Tras fracasos de distinta índole, el ingeniero Giorgio Rosa, de Bologna, decide crear su propia isla en aguas internacionales del mar Adriático, para proclamar un estado independiente de Italia, con sus propias leyes y un idioma universal: el esperanto. Eran 400 metros cuadrados de una plataforma metálica, que fue bautizada como Repubblica Esperantista dell’Isola delle Rose. Con humor y ternura hacia personajes que caminan en la cornisa entre la cordura y el delirio, la película dirigida por Sydney Sibilia cuenta una historia real --y difícil de inventar-- en la mejor tradición de la comedia italiana (Netflix).
La increíble historia de la Isla de las Rosas
