Caro con Insomio es el seudónimo de Carolina Peralta, poeta no binarie que escribe sus poemas en las redes sociales. Tiene algo de influencer que lidia con la ansiedad que genera aquello que pasa cuando se aprieta el botón de “publicar”. Pero sus poesías no solo gravitan en el mundo de los algoritmos, en plena cuarentena publicó Me sorprende que te quedes (Penguin Random House), un libro dedicado, en el que sin explicitarlo cada poema es para alguien: “Me gusta que se trascienda eso de que la poesía que escribo es mía. La dedicatoria la desprende”.

Caro con Insomio considera que haber publicado en este momento de crisis cultural es un privilegio y la apuesta fue grande: ¿Cómo es habitar el amor desde la disidencia? Elige la poesía para dejar escrito algo del mundo que se construye al vincularse “Yo me di cuenta de que para mí lo más incómodo era que las personas se queden porque lo que esperaba siempre era que se fueran. Y eso me resulta en principio incómodo. No veo las incomodidades como algo malo si no como algo que nos da información sobre nosotres mismes”. El libro hace una de sus primeras paradas técnicas en un poema que busca algo de esa información: “Las personas a veces abandonan. Las palabras, la poesía, no. / Por eso lo escribo, para que no me abandonen./ Por eso escribo, para no abandonarme./ Por eso me gustan tanto los micromundos, porque se crean, a veces de a una persona, otras veces en compañía./ Por eso quiero dejar escrito ese micromundo”.

El seudónimo lo empezó a utilizar en el 2015, en aquel tiempo le daba miedo que se supiera quien era la que estaba combinando dibujos, diálogos y poesías en un blog. El insomnio era literal, en esas noches de escritura migró a Facebook y a Instagram en donde tiene más de 100 mil seguidorxs: Uno de esos posteos que fueron puntapié para su escalada de segudiroxs, era sobre como dejarse cuidar. El post tuvo mas de 30 mil likes y cientos de comentarios ¿Cómo sucede algo así? “El crecimiento en las redes fue un día para el otro, no lo entiendo mucho. Se compartió un montón y fueron subiendo los seguidorx. No sé ni cómo fue pero sucedió”.

En plena cuarentena le llegó la propuesta de publicar su primer libro de poemas, trabajó en algunos que ya tenía escritos y trabajó en otros nuevos. ¿Cómo habitamos un mundo en el que todo esta decorado, en donde hay que seguir ciertos pasos para nombrar el amor? Como ir por fuera de lo normado y el cómo debería ser, es la esfera en la que va dando giros -o trompos- pivoteando entre distintos soportes que le sirvan a la poesía. En las redes sociales planifica eso que va a postear: “Si yo sé que va a ir a Instagram, sé que es un poema suelto, que responde a un momento de mi vida, responden a un proceso de lo que estoy transitando en ese momento. En cambio en un libro, pienso en un recorrido, elijo a qué viaje quiero invitar. Eso en Intagram no sucede”.

Escribir un posteo en las redes sociales genera un expectativa, ¿quien alguna vez no ha refrescado la pantalla para ver cuantos likes se suman por minuto? Caro dice que lo hace, chequea likes y como es la repercusión de ese otro lado, una búsqueda de validación muy frecuente en las redes sociales: “Cuando me doy cuenta de que estoy mucho en ese lugar, trato de no publicar porque me doy cuenta que no es lo que deseo en cuanto a compartir lo que escribo. A veces sucede y es el juego de las redes sociales y aprendo a convivir con eso”. Muchas veces escribe una poesía y la sube a las redes con nervios por la exposición que genera, la vulnerabilidad está a la orden del día: “En Caro con Insomio (la cuenta) encontré un lugar en donde sentir la vulnerabilidad más allá del vértigo de una publicación”. Hace más de un año pudo nombrarse como persona no binarie, ponerlo en su biografía dice que fue fundamental: “Lo dice ni bien entrás, para mí la identidad y la poesía tienen algo en común, van siendo y mutando, y ese tránsito en común yo lo dejo asentado en lo que escribo”.