Si es cierto que tanta importancia le da el gobierno macrista a lo simbólico –no en vano se empeña desde su asunción en destruir, cambiarle el nombre y/o capitalizar los símbolos creados durante las gestiones anteriores–, entonces no podrá pasarle inadvertida una serie de intervenciones que tuvieron lugar durante la semana y el fin de semana pasado. En una acción integrada entre el colectivo apartidario de artistas Fuerza Artística de Choque Comunicativo (F.A.C.C) y los medios Emergente y Revista Mu, el grupo de artistas realizó distintas performances en lugares emblemáticos del poder con una consigna clara y contundente: #EstoHueleMal.
La primera performance se llevó a cabo a principios de la semana pasada. En la madrugada del lunes, alrededor de treinta personas se hicieron presentes en el edificio del Ministerio de Cultura de la Nación, en la avenida Alvear del barrio de Recoleta. Vestían de una forma particular: en las cabezas, máscaras de cuervos; como vestimenta, trajes idénticos a los de los médicos que trataban la peste bubónica, la epidemia que causó mayores muertes en la historia universal. “Hay algo en esa mezcla que es claro: se anuncian pésimas noticias. Algo está enfermo. Algo se está pudriendo. Algo está muriendo”, publicó al día siguiente el periódico de lavaca, que afirmó que la intención fue alertar sobre un “problema turbio”: “El vaciamiento sistemático de esa institución pública”.
Pero no quedó ahí. El martes, los cuervos hicieron lo mismo en el Ministerio de Energía y Minería, el miércoles en la Nunciatura Apostólica y el jueves en el Palacio de Justicia. El viernes, en tanto, el grupo de artistas volvió a manifestarse mediante una acción poética pero esta vez doble y distinta: primero en la Avenida Córdoba y Juan B. Justo y luego en el símbolo más concreto del poder político, la Casa Rosada. La primera de esas performances redobló la apuesta en materia de teatralidad: sobre el puente ubicado en la intersección de las avenidas, una mujer vestida de jueza, un hombre con traje y banda presidencial y otro caracterizado de militar fueron escoltados nuevamente por cuervos que hacían sonidos estremecedores. Por debajo de ellos, dos decenas de artistas representaban al pueblo, descalzo y ciego, con los rostros cubiertos de talco. Cuando el sonido del tren irrumpió, estos últimos empezaron a chocarse contra los autos y a golpearse. En ese momento el trío poderoso descorchó un champagne y comenzó a tirar desde el puente tapas del diario Clarín.
Un rato después de eso, la banda de cuervos hizo la última parada del viernes y llegó a la sede del Poder Ejecutivo nacional. Los treinta cuervos de la peste se pararon de espaldas al edificio y con una mirada que penetró a los que pasaban por la Plaza de Mayo desplegaron un enorme cartel que, de nuevo, anunciaba el categórico #EstoHueleMal. Tanto en esta oportunidad como en Energía, el martes, la policía trató de sacarlos. Pero los artistas citaron derechos constitucionales, con lo cual no pudieron correrlos.
Al día siguiente, y en paralelo al timbreo nacional de los dirigentes de Cambiemos, los colectivos participantes –que piden ser identificados siempre en forma grupal y no por sus miembros– hicieron la más fuerte de las acciones, tanto en términos simbólicos como de despliegue. Acompañados por una caravana de alrededor de 150 personas, unieron en un recorrido las casas de cinco genocidas que cumplen en prisión domiciliaria sus condenas por multiples delitos de lesa humanidad: Néstor Horacio Falcón, Santiago Omar Riveros, Antonio Vañek, Rodolfo Emilio Feroglio y el ultimo presidente de facto de la dictadura cívico-militar, Reynaldo Bignone. La performance tuvo por nombre “Genocida suelto: el Estado es cómplice, ayer y hoy”, y fue la primera que fue convocada por redes sociales y no enteramente sorpresiva. La caravana se transmitió en vivo desde cuatro puntos de la cuidad. Entre casa y casa, los artistas leyeron información sobre el próximo genocida a visitar.
Desde el sábado hasta el cierre de esta edición, el colectivo de artistas y comunicadores que creó semejante lenguaje poético y artístico no habían hecho otra intervención. Sin embargo, consultados por este diario sobre la continuidad de las acciones, los artistas contestaron que “siempre puede haber más. Despues de todo, se viene diciembre”.
Las acciones de la Fuerza Artística de Choque Comunicativo
Advertencias en formato de performance
Bajo la consigna/hashtag #EstoHueleMal, el grupo realizó la semana pasada varias intervenciones en lugares emblemáticos del poder: del Ministerio de Cultura a la Casa Rosada, los activistas se mostraron con un vestuario impactante.

Este artículo fue publicado originalmente el día 16 de noviembre de 2016