La Asociación del Fútbol Argentino inició conversaciones con el Gobierno nacional para habilitar el ingreso de público a los estadios. Instalado el tema en la agenda, en la provincia hay expectativas para un segundo semestre de año con hinchas en las tribunas en los partidos. Pero las primeras consideraciones no son para entusiasmarse. Es que se prevé ingreso limitado, no más de ocho mil espectadores y por tal el espectáculo será exclusivo para socios dispuestos a pagar por un abono  a platea.

"El fútbol, como toda actividad, necesita tener su protocolo y se está trabajando en eso", adelantó ayer Santiago Cafiero, jefe de Gabinete de la Nación. Y precisó: "La vuelta del público va a depender de la campaña de vacunación, de los protocolos a tener en cuenta y el descenso de contagios. Con estos tres elementos vamos a poder estar indicando cuándo se podrá volver. Pero todavía vamos a tener que esperar un poco más", agregó Cafiero.

Esta declaración aparece en respuesta al pedido de algunos clubes por volver a tener permiso de ingreso de hinchas para abril. Pero en verdad la expectativa concreta es que el público acceda a los estadios el segundo semestre del año, a partir de agosto.

Al respecto, en la provincia ya se dieron las primeras conversaciones informales. La policía, por caso, adelantó que no está dispuesta a organizar operativos con protocolo sanitario para partidos de más de ocho mil hinchas. Por lo cual Central y Newell’s tendrá habilitadas solo las plateas. Los canayas cuentan 12 mil butacas, los leprosos 14 mil. Pero con protocolo sanitario las ubicaciones, en el mejor de los casos, podrán quedar en siete mil plateas.

Este escenario traerá aparejado el aumento de los precios. Será necesario comprar un abono a platea, que tendrá un costo elevado debido a la escasa disponibilidad, por lo cual el gran público quedará afuera de las canchas, lo que anticipa un conflicto que aún los clubes no saben cómo se podrán abordar. “No sé si será una buena noticia el ingreso de público”, reconoció un colaborador de los clubes de la ciudad. Y si se tiene en cuenta que las barras seguramente van a reclamar por su lugar, aún menos socios podrán volver este año a ver un partido en la ciudad.