El gigante se despereza y acaso sea otro de los milagros que Astor Piazzolla, en este caso su memoria, es capaz de producir en la música argentina. Este viernes, a casi un año de la suspensión de las actividades por la pandemia, el Teatro Colón reabre sus puertas al público, para celebrar el centenario del gran bandoneonista y compositor. La Orquesta Estable bajo la dirección de Luis Gorelik, con la participación del bandoneonista Juan José Mosalini, el guitarrista César Angeleri y el contrabajista Juan Pablo Navarro como solistas, tendrán a su cargo la apertura del ciclo de conciertos que se prolongará hasta el sábado 20. El programa incluirá obras de Piazzolla, Esteban Benzecry, Diego Schissi y Beatriz Lockhart. En la sala mayor con capacidad limitada según las normas sanitarias vigentes, tendrán lugar funciones con entrada paga y otras con entrada gratuita. En ambos casos las localidades estarán disponibles únicamente online, a través de www.teatrocolon.org.ar. Desde la misma web se podrán ver, gratis, los conciertos en vivo vía streaming. Comenzarán cada día a las 20, excepto los domingos, a las 17.

La Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, la Camerata Bariloche, el Quinteto Astor Piazzolla, la Orquesta Escuela de Tango Emilio Balcarce, Pedro Ignacio Calderón, Daniel Binelli, Horacio Lavandera, Amelita Baltar, Jairo, Susana Rinaldi, Gustavo Bergalli, Enrique Roizner, Luis Cerávolo, Chango Spasiuk, Horacio Malvicino, Juan Carlos Cirigliano, “Pepe” Colángelo, Rodolfo Mederos, Facundo Ramírez y Teresa Parodi, serán algunos de los nombres que darán forma a Piazzolla 100 años en el Teatro Colón. El ciclo cuenta con el apoyo de la Fundación Astor Piazzolla, SADAIC (Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música), AADI (Asociación Argentina de Intérpretes) y la curaduría artística de Daniel “Pipi” Piazzolla, líder del sexteto Escalandrum y nieto de Astor.

“Cuando pensé en este ciclo me interesó reeditar algunos ensambles emblemáticos de la historia de mi abuelo, en particular de aquel concierto del año ‘83”, asegura Pipi Piazzolla a Página/12. “Yo tuve la suerte estar ahí y lo recuerdo como algo excepcional. No puedo olvidar la alegría de Astor, que en el programa de mano del concierto me escribió: ‘Para Danielito, mi nietito. Nunca te olvides la noche en que tu abuelo triunfó’. Para mí fue inolvidable”, agrega el baterista.

Aquella noche del 10 de junio de 1983 Piazzolla tocó por primera vez en el Colón. La Orquesta Filarmónica, bajo la dirección de Pedro Ignacio Calderón y una reedición del Conjunto 9, interpretaron un programa íntegramente dedicado a la música de Piazzolla. La reconstrucción de aquel concierto tendrá lugar el viernes 12, con varios de los protagonistas de aquella noche. Será uno de los momentos emotivos del ciclo que, tras el comienzo el viernes 5 con la Orquesta Estable, continuará el sábado 6 con “Proyecto Piazzolla eléctrico”. Participarán Horacio Romo (bandoneón), Pablo Agri (violín), Luis Cerávolo (batería), Nicolás Guerschberg (piano), Matías Méndez (bajo) Esteban Sehinkman (teclados), Lucio Balduini (guitarra) y Marina Calzado Linage (percusión), además de la saxofonista Yamile Burich y las cantantes Paula Maffia y Amelita Baltar.

El domingo 7 actuará la Orquesta Escuela de Tango Emilio Balcarce, con la dirección de Víctor Lavallén y la participación especial de Susana Rinaldi. El martes 9 será el momento del Quinteto Astor Piazzolla y el miércoles 10 la Camerata Bariloche, con Horacio Lavandera y Néstor Marconi como solistas, interpretará Las cuatro estaciones porteñas. El jueves 11, el día preciso del centenario piazzolliano, el sexteto Escalandrum presentará algunos temas de su nuevo disco 100 y repasará otras de sus excursiones por la música de Astor, junto a Gustavo Bergalli, Chango Spasiuk, Raúl Lavié, Elena Roger y Jairo.

El sábado 13 actuarán el bandoneonista Daniel Binelli y el guitarrista César Angeleri y el domingo 14 Ignacio Varchauski al frente de la Orquesta Escuela de Tango Emilio Balcarce ofrecerá el concierto didáctico El estilo de Piazzolla del '46. “Piazzolla es la música del futuro. Su obra trazó su universalidad a partir de encontrar nuevas relaciones entre el tango, el jazz y la música clásica y creo que este ciclo lo refleja. Hace más de una año que venimos pensando y trabajando en función de esta idea, desde la Fundación Astor Piazzolla, con Carlos Villalba Horacio Sarria y un grupo de gente”, comenta Pipi Piazzolla. “La idea era abrir estas celebraciones a músicos internacionales, pero preferimos ser prudentes, porque todavía la pandemia limita muchos los movimientos”, cuenta.

El martes 16 comenzará el ciclo de conciertos gratuitos organizado en forma conjunta entre el Teatro Colón, SADAIC y AADI. Julio Pane y Leandro Pane, dúo de bandoneones; Walter Ríos en bandoneón y Jesús Hidalgo en guitarra y voz, y el Facundo Ramírez Cuarteto, con la participación especial de Teresa Parodi, serán los protagonistas del primer concierto de la serie, que continuará el miércoles 17 con Rodolfo Mederos el solo de bandoneón y el Quinteto La Grela.

El jueves 18 actuarán Pablo Agri (violín) y Horacio Romo (bandoneón), los quintetos de Juan Carlos Cirigliano y Horacio Malvicino. El viernes 19 será el momento del bandoneonista Néstor Marconi, el Trío Vainikoff-Tallarita-Gallardo y el Nicolás Ledesma Cuarteto, con la participación de las cantantes María Viviana Pisoni y Mavi Díaz. El sábado 20, el cierre del ciclo estará a cargo del dúo Carlos Buono-Aldo Saralegui, bandoneón y piano, el cuarteto de Pepe Colángelo y Susana Rinaldi junto al quinteto dirigido por Juan Carlos Cuacci.

“El legado que Piazzolla nos deja a todos los músicos es la manera de abordar la profesión, con pasión y convicción. Su ejemplo nos incentiva para no dejar de investigar y siempre buscar avanzar. Y sobre todo hacer que las influencias sirvan para crear cosas nuevas y no para copiar”, asegura Pipi. “No me gusta el papel del custodio exclusivo de su música. Creo que todos los músicos del planeta somos los custodios de una obra de una potencia extraordinaria”, agrega el baterista y concluye: “Ser su nieto nunca fue una carga sino más bien un orgullo, una motivación y sobre todo un desafío, que afronto con gran placer”.