Científicos chinos advirtieron que los veranos podrían abarcar casi seis meses en los próximos 80 años en el hemisferio norte si no aumentan los esfuerzos para mitigar el cambio climático. Según el nuevo estudio, publicado en el portal AGU (Advancing earth and space science), esta característica climática se convertiría en una "nueva normalidad" para 2100 si no se toman medidas efectivas.

Este posible escenario tendría impactos aún mayores en la agricultura, la salud humana y el medio ambiente, según los autores del estudio.

En la década de 1950 en el hemisferio norte, las cuatro estaciones se sucedían con un patrón predecible y bastante uniforme. Sin embargo, el cambio climático ahora está provocando cambios dramáticos e irregulares en la duración y las fechas de inicio de las estaciones. Estos podrían ser aún más extremos en el futuro.

"Los veranos son cada vez más largos y calurosos, mientras que los inviernos son más cortos y cálidos debido al calentamiento global", dijo Yuping Guan, oceanógrafo físico del State Key Laboratory of Tropical Oceanography, Instituto de Oceanología del Mar del Sur de China, Academia de Ciencias de China y autor principal del nuevo estudio publicado en la revista Geophysical Research Letters.

Evolución histórica

Los investigadores utilizaron datos climáticos históricos diarios de 1952 a 2011 para medir los cambios en la duración y el inicio de las cuatro estaciones en el hemisferio norte. Definieron el comienzo del verano como el inicio de temperaturas en el 25% más cálido durante ese período de tiempo, mientras que el invierno comenzó con temperaturas en el 25% más frío. 

A partir de ahí, el equipo utilizó modelos establecidos de cambio climático para predecir cómo cambiarán las estaciones en el futuro.

El nuevo estudio descubrió que, en promedio, el verano creció de 78 a 95 días entre 1952 y 2011, mientras que el invierno se redujo de 76 a 73 días. La primavera y el otoño también se contrajeron de 124 a 115 días y de 87 a 82 días, respectivamente. 

En consecuencia, la primavera y el verano comenzaron antes, mientras que el otoño y el invierno comenzaron más tarde. La región mediterránea y la meseta tibetana experimentaron los mayores cambios en sus ciclos estacionales.

Si estas tendencias continúan sin ningún esfuerzo por luchar contra el cambio climático, los investigadores predicen que para 2100, el invierno durará menos de dos meses, y las temporadas de transición de primavera y otoño también se reducirán aún más.

Impacto en el planeta

"Numerosos estudios ya han demostrado que los cambios de estación causan riesgos ambientales y de salud significativos", dijo Guan. Por ejemplo, las aves están cambiando sus patrones de migración y las plantas están emergiendo y floreciendo en diferentes momentos. Estos cambios fenológicos pueden crear desajustes entre los animales y sus fuentes de alimento, alterando las comunidades ecológicas.

Los cambios estacionales también pueden causar estragos en la agricultura, especialmente cuando los manantiales falsos o las tormentas de nieve tardías dañan las plantas. Y con temporadas de crecimiento más largas, los humanos inhalarán más polen que causa alergias y los mosquitos portadores de enfermedades pueden expandir su área de distribución hacia el norte.

Este cambio en las estaciones puede resultar en eventos climáticos más severos, dijo Congwen Zhu, investigador de monzones en el Laboratorio Estatal Clave de Clima Severo e Instituto del Sistema Climático de la Academia China de Ciencias Meteorológicas, quien no participó en el nuevo estudio.