El Congreso sancionó la ley de promoción a la construcción, que incluye rebajas de impuestos y la posibilidad de blanquear dinero si se destina a la inversión de este sector. La ley fue aprobada en el Senado por 62 votos a favor y ninguno en contra, con amplio respaldo, tal como había ocurrido en la Cámara de Diputados. Los empresarios de la construcción consultados por PáginaI12 se mostraron “optimistas” con el impacto que tendrá la ley, y apuntan a que con el blanqueo vuelvan al sistema formal al menos 5000 millones de dólares.

“Todos los beneficios de la ley se van a aprovechar, porque el valor históricamente bajo del costo del metro cuadrado en dólares hace que sea muy tentador invertir, y si a eso se le suman los incentivos, todo el combo es oportuno”, aseguró a este diario Iván Szczech, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC).

La iniciativa de la ley surgió entre el sector empresario y sindical durante la pandemia, que se lo acercaron al Ministerio de Economía para intentar motorizar un sector generador de empleo, que desde el 2018 venía en caída. El objetivo es que con el blanqueo se repatrien fondos por 5000 millones de dólares. La cifra surge de calcular “el 2,5 por ciento de lo que se estima que está por fuera del circuito”, explicó Szczech. El Gobierno tiene la misma aspiración. “Vamos a tratar de maximizar todo lo que se pueda, pero en cualquier caso va a ser positivo”, agregó el titular de la CAC.

Para acceder a los beneficios, los inversores deberán invertir en la construcción de cualquier tipo de obra privada nueva, o avanzada hasta un 50 por ciento. La formalización implicará un impuesto especial por blanquear, del 5 por ciento durante los primeros 60 días de aprobada la ley, de un 10 por ciento el siguiente mes y luego un 20 por ciento el último mes. Los montos son menores a lo que se había planteado inicialmente, a pedido empresario.

“La gente que saque de su caja de seguridad los dólares y los traslade a la inversión, en un tiempo va a tener una rentabilidad importante”, anticipó Szczech. En diciembre, el costo de la construcción fue de 529 dólares por metro cuadrado, según Reporte Inmobiliario, un 9,2 por ciento más bajo que hace un año y un 55 por ciento menor al pico de 2017.

Damián Tabakman, presidente de la Cámara de Desarrolladores Urbanos (CEDU), se mostró optimista sobre la ley. “Sé que hay visiones pesimistas de Argentina, pero yo soy positivo, y creo que es un buen momento para invertir porque es barato, y porque las herramientas que da la ley son potentes, no sólo está el blanqueo, también las desgravaciones de impuestos distorsivos”, aseguró en diálogo con este diario.

Por el contrario, un empresario con una constructora con 600 empleados, que prefirió no ser mencionado, se mostró pesimista sobre la ley: “Nadie va a querer blanquear y quedar dentro del sistema, la construcción es fácil para ingresar dinero negro y luego vendés. Cada empresario sabe que esto no moverá la aguja”. Además, agregó que quienes decidan invertir, seguramente lo hagan en las grandes ciudades, como en CABA, y no en el interior, como aspira el Congreso. “Hacer inversiones con plata negra en las grandes ciudades es difícil, tenés a la AFIP atrás, en algunas provincias nadie controla mucho”, reveló.

Para Szczech, de la Cámara de la Construcción, “las acciones posteriores a la ley” serán clave para que funcione. Por ejemplo, dijo que se necesitará un “road show” para contadores para que vean los beneficios impositivos, como la rebaja en el impuesto a los bienes personales o diferir el pago de ganancias. Además, que en la reglamentación quede bien en claro la parte del blanqueo, para que “no haya trabas” con las aperturas de las cuentas. El sector pedirá que los fondos blanqueados en pesos puedan actualizarse en UVA, para no perder valor. Consideran que los fondos se destinarán sobre todo a los departamentos de pozo.