Sumergidos en una crisis económica producto del abandono Estatal de la gestión Cambiemos y profundizada por una pandemia que obliga al mundo a cerrar sus puertas y restringir la circulación, lo que provoca una caída del consumo al menos en algunos rubros clave, los referentes sindicales del petróleo, gastronómicos y de la construcción dialogaron con Salta/12 sobre el momento que atraviesa la clase trabajadora, su lucha por mejorar los ingresos y no perder ante la inflación, las restricciones a las que los somete la pandemia y sus esperanzas en los meses venideros.

Si bien es uno de los rubros considerados esenciales, el de los petroleros se vio muy golpeado por la parálisis casi total que debió afrontar el país durante el 2020, en donde según un informe elaborado por CECHA (Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina), el balance arrojó una caída total de venta de combustibles de 19,7% respecto al volumen de 2019, principalmente las naftas, un 27,5%, pero también del gasoil: 12,5 por ciento.

Ese hecho complicó mucho la situación salarial de los trabajadores, quienes transitaron todo el año pasado con la paritaria acordada en 2019 y este año aún no logran concretar con las patronales un acuerdo para cerrar 2020 y luego sentarse a negociar el 2021.

El secretario General de Petroleros y Gas de Salta y Jujuy, Sebastián Barrios, aseguró a Salta/12 que sin dudas no es, como el año pasado, un Día de los Trabajadores como cualquier otro, en primer lugar por la imposibilidad de realizar reuniones, pero por otro lado porque están a un tris de tomar medidas de fuerza al no recibir respuestas favorables para acordar las paritarias postergadas del 2020.

El martes se definirá el futuro de las refinerías, ya que ese día vence la prórroga de la conciliación obligatoria dictada por la Secretaría de Trabajo, y Barrios afirmó que el miércoles, si no hay acuerdo, comenzarán con el paro total de actividades. El sector empresario ofreció un 23%, sin embargo el sindicato pide llegar a lo que ya se acordó con el sector del GLP (Gas licuado del petróleo), un 44% de aumento. En ese sector, ya están por comenzar las negociaciones para acordar los salarios del 2021.

Para quienes trabajan en yacimientos la situación es parecida, aunque ni siquiera lograron que la patronal ponga una primera oferta sobre la mesa. En ese caso aún hay algo más de tiempo, ya que la audiencia de conciliación se realizará también el martes, pero con una posibilidad de contar con cinco días más de prórroga.

El referente de petroleros sostuvo que en caso de no llegar a un acuerdo deberán afectar la producción a nivel nacional y no se despachará combustibles a los camiones distribuidores. Explicó que si esa medida se extendiera a lo largo del tiempo, en unos tres días se notaría el desabastecimiento en todas las estaciones.

“Las empresas solo quieren discutir 2021 amparándose en la pandemia”, contó Barrios, pero añadió que justamente por esos motivos, en el 2020 no hubo paritarias para ese sector, “por lo que hoy tenemos los mismos salarios desde abril del 2019”. Y subrayó que a pesar de estar pidiendo un aumento retroactivo, para ellos “ya sería un logro recomponer el salario y sobre esa base comenzar a dialogar para el 2021”.

El interanual de ese rubro se mide de abril a abril de cada año, por lo que una vez finalizadas las negociaciones del 2020, se sentarán a definir cuál será el aumento para este año. Barrios calcula que en ningún caso podrá estar por debajo del 35% debido a que las estimaciones de la inflación indican un promedio del 3% mensual.

Por último, indicó que prácticamente el 95% del personal retornó a sus trabajo y el restante son personas que por su salud o edad aún no regresaron, y remarcó que no tuvieron que sufrir despidos masivos. Sobre una nómina de más de 1.000 trabajadores, “solo 12 bajas en la refinería de Pampa Energy, en Campo Duran, de gente que aprovechó la oportunidad de la doble indemnización para acogerse al régimen jubilatorio”, contó el secretario General de petroleros.

