En la década de 1930, uno de los grandes poetas latinoamericanos de vanguardia, Raúl González Tuñón, escribió varias series de crónicas periodísticas. Unos años antes, mientras componía sus primeros versos, había entrevistado a Rabindranath Tagore en la casa de un familiar de Victoria Ocampo en San Isidro, había viajado a Tucumán a relevar la explotación obrera en los ingenios azucareros y redactó la nota “Pedro Ara o el maravilloso arte de embalsamar” sobre el médico que tiempo después se haría célebre por preservar el cuerpo de Eva Perón. En 1932 incursionó en el puerto de Buenos Aires para entrevistar a los inmigrantes desocupados que venían de Checoslovaquia y de Polonia. Después voló por la Patagonia con el piloto Palazzo sobre la línea aérea inaugurada por Mermoz y Saint-Exupéry, para dar a conocer aspectos de un territorio que era remoto para los lectores de Buenos Aires. El mismo diario donde trabajaba lo mandó después al escenario de la guerra boliviano-paraguaya para producir la serie titulada “Crítica en el infierno del Chaco”. En 1935 viajó a España y refirió sucesos de la insurrección asturiana que reaparecieron, transformados, en su poemario La Rosa Blindada.

Estas crónicas, intensas y variadas como la vida de quien las redactó, son inseparables de la poesía de Tuñón. Impregnaciones mutuas atraviesan su escritura, orientada desde temprano a la exploración activa de formas reversibles e impuras entre lo poético y lo prosaico, el arte y la vida, lo real y lo imaginario. Vínculos de atracción y rechazo conectan el “universal reportaje” con los poemas: la noticia y el apunte de viaje integran la masa de materiales con que compone su obra, que busca traspasar las fronteras entre el arte y la vida. Las superposiciones entre vanguardia y cultura de masas son evidentes: el interés por lo contemporáneo y la hibridación discursiva son rasgos comunes, indicios de un vínculo que dista de ser simple o carente de tensiones. Y muestran que la transformación de la literatura en esos años no derivó de experimentos realizados en los laboratorios artísticos, sino de un amplio e intenso intercambio donde la cultura masiva confluyó con la experimentación vanguardista y con la creciente radicalización política de una década candente.

De esto trata Raúl G. Tuñón, poesía y reportaje que acaba de salir en estos días. El libro incluye además la transcripción textual de series periodísticas sobre los desocupados, la Patagonia, la guerra del Chaco, y España, y que no habían sido reeditadas hasta ahora. El diario y la revista donde se publicaron hace poco menos de un siglo no están digitalizados, varios ejemplares son casi inhallables y hubo que rastrearlos en varios lugares. Fueron emergiendo de páginas en precario estado, algunas casi al borde de la desaparición física, o de pantallas de obsoletos microfilms. Trabajar con archivos argentinos no suele ser una tarea fácil pero apasiona recuperar fragmentos poco o nada conocidos de nuestra historia cultural y literaria.

La Universidad Nacional Autónoma de México incluyó el libro en su preciosa colección Viajeros. Raúl G. Tuñón, poesía y reportaje acaba de salir de imprenta mexicana y ya se puede bajar también, en versión digital gratuita, del sitio de internet de la UNAM.

Para que la investigación plasmada en el libro pudiera desarrollarse, fue indispensable el trabajo desplegado en el Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (IdIHCS) de la Universidad Nacional de La Plata-CONICET.

* Profesora de Literatura argentina en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) e investigadora del CONICET.