Desde Washington, DC. Terminaron los tiempos en los que Estados Unidos estaba ausente de las conversaciones sobre cambio climático. Eso es lo que quiere dejar claro Joe Biden, quien este jueves abrió la Cumbre de Líderes sobre el Clima desde la ciudad de Washington. “Ninguna nación puede resolver esta crisis por su cuenta”, insistió el mandatario, quien busca marcar el contraste con la línea que seguía su antecesor Donald Trump. La reunión virtual comenzó con una sesión en la que la mayoría de los invitados habló sobre las acciones que cada país lleva a cabo en materia de política ambiental.

“Cuando la gente habla de clima, yo pienso en puestos de trabajo”, sostuvo Biden al abrir la cumbre. En su intervención, aprovechó para mencionar su propia agenda local, que implica destinar parte de la inversión en infraestructura a desarrollar sectores como el de los vehículos eléctricos. “Quiero construir una infraestructura crítica para producir e implementar tecnología limpia, tanto la que podamos aprovechar hoy como la que podamos inventar mañana”, agregó.

Para Biden, esos serán los pasos que le permitan a Estados Unidos encaminarse a una economía con cero emisiones “a más tardar en 2050”. La mitad del siglo XXI como objetivo se repitió en las intervenciones de otros países como Japón e India, que manifestaron las mismas intenciones.

“Los países que tomen medidas decisivas ahora para crear las industrias del futuro serán los que cosechen los beneficios económicos del boom de energía limpia que se acerca”, enfatizó el mandatario estadounidense. Antes de él había hablado la vicepresidenta, Kamala Harris. “Venimos de lugares muy distintos, pero compartimos esta preocupación común y esta amenaza común. Acá en los Estados Unidos, las tormentas que azotan nuestra costa del golfo empeoran cada año. Los incendios en mi estado natal de California han crecido en intensidad. Y, por supuesto, ninguna nación o región es inmune”, afirmó ella al dar la bienvenida a la reunión.

La Cumbre de Líderes sobre el Clima es la primera iniciativa multilateral que encara Biden desde que asumió con el objetivo de restaurar el liderazgo mundial de Estados Unidos. Con las actividades presenciales limitadas por la pandemia, la Casa Blanca avanzó igualmente en la organización de un evento virtual que se enfocara en una de las prioridades de la nueva gestión, la crisis climática.

“Me encanta ver que Estados Unidos está trabajando nuevamente con nosotros”, elogió este jueves la canciller alemana, Angela Merkel. No fue la única. A la comparación con las épocas de Donald Trump en el gobierno, en las que el país norteamericano se había retirado del Acuerdo de París, también se sumaron otros mandatarios como el presidente de Sudáfrica, Matamela Cyril Ramaphosa.

La primera sesión, de la que participó la mayoría de los líderes invitados a la cumbre, incluido Alberto Fernández, buscó resaltar “la necesidad urgente” de que las mayores economías del mundo “fortalezcan su ambición climática”, según comunicó el Departamento de Estado del país norteamericano. La idea es que los países hagan esto antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de este año. También apuntó a que los líderes resaltaran “los desafíos sobre el clima que tienen sus países y las acciones que están llevando adelante” y que anunciaran “nuevos pasos”.

Por supuesto, esto permitió que todos los mandatarios alabaran las acciones que implementan en sus países e instaran a trabajar todavía más para alcanzar los objetivos ambientales. El presidente de China, Xi Jinping, insistió en que China alcanzará la neutralidad de carbono hacia 2060 y enumeró una serie de principios a tener en cuenta, como mantener una armonía con la naturaleza y comprometerse con un desarrollo verde. “Las montañas verdes son montañas de oro”, aseguró.

El presidente ruso, Vladimir Putin, aprovechó sus minutos para pedir una cooperación nacional que controle las emisiones. “No es suficiente con atacar las nuevas emisiones. También es importante ocuparse de absorber el dióxido de carbono que se ha acumulado en la atmósfera. Déjenme decirles, sin exagerar, que Rusia hace una contribución gigantesca para absorber las emisiones mundiales, tanto nuestras como de otros”, indicó.

Hasta Jair Bolsonaro, el presidente de Brasil, se jactó de las iniciativas del país sudamericano, un blanco constante de las críticas de organizaciones ambientales. Conocido partidario de Trump y de sus políticas, el mandatario brasilero dio un discurso alejado de su tono usual. En su intervención, incluso se comprometió a eliminar la deforestación ilegal en la Amazonia para 2030 y a reducir a la mitad las emisiones llegado ese mismo año.

Biden no llegó a escucharlo en vivo. Había seguido los discursos desde una mesa circular instalada en la Casa Blanca, acompañado del secretario de Estado, Antony Blinken, y del enviado especial sobre el clima, John Kerry, pero se retiró momentos antes de que hablara el presidente argentino. Una agenda distribuida el miércoles por la Casa Blanca lo ubicaba a esa hora recibiendo su informe diario.

El primer día de la cumbre también contó con una sesión sobre acciones para destinar parte de las finanzas públicas para “la mitigación y la adaptación de los países en desarrollo”. “El sector privado tiene más por hacer y lo debe hacer. Seamos claros: incluso si lo hace, el sector privado no puede hacer frente a estos desafíos solo. Los gobiernos tienen que dar un paso adelante y tienen que liderar”, afirmó Biden durante la segunda reunión de la cumbre.

Hasta el momento, la reunión virtual también contó con rondas de discusión en las que se hizo hincapié en el rol de ciudades y estados, en los desafíos que enfrentan los países más vulnerables al impacto del clima, las cuestiones de seguridad mundial que implica el cambio climático y la importancia de buscar soluciones basadas en la naturaleza para reducir las emisiones y fortalecer la resiliencia climática. Por ejemplo, medidas que reduzcan la deforestación y la pérdida de humedales, acciones que restauren los ecosistemas marinos y terrestres y la promoción de prácticas de agricultura sostenibles.

La cumbre continúa este viernes con otras dos sesiones. La primera, de la que participarán funcionarios estadounidenses, líderes mundiales y especialistas en energía, tratará sobre el rol fundamental de la innovación tecnológica para alcanzar una economía con cero emisiones netas. También debatirán sobre las “enormes oportunidades económicas” que representa la creación de industrias para el futuro.

Biden participará de la segunda y última sesión, también enfocada en oportunidades económicas. En esa reunión habrá un fuerte enfoque en la creación de puestos de trabajo asociados con las medidas climáticas.