Familia de mujeres

Doscientas vacas, las pasturas del campo y el horizonte bonaerense. “Somos una familia de mujeres. Está mamá, yo y mis dos hermanas”, cuenta Consuelo, parte de El Abascay, una flamante quesería en la zona de Brandsen. “Antes el tambo lo manejaba mamá y la leche se la vendía toda a Danone. Pero un día ella se empezó a plantear hacer otra cosa, darle más valor agregado a su trabajo y dejar de depender del precio que la industria pone para la leche. Yo vivía en Buenos Aires y me volví para ayudar”, cuenta. Fue así que hace dos años, tras algunos cursos y sumando una esforzada inversión en tecnología y en una camioneta para repartos, estas mujeres comenzaron con un proyecto que no para de crecer. “Empezamos haciendo unos pocos quesos, luego algunos más, probando y equivocándonos. El año pasado iniciamos también el proceso de certificación orgánica, un cambio total en la forma de producir”, asegura Consuelo.

Hoy esta casa ofrece opciones desde un queso cremoso rico y suave al cada día más de moda halloumi (esos quesos típicos de las playas brasileñas, que al contacto con el fuego se ponen crocantes por fuera y blandos por dentro), además de un sbrinz madurado por cuatro a cinco meses, un gouda, un tybo, un sardo, uno saborizado al orégano y el campeche, de estilo campero en honor al tío de la familia.

Si bien la mayoría de los clientes son comercios (ferias orgánicas, restaurantes, delis y fiambrerías), hace dos meses El Abascay lanzó tienda on line para venta con entrega a domicilio y sin intermediarios. Por ahora, venden en exclusiva tres opciones de combo a precios convenientes, sumando huevos de gallinas libres de jaula (que son del gallinero de una de las hermanas) y miel de de colmenas propias. El box chico ($2350) incluye más de un kilo y medio de quesos, una docena de huevos y medio kilo de miel; el box Abascay ($3500) suma nueve variedades de queso además de miel; y en el box de campo grande ($4500) vienen cuatro kilos de queso cremoso, media horma de sardo y media de gouda, además de miel y 30 huevos, todo por $4500. Rico, orgánico y familiar.

El Abascay. Instagram: @elabascaybrandsen. Tienda on line: elabascay.com.ar

Foto: Pablo Mehanna

Recorriendo el país

La defensa del productor y del producto. Ese es, en palabras de Walter Eyaralar, el pilar sobre el que se apoya Sabores Federales, un proyecto creado junto a su pareja Gabriela durante la pandemia. “En realidad, lo venimos pensando desde hace unos diez años, recorriendo lugares y conociendo de cerca a los productores. Pero recién en la pandemia encontramos el tiempo libre necesario para llevarlo a cabo”. Hoy, Sabores Federales se presenta como una pequeña distribuidora con un porfolio privilegiado, incluyendo algunos de los mejores quesos del país, de leche de vaca, oveja y cabra, todos de pequeños productores, además de chacinados cordobeses, dulce de leche de vacas Jersey de Junín de los Andes o aceite de oliva de Coronel Dorrego, entre más productos. “Queremos llevar a las casas esos productos que vienen de distintas regiones de la Argentina, que muchos probaron alguna vez en una feria como Masticar o Caminos y Sabores, pero que luego no logran encontrar en el mercado”. A través del contacto por el perfil de Instagram, los clientes reciben cada mes una extensa lisa de precios y opciones por mail (con stock a confirmar), incluyendo productos fantásticos como el Caprice de Deux de La Boheme ($340 la horma de 150 gramos), el formaggio di fossa de Don Santiago ($1180/kg), el salame ahumado de Oncativo ($1600/kg), un reggianito de Tandil a $1000/kg, el cuartirolo de Juan Grande ($1700/kg) o incluso los muy famosos quesos que Mauricio Couly elabora en Neuquén (como el cottage, a $1750/kg). A esto se suman combos muy convenientes, como el “tandilero”, que trae más de 4 kilos de distintos quesos de esa región por $4100. Con carrito de compras instalado en el WhatsApp, los pedidos se entregan a través de Uber Flash u otra mensajería, a veces incluso en el mismo día del pedido. “Tenemos nuestro propio stock y algunos quesos los maduramos en nosotros mismos por varios meses extra en una heladera adaptada a ese fin”. Un paraíso quesero a tan solo un WhatsApp de distancia.

Instagram: @saboresfederales. Pedidos y tienda de WhatsApp on line: 11-2394-2184

Foto: Pablo Mehanna

Pescados, mariscos y más

“Nos cerraron el restaurante el 20 de marzo y ya el 21 de abril estábamos haciendo nuestra primera entrega a domicilio”, cuenta Marcello El, creador nada menos que de Buri Omakase -uno de los más interesantes lugares de sashimis y niguiris de Buenos Aires-, explicando así la apertura de Buri Almacén. “La idea era conseguir buenos proveedores de pescados y mariscos congelados, para poder distribuir en Buenos Aires. Pero pronto se sumaron otros productos increíbles de elaboradores amigos, como las carnes wagyu de Barcos & Sons, las pastas artesanales de L'Artisan, los frutos secos agroecológicos que produce mi papá en Mendoza, los chocolates de Rústico o los panes y croissants de masa madre de Malvón”, explica.

Desde entonces, cada semana Buri Almacén envía un listado de precios y stock a sus clientes, donde se listan productos como las colas de langostino crudas (congeladas individualmente, $920 el kilo), el filet de merluzón sin piel ni espinas ($500/kg), el filet de lenguado ($740/kg) o los mejillones al vacío ($530/kg), entre muchos otros. También hay carnes como el vacío (la pieza de unos 4,7 kilos cuesta $3251) y las hamburguesas wagyu ($880/kg), además de pastas como el raviolón de cordero al Malbec ($500 los 350 gramos) y varios etcéteras. A esto se suma la codiciada pesca fresca de anzuelo, realizada exclusivamente por pescadores artesanales, que según el momento puede ir desde el pez limón a la anchoa de banco, pasando por besugos o chernias. “Cuando los pescadores nos dicen que van a salir armamos lista de espera con los clientes, incluyendo muchos restaurantes. Luego cuando los pescadores vuelven al puerto, recién ahí confirmamos realmente qué stock hay y se asignan por orden de pedido. Esos pescados viajan la misma noche de Mar del Plata a Buenos Aires y se entregan al día siguiente enteros y sin tocarlos, tal como fueron sacados del mar”. Así, en una ciudad paradójicamente tan porteña, donde conseguir pescados y mariscos de calidad muchas veces se convierte en una tarea imposible, Buri Almacén es una gran noticia.

Buri Almacén. Instagram: @burialmacen. Pedidos por WhatsApp: 11-6584-8386.