Gustavo Arribas acumula reveses judiciales. A sus problemas por el espionaje ilegal en la Argentina se suman otros en Brasil. El ex jefe de la AFI intentó conseguir la condición de ciudadano naturalizado en el país vecino pero le fue denegada cuando todavía ocupaba el cargo en el gobierno de Mauricio Macri. Cumplía requisitos básicos para obtenerla – esposa e hija brasileñas y residencia por más de cuatro años – pero sus problemas con la Justicia le impidieron cumplir el trámite. Para esa época y cuando ya había sido investigado acá y allá en el marco del caso Lava Jato, realizó una transferencia de un millón y medio de dólares desde San Pablo a Miami para comprar un departamento en Buenos Aires. La triangulación de dudosa transparencia fue detectada en una investigación periodística que publicó el sitio https://agenciasportlight.com.br/">https://agenciasportlight.com.br. El ex Señor 5 había sido sobreseído de manera express por el juez Raúl Canicoba Corral, la Cámara de Casación y la Corte Suprema cuando lo denunció el operador de Odebrecht, Leonardo Meirelles. Pero dejó otras huellas que sobreviven a aquella imputación por haber cobrado 850 mil dólares en cuentas de Suiza.

Los dos hechos, la negativa a otorgarle la nacionalidad y la operación inmobiliaria, no se conocían hasta que los difundió el periodista e historiador brasileño Lucio de Castro. El 20 de diciembre de 2019, Arribas ya sabía que su amigo Mauricio Macri había perdido la reelección presidencial. Ese día se topó con el rechazo a su solicitud de ser naturalizado en el Diario Oficial de la Unión. El equivalente en la nación vecina a nuestro Boletín Oficial. El trámite llevaba el número 08505.014936 / 2019-67. El ex funcionario procesado por espionaje no cumplía con alguna disposición de la nueva Ley de Migración N° 13.445/17 para obtener el beneficio. Podría deducirse que es la que señala una “ausencia de acusación o condena en Brasil o en el extranjero por delito grave punible con confinamiento por más de un (1) año, considerado abstractamente” según la legislación brasileña.

De la investigación periodística se desprende que el ex exjefe de los espías cumplía con otros requisitos que exige el Ministerio de Justicia de Brasil. Pero no tendría limpia la foja judicial. El rechazo a su pedido todavía hoy se mantiene vigente, aunque aquel organismo del Estado no explicó porque tomó la decisión. De Castro escribió que “el intento de naturalizarse en otro país durante el ejercicio del cargo en AFI sería como si el director de la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN), aún en el puesto, pidiera la naturalización argentina. En medio de su tiempo en el trabajo. Y en un escenario de estrechas perspectivas electorales que ya eran totalmente adversas. Un movimiento audaz. O más probablemente, simplemente por miedo”.

El trabajo titulado “El espía que dejó huellas: documentos muestran los últimos pasos del ‘Señor 5’ de Macri en Brasil y cómo trató de salvarse” señala que si Arribas lograba su objetivo, no hubiera sido extraditado si se producía un eventual pedido de la Justicia argentina. Las sospechas que recaían sobre él por su participación en el Lava Jato – y de las que salió indemne en tiempo récord – no le impidieron hacer una operación financiera de considerable envergadura en ese momento.

La agencia Sportlight detalló que encontró un documento en la Junta Comercial de San Pablo que prueba una transferencia de Arribas por 1,5 millones de dólares. Con ese dinero, el exfuncionario compró un departamento en la Avenida del Libertador y Ugarteche del barrio de Palermo “dos meses después de ser citado por la Policía Federal (PF) de aquí por circulación ilícita de capitales a través de una empresa fachada” indica el medio brasileño.

La secuencia de la operación comenzó en la sucursal del Banco Nación de la avenida Paulista 2319 de San Pablo. La empresa Soccer Player Agenciamiento Esportivo LTDA de la que Arribas posee el 80 por ciento del capital depositó 6.400.000 reales. 1,5 millón de dólares al tipo de cambio del momento. Esa suma la transfirió a la sucursal 33139 de Miami Beach del Bank of América y la justificó con la compra del inmueble en Palermo.

En estas transacciones también aparece GHA Negocios, Participações e Administração de Bens como depositaria transitoria del dinero, otra de las empresas que Arribas tiene en Brasil. ¿Por qué razón depositó aquella suma en San Pablo para transferir a Miami y comprar finalmente una propiedad en Buenos Aires?

Porque el vendedor del departamento viviría en Estados Unidos. Página/12 chequeó aquí su nombre. Se trata de Ignacio Gerson, un empresario de 49 años que tendría domicilio en el estado de Florida. Su rastro se pierde en los bancos de datos comerciales de Argentina hace una década. Hasta 2011 aparecía en el directorio de la productora de películas Paranoid SA, en Interactive Argentina SRL, Parques Interactivos, Power Minds y en TU BI S.A – la última de la que se tienen datos - una compañía dedicada a la “compra, venta, cesión, transferencia a título oneroso, importación, exportación de derechos publicitarios, derechos de propiedad intelectual, derechos económicos de deportistas nacionales o extranjeros así como todo lo relativo a la indumentaria e imagen…”.

En esta empresa Gerson figuraba en el directorio junto a dos hombres que comparten el mismo segmento de negocios futbolísticos que Arribas. Los intermediarios Héctor Hugo Buitrago, ex arquero de Temperley y Sarmiento de Junín y Ricardo Jorge Cosentino, amigo del ex capitán de la Selección argentina campeona del mundo ’78 y expresidente de River, Daniel Passarella. Ambos fueron socios en el restaurante Champs Elysées de Recoleta.

Arribas, “el más vivo, el más desconfiado, el más acostumbrado a toda esta cosa de las trampas…” como lo definió su amigo Macri en el libro M de la periodista Laura Di Marco, sigue en problemas. Ya no se trata solamente de la prohibición para salir del país que le dictaron los jueces Juan Pablo Augé y Alejo Ramos Padilla. Le negaron en Brasil la posibilidad de ser ciudadano naturalizado y la compra del departamento de 1,5 millones de dólares en Buenos Aires podría volver a complicarlo. Cuando integraba el gobierno de Macri era el funcionario que declaró el mayor patrimonio.

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