Como lo explica FIFA en su sitio, el Centro Internacional de Estudios del Deporte (CIES) es un organismo de estudios independiente situado en Neuchâtel, Suiza, fundado en 1995, que aporta al mundo del deporte investigación, enseñanza de calidad y servicios de asesoría para el desarrollo sostenible de la gestión deportiva. Como suele ocurrir al final de cada temporada o de cada año, el CIES elaboró un estudio enfocado en los futbolistas que sumaron minutos en partidos de liga durante el segundo semestre de 2020.

Uno de los ítems contemplados fue la presencia de jugadores formados en las divisiones inferiores que tuvieron participación en la Primera División. Para eso se tomó el siguiente parámetro: se consideró jugador surgido en el club a todo futbolista que haya registrado al menos tres temporadas entre sus 15 y 21 años de edad en la citada institución. Por el contexto de pandemia y la crisis económica y financiera que trajo aparejada, crecieron mucho los números en todas las ligas a partir de la necesidad imperiosa de sostenerse con jóvenes talentos de la cantera.

Y es en este punto donde sobresale Banfield, el equipo con el mejor porcentual: 76,1% de los minutos en cancha han sido ocupados por juveniles del club. El estudio muestra además una notoria diferencia entre el fútbol argentino y el resto de las ligas latinoamericanas. Nueve de los diez clubes que más jugadores autóctonos utilizaron son locales. Acompañan al conjunto dirigido por Javier Sanguinetti, Lanús, Rosario Central, Estudiantes, Vélez, Newell’s, Unión, Independiente y Racing. Mientras que Santiago Wanderers, de Chile, es el único foráneo en este “top ten”.

Partido de Reserva 2016/2017 en Estancia Chica contra Gimnasia. Aparecen Sosa (el primero arriba), Altamirano (el tercero arriba) y Carranza (el último arriba). Abajo, Coronel y Gómez (los primeros dos), Payero (el cuarto) y Quinteros (el quinto). 

Hilando más fino, y con un mérito mayor, en este listado hay sólo dos equipos que compitieron en la Fase Campeonato (o zona de ganadores) de la Copa Diego Maradona: Banfield e Independiente. Los otros siete terminaron la temporada compitiendo en la Fase Complementación y algunos, incluso, tuvieron que afrontar una doble competencia por su participación en certámenes internacionales como ocurrió con Racing en la Libertadores y con Lanús y Vélez en la Sudamericana.

Evidentemente, esta posibilidad significó un escenario más favorable para la llegada de jóvenes talentos a la Primera. A la vez, brindó más posibilidades de rodaje, con menos presión para los debutantes, el hecho de que no haya descensos en el plano local y que los puntos no sumaran para el promedio. Claro está que este elemento que favoreció las pruebas al por mayor conspiró contra la calidad y el entusiasmo que despertó la competencia.

Esta coyuntura resalta aún más el trabajo realizado por Banfield, que compitió de igual a igual con los más poderosos del fútbol argentino. Se impuso a River en su presentación, goleó a San Lorenzo y en la final empató con Boca en los 90 minutos (luego, los penales determinaron que el equipo conducido por Miguel Russo diera la vuelta olímpica). El conjunto del sur de la Provincia de Buenos Aires tuvo a 21 de sus 29 jugadores que integraron el plantel en el anterior certamen surgidos de las Inferiores, de los cuales ocho fueron titulares (todos menores de 25 años).

Para estirar esta racha positiva que mantiene la institución presidida por Lucía Barbuto, fue el club que más vendió en este acotado libro de pases: Jorge Rodríguez pasó a Estudiantes por 2.500.000 de dólares a cambio del 100% del pase; Agustín Fontana -que iba a quedar libre en junio y había sido desafectado del plantel- fue transferido a River por 1.750.000 de dólares por el 75% y Claudio Bravo llegó a la MLS por 1.500.000 de dólares por el 50%. Los tres jugadores incluso habían surgido desde el Fútbol Infantil del club.


Estos movimientos astutos en el mercado son los que permiten que la rueda siga girando y que el recambio se vaya fogueando para cuando se produzcan las ventas. Así lo explicó Hugo Donato, Coordinador del Fútbol Juvenil y técnico de la Reserva, en una entrevistada brindada recientemente a Página/12. Sus dichos se respaldan con hechos. Ante la partida del marcador lateral por izquierda Bravo al fútbol estadounidense subió al plantel Juan Rodríguez (hijo de Clemente Rodríguez, multicampeón con Boca). Por Fontana, fue promovido y ya tuvo su debut en Primera Ramiro Enrique (el hijo del famoso “Negro” Héctor Enrique). Mientras que Lautaro Ríos llegó para cubrir el hueco que dejó la partida de “Corcho” Rodríguez.

Además, registra otros jugadores en la plantilla sin haber debutado en Primera o con pocos partidos, como ocurre con Alexis Sosa (marcador central, tres partidos en primera), Matías González (mediocampista, no debutó), Juan Manuel Cruz (delantero, hijo de Julio, no debutó), Gregorio Tanco (marcador central, no debutó), Facundo Sanguinetti (arquero, sin lazo familiar con el DT, no debutó) y Franco Quinteros (lateral por izquierda, jugó de titular en el arranque del nuevo campeonato). Más allá de las salidas y el recambio, el debut fue auspicioso, con victoria 2-0 ante Racing. Queda claro entonces que su estructura de 2500 jugadores en Fútbol Infantil y Juvenil, apalancada en más de 100 empleados abocados a la formación de esos deportistas le está trayendo muy buenos resultados.

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