Tras casi 20 días de demora, la justicia entrerriana rechazó el pedido de prescripción y la exclusión de Dolores Etchevehere de la querella en la causa que compromete a los varones Etchevehere por estafa y vaciamiento de El Diario de Paraná. En una resolución de 41 páginas, el Tribunal consideró prematura esa pretensión “antes de que se resuelva la situación procesal de todos los imputados”.

El pedido había sido solicitado por los abogados de Walter y Viviana Grenón, los financistas que diseñaron junto a Luis Miguel, Sebastián y Juan Diego Etchevehere la maniobra. Argumentaban que, en teoría, Dolores Etchevehere no tiene legitimidad activa en la causa ya que, al momento de hacer las denuncias, ya no era socia de Sociedad Anónima Entre Ríos (SAER), la empresa dueña de El Diario de Paraná. En tanto el pedido de prescripción de la causa deja de manifiesto el lento accionar de la justicia entrerriana: Dolores Etchevehere realizó la denuncia con documentación y pruebas en 2013 y, desde ese momento, fue cajoneada. 

El pedido de prescripción llegó a la Cámara de Apelaciones luego del rechazo del juez de primera instancia que lleva adelante la causa, Carlos Ríos. Si bien se debería haber resuelto en cinco días hábiles, hace más de veinte días que la jueza María Carolina Castagno recibió al equipo de abogados de Dolores Etchevehere y a los del Grupo Grenón en la Cámara de Apelaciones de Paraná. 

No es la primera vez que la jueza escucha los alegatos y resuelve en este caso: sucedió a fines de octubre del año pasado, cuando ordenó el desalojo de los integrantes del Proyecto Artigas de la Estancia Casa Nueva y terminó con el encarcelamiento de la propia Dolores en un operativo que tuvo más de 150 efectivos policiales.

El retraso pareciera no ser ingenuo: allegados a la causa aseguran que los Etchevehere están especulando con los tiempos para dilatar el proceso a fin de conseguir que Luis Miguel Etchevehere se presente a elecciones y obtenga fueros en el caso de un procesamiento. 

El rechazo en la Cámara de Apelaciones admite aún una instancia de apelación más en el Superior Tribunal de Justicia provincial, del que seguramente harán uso los abogados de Grenón. 

El vaciamiento

El vaciamiento económico y patrimonial de SAER empezó en 2012, cuando sus propiedades (el principal capital de la empresa) fueron traspasadas a una empresa fantasma constituida por los hermanos Etchevehere y su madre; y otra del grupo Grenón. Para financiarlo, simularon un préstamo entre ambas. Para pagarlo, estafaron primero al Banco Itaú y luego al Banco Nación pidiendo créditos para pequeños productores agropecuarios y daños por inundaciones a tasa subsidiada por el Estado.

La causa fue iniciada a partir de una denuncia de Dolores Etchevehere en el año 2013 y, a pesar de que la denunciante aportó documentación fehaciente que prueba la estafa, incluso con la intervención de organismos federales como la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) dependiente del Ministerio Público Fiscal de la Nación; la causa no tuvo grandes avances hasta el surgimiento de Proyecto Artigas en octubre del año pasado.

A partir de esa situación, el juez Ríos activó la causa y llamó a indagatoria a todos los acusados: los hermanos Luis Miguel, Sebastián y Juan Diego Etchevehere, su madre, Leonor Barbero, Walter y Viviana Grenón, y los actuales dueños de El Diario. Desde entonces, todos ellos han desfilado por los tribunales de Paraná en extensas declaraciones indagatorias que aún no terminaron. El primero fue Luis Miguel Etchevehere. 

En una extensión de plazos poco frecuente, las indagatorias continúan al día de hoy. La semana pasada declaró por segunda vez Leonor Barbero Marcial, madre de Dolores; y aún le quedan dos instancias más de alegato. Cuando finalicen, la justicia podrá dictar el procesamiento de los imputados.