimos un parlante, la gente se expresaba por lo que le está pasando ella. El miércoles vamos a hacer otra marcha a las 9 de la mañana hacia la policía", sostuvo Ramírez. 

 "(A Yolanda) la conocemos desde hace muchísimo tiempo, sabemos que es una madre muy luchadora. Hizo todo lo posible por sacar adelante a sus hijos", manifestó Ramírez.  Dijo que denuncian al Estado por haber permanecido ausente para esta madre, un Estado que ahora la criminaliza. También manifestó que ni siquiera le permitieron despedir a su hijo e hija en el velorio y el entierro porque la detuvieron. El referente dijo que Vargas estaba muy sola.

Ramírez indicó que se desconocen las causas del incendio, pero detalló que ese día llovía mucho, y que como en las casas vecinas, Vargas también tenía una conexión clandestina, precaria e insegura, de energía eléctrica. "Todavía no se sabe qué produjo el incendio pero pareciera ser que fue por un cortocircuito", sostuvo.

Asimismo, Monje, quien dijo que vive lejos de la hermana, en una quinta rural, expresó que llegó cuando se enteró de lo sucedido. "¡Si usted hubiera visto como estaba la calle!, había un barro que llegaba a los tobillos, llovió todo el día. Cómo iba a salir mi hermana así con mis sobrinos, los tuvo que dejar", expresó. Vargas le contó antes de que la detuvieran que "salió a comprar, dijo que los dejó viendo tele (al niño y a la niña)".

"Consideramos que ella era una mujer sin medios, sin recursos, sin la posibilidad de pagar una niñera o a alguien que la cuide. Una la ayudaba hasta donde podía porque todos estamos en la misma circunstancia, perdimos a mis sobrinos, ella está sola, sin contención. La llevaron directamente a la penitenciaria 9 de Orán porque en Colonia Santa Rosa no hay un lugar que pueda tener alojadas a las mujeres", afirmó la tía.

"Todo desde el comienzo es injusto. El juez se está basando en una persona que no conocía la realidad de los chicos. El padre estaba juntado con otra chica, cuando Yolanda le pedia ayuda, él le decía que no podía", añadió la tía de la joven. Las mujeres indicaron que Tarifa cuando hizo la denuncia no sabía ni la edad de sus hijos.