La pregunta de los primeros días del último confinamiento decretado por el presidente Alberto Fernández para intentar bajar los casos de coronavirus va a buscar la siguiente respuesta: si los contagios bajan y cuánto. Y si las medidas surgen efecto, en el Gobierno ya están pensando qué hacer después de esta etapa de cierre duro, dado que el virus es impredecible y el plan es vacunar y que el sistema de salud resista.

En ese sentido, la ministra Carla Vizzotti dijo que de ser necesario, habrá “cierres intermitentes” durante el invierno. En las próximas semanas podría implementarse un sistema pergeñado por tres científicos del Conicet en el marco de la Unidad Covid del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación llamado ASPI, que intercala semanas de restricciones duras con otras de mayor apertura.  El jefe de Gabinete Santiago Cafiero, por su parte, remarcó esta mañana en diálogo con Radio Continental que luego de estos nueve días de mayores restricciones dispuestas por DNU "no se flexibilizan" las que rigieron desde el 1 de mayo hasta el viernes último, sino que se "se vuelve a la caracterización epidemiológica que teníamos antes" de las medidas vigentes desde el sábado.

El problema es que el guión de la pandemia siempre es tentativo y se modifica al ritmo de los contagios. Entre otros esquemas, una posibilidad es la alternancia de nueve jornadas de aislamiento con 12 de apertura. El plan, elaborado desde el ministerio de Ciencia,  debería llegar en estos días a la mesa de Alberto Fernández. Y Vizzotti habló de la posibilidad de implementar cierres intermitentes durante el invierno.

Cafiero recordó que "el presidente Alberto Fernández hace más de setenta días advirtió que se venía la segunda ola" de la pandemia de coronavirus y sostuvo que "esas medidas no fueron acompañadas con controles"

Citó el caso de la Ciudad de Buenos Aires, donde "incluso alguna de las medidas", como la que disponía que las clases debían desarrollarse a distancia, "fueron denunciadas judicialmente" y remarcó que hoy están visibles "las consecuencias" de esa postura, con la estampida de contagios. Remarcó que luego de este nueve días de mayores restricciones dispuestas por DNU "no se flexibilizan" las que rigieron desde el 1 de mayo hasta el viernes último, sino que se "se vuelve a la caracterización epidemiológica que teníamos antes" de las medidas vigentes desde el sábado.

Vizzotti

Las nuevas medidas "son intensivas, focalizadas y transitorias", sostuvo la ministra de Salud y agregó que en caso de ser necesario también "habrá cierres intermitentes" durante el invierno cuando "el riesgo sea mayor".

"Cada medida se va analizando cuidadosamente en función de la situación epidemiológica, la fuente de los contagios y la velocidad" y "en caso de ser necesario habrá cierres intermitentes", dijo.

"Vamos a ir monitoreando", añadió y se mostró expectante en poder "disminuir la circulación en estos 9 días".

En cuanto a la marcha del plan de vacunación, la ministra --que viajó a México y a Cuba a conseguir más vacunas junto a la asesora presidencial Cecilia Nicolini-- dijo que el Gobierno nacional está esperando 860.000 dosis de AstraZeneca, a través del mecanismo Covax, que podrían llegar en las próximas horas al país

El próximo fin de semana será clave para el jefe de Gobierno porque deberá decidir con qué modalidad seguirán dando clases las escuelas en CABA. Los funcionarios aseguran que había que restringir porque los casos estaban muy altos y había que poner un freno. Verbigracia, el jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, se contagió de coronavirus. 

Hipótesis

Si los casos se mantienen o crecen, una alternativa será adelantar las vacaciones de invierno, aunque para algunos sería apresurado usar ese recurso antes de los meses más fríos. A través de la ministra Carla Vizzotti, el Gobierno blanqueó la estrategia de disponer más adelante nuevas restricciones firmes, en etapas, de acuerdo con la situación epidemiológica.

En la Ciudad mostraron predisposición a mantener la coordinación con ese esquema, aunque advirtieron sobre la necesidad del avance del proceso de vacunación.

“El objetivo es no cerrar, pero puede pasar. Si se confirma la llegada de las cuatro millones (de AstraZeneca) y el resto de las anunciadas, tenés menos posibilidades de que haya tantos cierres fuertes”, marcaron sobre las medidas intermitentes.

“Necesitamos más vacunas", había asegurado Diego Santilli el viernes, a la espera de unas 350.000 anunciadas para CABA para los próximos días, lo que permitiría terminar con la aplicación de la primera dosis para la población de riesgo (unas 1.200.000 personas entre adultos mayores y con enfermedades preexistentes).y avanzar con la segunda.