El Ministerio de Desarrollo Productivo lanzó este lunes el Programa Pymes en Góndolas, para acompañar a las cooperativas, a integrantes de la agricultura familiar y a las micro, pequeñas y medianas empresas en el proceso que implica llegar a la comercialización en cadenas de supermercados. El paquete de medidas incluye líneas de crédito y asistencia a través de Aportes No Reembolsables por un monto de más de 3.300 millones de pesos.

El anuncio se realizó a las 11.30 en la pyme Helados Arti de Quilmes y estuvo encabezado por el secretario Pyme, Guillermo Merediz; la secretaria de Comercio Interior, Paula Español; y el titular de la Unidad de Gabinete de Asesores del Ministerio de Desarrollo Productivo, Alejandro Sehtman, entre otros.

Pymes en Góndolas es un programa específico de la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa que tiene entre sus objetivos capacitar a cooperativas y Mipymes para mejorar su productividad y dar asistencia técnica. Buscan facilitar la incorporación de las pymes al registro de proveedores de los supermercados y lograr que certifiquen productos y procesos.

“Las pymes de la argentina son una familia que hacen un esfuerzo permanente por mantenerse en pie. El programa busca cuidar a los trabajadores, a los empresarios, a las cooperativas y a los consumidores. Es un programa de apoyo, asistencia y acompañamiento. Cuando a las pymes les va bien a todos y a todas nos va bien, la pymes son el corazón productivo de este país” dijo el secretario pyme, Guillermo Merediz.

El programa incluye la vinculación de estas empresas con expertos en temas pyme, profesionales con conocimiento del sector, como ingenieros industriales o licenciados en alimentos, y prevé destinar 1.500 millones de pesos en aportes no reembolsables que las pymes podrán utilizar para desarrollar una marca desde cero, para certificar sus productos, o mejorar el diseño de su producción. Además, se destinarán otros 1.700 millones de pesos para tres líneas de financiamiento con tasas subsidiadas de hasta el 21 por ciento anual.

El programa se enmarca en la ley de góndolas, impulsada desde la Secretaría de Comercio Interior. La misma apunta a que todas las empresas tengan un trato equitativo en el espacio que ocupen en las góndolas y establece, entre otras cosas, que haya como mínimo cinco proveedores diferentes por cada producto que el 25 por ciento de la góndola esté ocupada por productos de empresas pymes, cooperativas o mutuales, y que el 5 por ciento pertenezca a empresas de la agricultura familiar, campesina o indígena o de la economía popular.

“ El desafío es, no solo llegar, sino permanecer. Es necesario crear actores que nos permitan fortalecer a las pymes y cooperativas que queremos que estén presentes en esas góndolas. Nos ha pasado de visitar pymes que logran acceder pero luego las formas de pago que reciben de los supermercados son inequitativas y muchas de las pymes no tienen la espalda financiera para permanecer en las góndolas. El rol del Estado está en dar las herramientas para que después cada uno pueda efectivamente elegir. La señalética, la ubicación y las formas de pagos, son un conjunto de herramientas fundamentales para fortalecer el tejido productivo” explicó Paula Español.

Con este nuevo programa de la Sepyme, el Ministerio de Desarrollo Productivo le ofrece una asistencia integral a las pequeñas empresas, con financiamiento y capacitación no solo destinado a que puedan ingresar con sus productos a las góndolas de los supermercados, sino también para que puedan sostener el nivel técnico y de producción necesario que les permita consolidarse en el tiempo como proveedores de las grandes cadenas.

La ley de Góndolas también busca generar un trato equitativo en el vínculo comercial entre las cadenas de supermercados y las empresas. En ese sentido, otorga un máximo de 60 días para que los comercios abonen a las micro y pequeñas empresas y de 40 días cuando se trate de emprendimiento de la economía campesina, agricultura familiar, cooperativas y mutuales. Además, determina que no pueden establecerse plazos o modalidades de pago preferenciales, con fines exclusorios o inequitativos entre los distintos proveedores. También se exige el trato igualitario en las condiciones en los descuentos, bonificaciones, reposición, transporte, abastecimiento, logística y devoluciones.