George R. R. Martin publicó los primeros tres títulos del plan de siete libros de Una canción de hielo y fuego en un plazo de cuatro años. Luego de eso, pasaron cinco años antes del libro cuatro, y otros seis antes de la aparición del libro cinco. Ya ha pasado una década desde ese quinto libro, sin mayores señales de que haya un nuevo volumen en el panorama inmediato.

El show televisivo de HBO basado en los libros, Game of Thrones, superó su fuente original de material y tuvo que terminar la historia sin él. Los resultados fueron controversiales. Los fanáticos muestran una profunda preocupación por la posibilidad de que Martin, quien tiene 72 años, muera antes de completar su historia. Pero HBO no parece compartir esas preocupaciones: de hecho se anunció que el escritor firmó un nuevo acuerdo con ellos por cinco libros, que alcanza las ocho cifras. El rey de los procrastinadores dio a The Independent acceso exclusivo a su diario personal, que muestra qué estuvo haciendo en cuarentena y por qué no ha sido capaz de meterse en el asunto.

Lunes

Un email de mis editores que celebra 10 años desde la salida del último libro de Canción de Hielo y Fuego. Me preguntan si podrían ver un nuevo capítulo para el final de esta semana. Creo que están siendo sarcásticos. Les agradecí cortésmente y les puntualicé que no puede apurarse al arte. Qué suerte, dijeron, como si solo estuvieran tratando de apurar unas pocas tetas y dragones. HBO intentó apurarlo, les respondí, y mirá cómo terminó eso. Toda esa basura con Bran. No hubo respuesta. No la esperaba. Demasiado tarde para empezar hoy. Me encargaré mañana.

Martes

Escribí 200 palabras antes de distraerme con un video sobre el pan de banana. Soñé despierto una historia corta sobre Nigella de la casa L'Orson, tentadora hija de un anciano patriarca que sirvió como Maestre de la Moneda. Accidentalmente tiré mi taza-dragón oficial de HBO y tiré el café sobre el teclado, llamé a Sean Bean para pedirle consejos sobre laptops. Sorprendentemente, me fue de gran ayuda.

Miércoles

Estuve toda la noche soñando con bananas. Le pedí a los fans recetas de pan de banana. Recibí las usuales respuestas furiosas preguntando por qué no estoy escribiendo. Preocupación por la cantidad de pan de banana que estoy comiendo. Me preguntan si estoy haciendo suficiente ejercicio. Explico que estoy esperando una nueva laptop. Más impaciencia. Uno me sugiere que camine en el mar. Googleo "caminar en el mar". Encuentro un artículo de The Guardian sobre los beneficios de la "natación silvestre". No es algo que haya encontrado antes, pero parece ser muy beneficioso para los escritores. Quizá un poco de ejercicio me aclare la mente. Me doy cuenta que no tengo shorts de baño. Llamo a Liam Cunningham y le pregunto por trajes de baño. Sorprendentemente, no me fue de gran ayuda. Pensé que sabía todo sobre el contrabando de cebollas. "Conozco a los hombres", me dijo, citándome mis propias frases. "Son más o menos lo mismo en cualquier rincón del mundo". No diría eso en una playa, ¿o sí?

Jueves

Le mando un mail a HBO preguntando por su balance de tazas. No hay respuesta. En lugar de eso, hay una reunión de trabajo sobre ideas para spinoffs televisivos. Hasta ahora tenemos The Real Lannisters, sobre la vida diaria de los prestamistas, y We Do Not Sow ("Nosotros no cultivamos") sobre el cultivo con baja intervención. Idea para un programa de juegos llamado The Wall, pero descubrimos que alguien más ya lo usó. Trato de escribir a mano pero estoy demasiado furioso.

Viernes

Esperando por el delivery de laptop y traje de baño. Investigo el cajón de medias, encuentro dos rojas. "Un casamiento", pienso para mí con una risita triste. Recuerdo que necesito escribir una ronda de preguntas para un concurso familiar por Zoom. Me llega un mensaje, en el delivery me cambian el horario de "mañana" a "tarde". Demasiado distraído para escribir.


Sábado

Traté de ir a "natación silvestre" pero fui acosado por una fanática enojada que le puso Daenerys a su hija de seis años. Le contesté que no debería haber bautizado a su hija con un nombre procedente de un libro sobre hombres mágicos de hielo, y que si hubiera pasado más tiempo en los foros lo hubiera sabido mejor. Voy a los foros a ver si yo tenía razón. La tenía. Veo más mensajes preguntándome por qué no estoy escribiendo. Digo que no tendría sentido escribir si no tuviera fans. Los fans responden diciendo que no habría fans sin los libros. La discusión continúa algunas horas. Esta clase de intercambios es lo que hace tan satisfactoria a la comunidad. Demasiado cansado para escribir.

Domingo

El concurso por Zoom fue un desastre. No tuve tiempo de terminar mi ronda, con lo que mi tía escribió las últimas preguntas por mí. Empezaron bien pero hacia el final estaban desparramadas por todas partes. No tuvo ningún sentido. Me dijo que si me preocupaba tanto las tendría que haber hecho yo. Me preguntó de nuevo por qué no la dejé aparecer como extra en la serie televisiva cuando incluso Ed Sheeran tuvo su oportunidad. Enojado, le dije que basé el personaje de Drogon en ella.

Lunes

Un email a mi agente disculpándome por no haber escrito el capítulo que pidieron los editores. Me contesta diciendo que no me preocupe, que de todos modos HBO me está ofreciendo un nuevo contrato. Cincuenta millones de dólares por cinco años más. Email de los editores preguntando si me doy cuenta de que eso no me permite zafar de las novelas. Les reaseguro que trato todos mis contratos con el mismo respeto.

Martes

Otro mail de mi agente: me ofrecen un show de Broadway. Un sinsentido sobre un torneo de justas de caballeros. Acepto. Tengo que meterme en eso. Tan pronto como termine este diario.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.