Finalmente el presidente francés François Hollande respaldó al centrista liberal Emmanuel Macron y se sumó al llamado “Frente Republicano”, surgido tras los resultados de las elecciones de la víspera, que determinaron que el ex ministro de Finanzas se enfrentará en el ballottage con la ultraderechista Marine Le Pen, del Frente Nacional. “Frente a los riesgos que supondría la victoria de Le Pen no sirve callarse o refugiarse en la indiferencia. Hay que movilizarse. Votaré por Macrón”, aseguró el mandatario hoy temprano en el Palacio del Elíseo.

Hollande explicitó su apoyo a su ex colaborador, en consonancia con las declaraciones del derrotado candidato del Partido Socialista, Benoît Hamon, que minutos después de que se conocieran los números que dieron ganador a Macron por el 23, 9 por ciento de los votos y consolidaron a Le Pen por detrás con el 21,6, llamó a derrotar al FN, decisión que también compartió el representante del opositor y conservador Partido Republicano, François Fillon.

Hollande expresó que el FN supone una amenaza para la economía y la unidad de Francia “por su larga historia, sus métodos, sus vínculos con grupos extremistas en toda Europa, pero sobre todo por las consecuencias que tendría la aplicación de su programa en la vida del país”.  En un contexto en el que su país soporta una elevada amenaza terrorista que "exige la solidaridad y la cohesión de todos", Hollande consideró que "la extrema derecha dividiría a Francia y estigmatizaría a parte de los ciudadanos a causa de sus orígenes o su religión".

Después de escuchar la declaración presidencial, el economista de 39 años agradeció, a través de Twitter, el apoyo del jefe de Estado, y señaló que “el 7 de mayo hay que mantenerse fiel a los valores de Francia”. La candidata de la ultraderecha, por su parte, lanzó una crítica contra los partidos que sumaron su apoyo a Macron para la segunda vuelta y señaló que se trata de “un viejo frente republicano podrido que ya nadie quiere”. "No hay decepción, créanme", añadió hoy Le Pen, ya en campaña, en Rouvroy, en el norte del país, y agregó que su agrupación está “llena de esperanza y dinamismo”.