La situación de gastronómicos y hoteleros es aún peor, ya que las restricciones a la circulación impactaron directamente en esos rubros, lo que generaron al menos unas 600 bajas en la provincia producto del cierre de hoteles y bares que no tuvieron espalda para sostener sus emprendimientos. El secretario General de UTHGRA, Pablo López, explicó que a diferencia de otros, “el primero de mayo es uno de los días que más se trabaja”, y postergan los festejos para el 2 de agosto, jornada dedicada a los empleados del sector.

Pero se mostró ofuscado con las últimas decisiones que adoptó el Comité Operativo de Emergencias (COE): “me gustaría hacerles una pregunta ¿de dónde sacan los índices para tomar decisiones como la de impedir que en una mesa de un bar no pueda haber más de cuatro personas pero permitir las reuniones sociales en casas particulares de hasta 10?”.

Para el gremialista, un restaurante, por los protocolos, puede garantizar un distanciamiento que no se logra en un domicilio particular, por lo que consideró de absurda esa decisión. A la vez que manifestó su total desacuerdo con la resolución que redujo aún más la concurrencia de personas, que pasó del 50 al 30% en cada local. “Ellos son los responsables que un sector como el nuestro esté quedando en la ruina”, sentenció.

También pidió que el horario de cierre sea a la 01 de la mañana, que les permitiría a los restaurantes hacer “por lo menos un recambio de mesa”. Según López, la gente que sale a comer alrededor de las 21, se retira pasadas las 23, y en ese momento se da un recambio, “con clientes que si les tenés que cerrar a las 00 no se pueden quedar”.

Con respecto a la pérdida de puestos laborales, López relató que la mayoría de los despidos vino desde el sector hotelero, ya que la gastronomía “es más dinámica y pudo abrir más tiempo”, y recordó lo sucedido recientemente con el Hotel Provincial. Que decidió despedir a 14 de sus 20 trabajadores.

El gremialista apuntó al gerente de ese establecimiento, quien decidió recortar el personal “y prescindir del trabajo de gente que tenía más de 30 años prestando servicios”, y muchos estaban a punto de jubilarse. “Hace un año que no les pagaban nada, solo cobraron los ATP y algún REPRO”, afirmó el secretario General de UTHGRA. Comunicó que ya realizaron las presentaciones judiciales en contra de la empresa, que adujo despidos con justa causa a pesar que aún rige el decreto presidencial que los impide.

“Vamos a exigir todo, la doble indemnización, los años trabajados y no pagados, la antigüedad y todo lo que corresponda, y esperamos que al dueño la justicia le trabe rápido un embargo”, culminó.

Las negociaciones paritarias para ese sector comenzarán en estos días. La próxima semana, el sindicato de UTHGRA a nivel nacional realizará su congreso para definir cuál será el porcentaje de recomposición salarial que pretenden para este año.

Esperanza en la construcción

A pesar de la crisis, quienes vislumbran luz al final del túnel son los trabajadores vinculados a la construcción. El secretario General de UOCRA, Rubén Aguilar, expresó su deseo de que se reactive la obra pública tanto provincial como nacional, “hay visos de mejoras, pero todo va a depender de cómo avance la situación epidemiológica”, expresó.

Para Aguilar, las perspectivas son buenas para este año, y el dato es que en el primer trimestre del año ya contabilizaron más de 2.000 nuevos contratos. Y agregó que esperan con ansias los nuevos sorteos del Procrear y del nuevo programa Casa Propia, que lanzó el gobierno nacional. Se estima que por cada vivienda que se inicia, ingresa al menos un trabajador.

“Pero tenemos las rutas anunciadas, la planta potabilizadora de líquidos cloacales que ya se licitó, las obras del ferrocarril que se habían paralizado el año pasado y que ya retomaron, más otras tantas que se van a iniciar, y que van a generar cientos de puestos”, celebró el sindicalista.

Resaltó que más que la pandemia, el golpe lo recibieron con las medidas económicas de recesión que tomó la gestión cambiemos, que provocó el desplome total de la construcción a finales del 2019, “y se sintió en marzo del 2020”. Algo que se fue recuperando paulatinamente durante ese mismo año y hasta la fecha, contó Aguilar.