El espionaje a los familiares de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan se encamina a ser investigado en el Juzgado Federal de Dolores. La Cámara Federal de Mar del Plata ratificó la decisión del juez federal de esa localidad, Santiago Inchausti, de enviar a Dolores la investigación sobre seguimientos a quienes buscaban saber qué había pasado con sus seres queridos. Entre los denunciados están el propio Mauricio Macri y las máximas autoridades de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).

Durante el gobierno de Macri, la AFI espió a madres, esposas y hermanas de los familiares de los tripulantes del ARA San Juan. Las siguieron en las misas y en las actividades que organizaban para reclamar saber qué había pasado con los submarinistas. Esa información fue aportada por la interventora en la AFI, Cristina Caamaño, al relevar en septiembre pasado qué archivos había en las bases de la exSIDE en provincia de Buenos Aires a pedido del entonces juez federal de Dolores Alejo Ramos Padilla --hoy en el juzgado federal 1 de La Plata--.

La denuncia de la AFI quedó radicada en el juzgado de Inchausti, que delegó la investigación en la fiscalía a cargo de Daniel Adler, quien se dedicó a recabar información y a tomarles testimonios a los familiares de los tripulantes del submarino. El 12 de noviembre pasado, Inchausti decidió declararse incompetente y mandar el expediente a Dolores para que Ramos Padilla lo investigara junto con las dos causas de espionaje que tramitaban en su juzgado --el D'Alessiogate y las bases AMBA--.

Sin embargo, el fiscal llevó la queja hasta la Cámara Federal de Mar del Plata porque insistía en que las fechas en las que se produjo el espionaje y las víctimas son distintas a las de la causa que hasta fines de febrero investigó Ramos Padilla y de la que ahora está a cargo del juez Martín Bava. La Cámara validó lo resuelto por Inchausti, por lo que la causa debería ir ahora hacia Dolores, donde Bava tendrá que decidir si acepta o traba una contienda de competencia.

Hasta ahora la fiscalía de Adler pudo reconstruir con los archivos de la AFI y con los testimonios recolectados que hubo, al menos, una docena de informes sobre los familiares del ARA San Juan, así como de dos pesqueros que se hundieron en la zona de Mar del Plata, el Rigel y El Repunte:

* El 15 de enero de 2018, la AFI espió la misa que se hizo en la Base Naval de Mar del Plata a dos meses de la desaparición del submarino de la Armada Argentina. El informe que hicieron los agentes estuvo centrado en la hermana de uno de los submarinistas.

* Ese mismo día, los familiares se presentaron ante el Concejo Deliberante de la Municipalidad de General Pueyrredón. La AFI avisó en su informe que estaban pidiendo ser atendidos por Macri.

* El 3 de febrero de 2018, la exSIDE produjo un informe sobre cuatro parejas de los tripulantes del ARA San Juan. Los espías detallaban cuáles serían los reclamos que iban a presentarle a Macri en la reunión que tendría lugar el 6 de febrero en la Casa de Gobierno. El parte decía que se escribía "a los fines de poder tomar conocimiento las autoridades estatales para prever cuestiones de agenda". 

* Una semana después, los espías producían un nuevo memo con información que habían recabado sobre una madre de un submarinista y advertían que los familiares iban a intentar entregar una carta a Macri cuando estuviera vacacionando en la residencia de Chapadmalal.

El 2 de abril de 2018, los espías siguieron y fotografiaron a una esposa y a una hermana de tripulantes del ARA San Juan, que habían ido al Golf Club de Mar del Plata, donde Macri estaba jugando al golf, para entregarle una carta.

* Al cumplirse el primer año de la desaparición del submarino, hubo una protesta fuera de la Base Naval de Mar del Plata, en la que participaron familiares del pesquero Rigel. Allí ficharon a cuatro manifestantes.

* La fiscalía acreditó que se produjeron al menos ocho casos más de seguimientos sobre los familiares del ARA San Juan.

Todos estos hechos sucedieron entre 2018 y 2019, había explicado el fiscal Adler en el recurso que presentó ante la Cámara de Mar del Plata. En su presentación, había sostenido que el rango temporal era distinto al que investigaba Ramos Padilla en la causa sobre las bases AMBA.

En la investigación que llevó adelante mientras estuvo en el Juzgado de Dolores, Ramos Padilla reconstruyó que entre 2016 y 2017 la AFI desplegó seis nuevas bases en provincia de Buenos Aires: Quilmes, San Martín, La Matanza, Haedo-Morón, Pilar y Ezeiza. Esas seis bases --dedicadas al espionaje político-- se sumaron a las tres que históricamente la SIDE tuvo en provincia de Buenos Aires: las de La Plata, Bahía Blanca y Mar del Plata. Durante ese tiempo, el llamado "Proyecto AMBA" estuvo en manos de Pablo Pinamonti, un abogado de confianza el exdirector general de la AFI Gustavo Arribas.

La base de Mar del Plata fue la responsable de los seguimientos a los familiares de los submarinistas. Su máximo responsable, Nicolás Iuspa Benítez, ya fue procesado por Ramos Padilla en el marco de las bases AMBA y por haber destruido información. En esa causa están también procesados Arribas y su número dos, Silvia Majdalani. Todos están imputados, al igual que el propio Macri, a quien estaban destinados los informes, y el funcionario que estaba a cargo de la Dirección de Reunión Interior de la AFI. Antes de dejar el Juzgado de Dolores para jurar como titular del Juzgado Federal 1 de La Plata, Ramos Padilla propuso la unificación de las causas sobre el espionaje político-judicial del macrismo. Entre los expedientes que identificó como que mostraban un patrón común estaban tanto los de Lomas de Zamora como el del ARA San Juan.