Argentina logró sumar los tres puntos que necesitaba, y que se le reclamaban como una causa nacional, para enderezar su camino en las Eliminatorias Sudamericanas con un claro triunfo por 3-0 ante Colombia. El talento de Lionel Messi fue fundamental para marcar la diferencia.
Los primeros minutos mostraron un trámite intenso. Argentina trataba de controlar la pelota, mientras que Colombia optaba por esperar y recién en su propio terreno apretar las marcas. En ese arranque, los hombres de Bauza se mostraron imprecisos y posibilitaron dos llegadas de Colombia, ambas a través de Cuadrado, estacionado muy cerca de Mas, sin dudas anoticiado de los problemas por ambos laterales de la defensa que arrastra la Selección.
Pero todos los planes de Pekerman, y seguramente también muchos de los del seleccionador argentino, fueron hechos trizas por Lionel Messi, quien a los 9 minutos marcó en el resultado una diferencia que no era tal en el desarrollo del encuentro. Barrios derribó a Lio muy cerca de la medialuna, perpendicular al punto del penal. La Pulga enfocó su mira en el ángulo izquierdo de Ospina y hacia allí viajó la pelota, que dio en el travesaño y se metió, con el arquero colombiano lanzado como un pájaro en la búsqueda de un balón que acató mansamente el destino asignado por el crack rosarino.
En desventaja, Colombia se adelantó en busca de la igualdad. Ese movimiento despejó los caminos para que Messi se moviera con libertad plena por todo el frente del ataque, buscando opciones para aumentar la cuenta. Y lo consiguió a los 22 minutos. Recibió sobre la derecha del ataque argentino, corrió hacia el centro, levantó la cabeza y metió con su enguantado pie izquierdo un hermoso envió a las espaldas del central Murillo, donde esperaba Pratto para cabecear el balón y mandarlo al fondo de la red para estirar la diferencia.
El 2-0 fue un bálsamo para el local y un mazazo para el visitante. Argentina sacó a relucir el espíritu que se le reclamaba, fue intensa en cada pelota dividida, y cuando le tocaba atacar dejaba todo en los pies de Messi, que se bastaba para hacer añicos el andamiaje defensivo colombiano.
Para el complemento, Pekerman intentó darle más solidez a un mediocampo que en los primeros cuarenta y cinco minutos mostró falencias en la marca, pero sobre todo en el manejo del balón. Para eso entró Macnelly Torres. Esa modificación mejoró a Colombia e hizo crecer el trabajo de Mascherano y Biglia. Pero así como los visitantes mostraban una mejor versión, Argentina ganaba confianza. Todos pedían la pelota, aunque la diferencia aparecía cuando se encendía Messi. En ese panorama, el partido fue perdiendo nivel, porque los hombres de Pekerman insinuaban mucho, sobre todo a partir de un James Rodríguez más activo, pero eran tibios en la concreción. Esa impotencia tranquilizaba al equipo de Bauza, que desde el banco empezó a dar señales de querer cerrar el partido cuando incluyó a Pérez por Banega. La modificación fue en el sentido correcto, porque Argentina consiguió cortar con más eficacia los circuitos que intentaba armar el equipo visitante, además de aportarle salida al proyectarse con acierto por la banda derecha. Pero Messi tenía otros planes. Persiguió y arrinconó a Alvarez Balanta, le robó la pelota y corrió paralelo a la raya final. Cuando Ospina le salió, Lio levantó la cabeza y le sirvió el gol a Di María, que puso el 3-0 entrando solo por el segundo palo. No pasó mucho más. Fue goleada y festejo, con otra noche mágica de Messi.
UNOxUNO
- Romero (5): Con poco trabajo a lo largo de todo el partido, le costó salir a cortar los centros que llegaron al área chica, como si le faltara ese timming que da jugar muy seguido.
- Mercado (5): Inseguro en el manejo de la pelota, no tuvo la proyección de otras noches. Preocupado por no regalar sus espaldas, parece empezar a sentirse raro en la posición de lateral, porque en el Sevilla juega de central.
- Otamendi (6): Seguro para manejar la pelota en la salida, mostró algunos problemas en los envíos áreos, pero cuando lo encararon en el mano a mano recuperó la eficacia de la que careció ante Brasil.
- Funes Mori (5): Las pelotas aéreas lo complicaron más de la cuenta. Además, todavía no se complementa bien con Mas, por eso permitieron que en ese sector se generaran las mejores llegadas colombianas.
- Mas (4): Fue el más flojo de la última línea, aunque en su descargo cabe decir que su sector fue el más buscado por las ofensivas colombianas, además de tener que lidiar con Cuadrado, el más peligroso de los atacantes de la visita.
- Mascherano (7): Plantado como cinco neto, marcó presencia en la mitad de la cancha y de su mano la Selección se adueñó de ese sector y empezó a edificar una victoria impostergable.
- Biglia (7): Trabajó como satélite de Mascherano, tapando los espacios que quedaban a derecha e izquierda del Jefecito. Otra actuación destacada para controlar el sector del campo que es el corazón del juego de Colombia.
- Banega (6): Se prodigó mucho en la marca, aunque le faltó continuidad para juntarse con Messi y generar más en la ofensiva. Fue reemplazado por Enzo Pérez en el complemento.
- Messi (10): Otra noche mágica del crack rosarino. Marcó un exquisito gol de tiro libre y generó las jugadas para los tantos de Pratto y Di María. Lo preocupante para la Selección es que el ataque parece depender exclusivamente de lo que pueda producir.
- Di María (6): Corrió como nunca, sobre todo para presionar sobre la salida colombiana y también para colaborar en la marca con Mas. El gol tal vez le dé la confianza que le permite volver a su mejor versión, aquella de los piques desequilibrantes por la raya.
- Pratto (7): Es difícil jugar de nueve en esta Selección. Le llegaron muy pocas pelotas, pero como el goleador que es aprovechó esa oportunidad inmejorable que le generó la inigualable pegada de Messi.
Rebelión antiprensa
Luego de la victoria, todos los jugadores de la Selección se presentaron en la sala de conferencias para informar la decisión grupal de no hablar más con la prensa. El capitán Lionel Messi fue el portavoz: “Recibimos muchas agresiones y muchas acusaciones y falta de respeto”, expresó en relación con el comentario del periodista Gabriel Anello, quien había sugerido por Twitter que Lavezzi se había “fumado un porro en la concentración”. Por otra parte, el DT Edgardo Bauza se refirió al triunfo. “Messi fue determinante. Estoy realmente contento porque los jugadores se merecían esto. Tuvimos una semana en la que hubo agresiones y pasaron cosas que fueron más allá de las críticas. Entonces me pone contento por ellos. No era un partido fácil y lo resolvieron bien”. Y agregó: “Nunca sentí que los jugadores no me apoyaran ni que tuviesen algún tipo de problema con la idea o con las charlas. Siempre estuvieron muy cerca mío, con buena disposición”.