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por ciento apenas es la proporción de mujeres camaristas, lo que equivale a decir que por cada mujer camarista hay tres varones en esa posición, mientras que la cifra de magistradas de primera instancia no supera el 31 por ciento. El relevamiento de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia expone ese techo de plomo que impide acceder a cargos judiciales de mayor jerarquía y desnuda una brecha sobre la que se derrama el incumplimiento de obligaciones constitucionales en materia de derechos humanos, más el perjuicio al funcionamiento y legitimidad de un Poder Judicial que sigue obstaculizando la perspectiva de género en todos sus niveles. En los próximos días, la titular del Juzgado en lo Contencioso Administrativo N° 4, Rita Ailan, deberá definir si concede el amparo y la medida cautelar solicitada por un conjunto de organizaciones para que se suspendan los concursos destinados a cubrir cargos en los Tribunales Orales Federales de La Plata, en la nueva Sala Especializada en Defensa de la Competencia de la Cámara Civil y Comercial Federal, y en la Cámara Nacional en lo Penal Económico, aprobados en diciembre de 2020 por el Consejo de la Magistratura de la Nación, que envió al Poder Ejecutivo ternas integradas exclusivamente por varones, violando las reformas del Reglamento de Concursos que el propio CM aprobó en 2019, y donde se prevé la incorporación de al menos una concursante por terna. La Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (Acij), la Fundación Mujeres en Igualdad (MEI), la Asociación de Abogadas Feministas de la Argentina (Abofem), la Asociación por los Derechos Civiles (ADC), la Fundación Poder Ciudadano y el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), habían presentado en diciembre una nota ante el Consejo de la Magistratura en la que se advertía de la situación, pero de todos modos el organismo omitió reparar las discriminaciones. El amparo fue acompañado de la cautelar para que el Poder Ejecutivo y el Senado se abstengan de avanzar en el tratamiento de estos concursos, y para que de aquí en más sea respetado el cupo de género que establece la ley.