Barcelona igualó este sábado 0-0 ante el líder Atlético Madrid en el Camp Nou, con lo que dejó escapar otra oportunidad de subirse a la cima de la Liga española. El empate lo celebró el conjunto dirigido por Diego Simeone, que sigue en la punta con 77 puntos, pero sobre todo el Real Madrid (74), que pasó a depender de sí y mismo y, de ganar las cuatro fechas que restan, será el campeón. Barcelona quedó a dos de lo más alto y sin la posibilidad de acortar de modo directo, tras desperdiciar en 10 días la segunda chance de trepar a la punta.

El equipo catalán, que en su anterior partido de local perdió ante Granada, no estuvo a la altura de lo esperado, como le sucedió en la mayoría de la temporada, y solamente en los últimos 30 minutos se mostró agresivo, a diferencia del conjunto col que lo afrontó como un partido definitorio.

Atlético Madrid impuso su idea en los primeros minutos, le trabó los circuitos de juego al local y le ganó los duelos por las bandas. El espacio entre los volantes y los defensores madrileños se observó acortado, con achiques rápidos y compactos frente a la insinuaciones catalanas. Ese dominio se asentó con el correr del tiempo, a pesar de la posesión pasiva de Barcelona -llegó al 75 por ciento-, y a los 18 minutos Ángel Correa tuvo una ocasión clarísima en la que Clément Lenglet le trabó justo y la pelota salió pegada al palo.

El cero en el arco local solamente se explicó por Marc-André ter Stegen, que tapó todo lo que le patearon, incluso situaciones peligrosas y de mano a mano con Luis Suárez. En ese contexto, Messi tomó la pelota en el medio, y en una versión más parecida a la del 2012, encaró desde la banda derecha y se cerró para su pierna predilecta, pero su remate encontró la mano de Jan Oblak, que hasta los 42 minutos miró el partido sin transpirar.

Barcelona salió con otra idea y sobre todo con mayor compromiso al momento de disputar balones divididos frente a un planteo más aguerrido y defensivo que en la etapa anterior. Poco a poco Messi se hizo dueño de cada ejecución, de cada pasaje y armado, y sus compañeros se animaron a mostrarse a asociarse con él para pisar el área rival. Ousmane Dembélé agarró mal un centro perfecto de Jordi Alba y su cabezazo, en soledad, salió por encima del travesaño a solamente cinco del final.

Inmediatamente Messi, que minutos más tarde tuvo un tiro libre de frente, se desarmó y terminó arrodillado mirando el piso, en un signo de resignación y a sabiendas que el empate en cero significó casi la despedida de la pelea por el título. En la próxima fecha, Barcelona visitará a Levante y Atlético Madrid recibirá a Real Sociedad.