Tras la detención de un joven de 17 años por la Policía Bonaerense, sin pruebas del supuesto intento de robo del que se lo acusaba y de las torturas que padeció en un calabozo de la Comisaría 1ª de San Justo, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) intervino en la causa, como parte del Mecanismo Local de Prevención de la Tortura. 

El adolescente torturado es hermano de Jordan, un chico de 15 años, asesinado por la espalda por el gendarme Humberto Gil el 7 de abril pasado, cuando le disparó a quemarropa con su arma reglamentaria para evitar el robo de su camioneta. La madre de ambos también fue detenida ese mismo día y luego recibió amenazas en Facebook, que incluían fotos de su hijo muerto. 

La CPM intervino en la causa y solicitó a la Auditoría Interna de la Bonaerense que investigue a los policías involucrados por apremios ilegales. Además pidió al Ministerio de Seguridad nacional que inicie un sumario sobre la actuación de Gil. 

La detención de Ulises ocurrió pocas horas después de que el gendarme Gil disparara contra cuatro jóvenes, que amenazaron en la puerta de su domicilio al dueño de la Toyota Hilux con la que le entregaban materiales de construcción al integrante de la fuerza de seguridad.  

Los disparos con el arma reglamentaria no pueden encuadrarse dentro del protocolo de uso de la fuerza: los jóvenes nunca lo atacaron y solo corrieron dándole la espalda. La Policía luego reconoció que portaban un arma de utilería. Gil disparó varias veces en zonas vitales y cuando no había riesgo para su vida ni la de terceros.

Pocas horas después, sin pruebas, sin aparecer en los registros de la cámara de seguridad, Ulises fue detenido acusado de ser parte del intento de robo. De rodillas y golpeado en un calabozo de la comisaría 1ª de San Justo, los policías se pasearon frente a él mostrándole una bermuda de su hermana, con marcas de excremento y orina, expulsadas por el cuerpo del adolescente tras su muerte, según relató la Agencia Andar.   

El intento de robo con un arma de utilería terminó por la intervención del gendarme Gil con una muerte y dos causas en la Justicia: una en el fuero penal juvenil, por el delito de tentativa de robo y, otra, en la Fiscalía de Homicidios de La Matanza, por el asesinato de Jordan y las lesiones producidas a otro joven, quien permanece internado. Jordan recibió un disparo en el abdomen mientras otro joven en el omóplato: los dos cayeron desvanecidos a pocas cuadras.

La intervención de la Policía Bonaerense tras el accionar del gendarme abrió una nueva causa: por apremios ilegales y torturas contra Ulises, que tramita en la Ayudantía de violencia institucional del mismo departamento judicial. 

Ulises relató lo que vivió, casi un día después, cuando fue trasladado al Centro de Admisión y Derivación (CAD), dependiente del Organismo Provincial de Niñez y Adolescencia.

Aquel 7 de abril también fue detenida Natalia, la madre de Jordan y Ulises. Luego de recibir el aviso, Natalia llegó a la zona de los hechos, donde se encontró con dos cordones policiales: en uno vio a Ulises tirado en el suelo, esposado y golpeado. En el otro trabajaba la Policía Científica. 

Un agente de la Bonaerense le cortó el paso, la tomó por la fuerza, le dobló el brazo y , sin motivo, la llevó detenida a la Comisaría 1ª de San Justo.

La madre de los adolescentes recibió malos tratos durante horas, sin que le informaran de la muerte de su hijo ni liberaran al otro, quien mientras tanto era torturado en un calabozo. 

Ulises continúa imputado en la causa por la tentativa de robo sin pruebas que lo vinculen al hecho. 

La CPM se entrevistó con la mamá de los jóvenes y realizó varias presentaciones: pedido de informes a las fiscalías donde tramitan las causas por el intento de robo y el homicidio de Jordan y una ampliación de la denuncia en la causa por apremios ilegales.

Recién el jueves 15 de abril, más de una semana después de los hechos, el fiscal del fuero penal juvenil recibió a la madre de los jóvenes, quien le reclamó las medidas de prueba que ella misma ya había solicitado y que confirman que Ulises, en el momento del intento de robo, no estaba en el lugar.

Al mismo tiempo que la noticia de la muerte de Jordan se conocía en los medios de comunicación, Natalia comenzó a ser hostigada en su perfil de Facebook: desde cuentas falsas le envían mensajes violentos y fotos de Jordan fallecido, imágenes que sólo podrían haberse sacado mientras el cuerpo estaba bajo custodia policial, agregando frases como “una lacra menos”.

La CPM también realizó una presentación a la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense para que se investigue la actitud del personal policial contra Ulises y Natalia. Además envió una nota nota a la Dirección de Control y Prevención de la Violencia Institucional del Ministerio de Seguridad de Nación por la actuación del gendarme Humberto Gil.