La reforma del sistema financiero durante las presidencias de Juan Perón fueron una innovación a nivel mundial. La nacionalización de depósitos significaba que el Banco Central encajaba el ciento por ciento de los depósitos del sistema bancario. Las entidades tomaban los depósitos de los ahorristas y los colocaban como encaje en el Central sin poder represtarlos. 

El Banco Central impulsaba además líneas de redescuentos que los bancos se encargaban de prestar entre sus clientes según las tasas y pautas dictadas por la autoridad monetaria. 

De esa manera, los bancos funcionaban como tomadores de depósitos y/o colocadores de crédito a cuenta del Banco Central, entidad rectora que dirigía plenamente la cantidad de dinero en circulación y su dirección dentro de la economía.

La reforma bancaria del peronismo implicaba una novedad respecto a las experiencias socialistas de entonces, ya que no se expropiaban los bancos. Como éstos no tienen valor en sí, sino en función de los negocios que realizan con dinero de otros, una simple regulación alcanzaba para poner a la banca privada en función de  los objetivos del Banco Central, sin necesidad de expropiaciones. 

Aún así, la reforma bancaria peronista fue duramente criticada por los economistas liberales que veían en ella una intervención del Estado en el sistema financiero, que contradecía sus teorías de libre mercado en la regulación de tasas y colocación del crédito.

Lo que no sabían esos economistas liberales es que la fuente de inspiración de la reforma bancaria del peronismo se encontraba en la ortodoxa escuela monetarista de los Estados Unidos. En la década del '30 del siglo pasado, una serie de economistas norteamericanos liderados por Henry Simons de la universidad de Chicago y Irving Fisher de Yale, proponían implementar encajes del 100 por cien to y dividir a los bancos en tomadores de depósitos y colocadores de crédito a cuenta de la Reserva Federal (banca central estadounidense).

El objetivo del Plan de Chicago era evitar la creación de crédito por los bancos que exacerbaba las fluctuaciones económicas y eliminar las corridas bancarias ya que todos los depósitos estaban asegurados.

La reforma bancaria monetarista fue divulgada en Argentina por José Enrique Miguens en un artículo de marzo de 1946, poco antes de que se dictara el decreto 8503/46 de nacionalización de depósitos. Fue publicada en la "Revista de Economía" que había fundado Alejandro Bunge (fallecido en 1943), padre fundador del estructuralismo argentino y amigo personal de Fisher con quien había compartido debates sobre números índices y polemizado sobre la inflación no monetaria en Argentina. La publicación fue continuada por sus discípulos que tuvieron fuerte incidencia en el diseño del primer plan quinquenal, de la mano de José Figueroa.

Paradojas de la historia y de la economía: la única experiencia terrenal del Plan de Chicago fue destruido por los discípulos de Fisher, cuando los Chicago Boys eliminaron la nacionalización de depósitos al tomar el control del Banco Central de la mano del Golpe Militar que derribó el gobierno de Isabel Perón.

@AndresAsiain