Durante la madrugada de este martes, una bomba cuya fabricación intenta determinarse estalló en un local del Frente de Todos (FDT) de Bahía Blanca, al sur de la provincia de Buenos Aires. La explosión destrozó el interior y parte del frente del inmueble y sus autores dejaron panfletos que evidencian la intencionalidad política del hecho. También plantaron una amenaza: “Empezar la purga” contra la militancia.

Por su magnitud y el momento en que ocurrió, el estallido sacudió la noche del microcentro bahiense. Fue a las 2:30, se oyó a varias cuadras y la ola expansiva también dañó parte del frente de varios comercios y viviendas de enfrente. No hubo heridos ni afuera ni adentro de ese local ubicado en Berutti 184, esquina Donado, que por esas horas estaba vacío.

Según los indicios, el artefacto explosivo fue colocado o arrojado en una de las ventanas que da a una de las calles laterales del lugar que desde hace diez años es uno de los epicentros de la actividad política que desarrolla el FDT, oposición en ese distrito cuya gestión municipal está a cargo del macrista Héctor Gay, que repudió el ataque.



Tanto las ventanas y el mobiliario del interior quedaron totalmente destruidos por el atentado que por estas horas investiga la Justicia local y la División Explosivos de la policía provincial. A través de una declaración pública, los dirigentes del FDT que militan allí dejaron claro que todo se trató de “un acto de violencia política inédito”.

Antes o junto con la explosión (eso lo determinará la investigación judicial en curso), los autores del atentado dejaron panfletos que enumeran una serie de acusaciones contra el oficialismo nacional e incluyen una severa amenaza: “Ahora a cuidarse traidores, sabemos dónde viven”.


El texto también incluye definiciones que, por su discurso, podrían dar una pista del sector de donde proviene. Alude el contexto de pandemia con la expresión “nos quitan la libertad”, afirma que “matan a niños con el aborto” y dice que “se subvierten los valores naturales”, entre otras consignas.

"Claramente el mensaje busca generar temor"

“La verdad es que es un hecho que no puede tolerarse. Es un ataque muy fuerte contra la política y la vida democrática”, definió Federico Susbielles, uno de los responsables de ese local en que la agrupación La Cámpora realiza actividades de militancia.

En diálogo con Página/12, el dirigente del FdT de Bahía Blanca prefirió ser cauto y no tejer hipótesis sobre las responsabilidades. Confía en la tarea del Comando de Patrullas, Bomberos, Defensa Civil y la Guardia Urbana que acudieron al lugar inmediatamente después de la explosión y aportan datos a la investigación.


A pesar de las amenazas incluidas en los panfletos, Susbielles aseguró que, de momento, no pedirán custodia para el local atentado ni para las personas que militan allí. “Claramente el mensaje busca generar temor, pero la respuesta tiene que ser más trabajo y reivindicar la política como herramienta de transformación social. No queremos volver a tiempos oscuros a los que, evidentemente, un sector quiere volver”, dijo.

Para Ayelén Durán, senadora provincial del FDT y oriunda de Bahía Blanca, “hay que ser prudentes con las definiciones porque hay una investigación” en curso. 

En este marco se secuestraron restos del explosivo, objetos del local que podrían dar indicios y se pedirá el secuestro del material filmado en las cámaras de seguridad de la zona, ubicada a solo cinco cuadras de la plaza central de la ciudad.

“Lo que ahora esperamos es una respuesta contundente de nuestra sociedad” sobre lo ocurrido, resaltó Susbielles. “Que los actores de la vida política de Bahía Blanca y de todo el país salgan a expresarse en contra de estos sectores que atentan contra la convivencia democrática”, pidió.

En su opinión, “la respuesta a esto tiene que ser todo lo contrario a la parálisis y salir a buscar con mayor energía la concordia que algunos no quieren”.


El repudio del intendente

A través de Twitter, el intendente Gay expresó su “más enérgico repudio a los ataques” ocurridos durante la madrugada y lo definió como “un acto de violencia que atenta contra la democracia y principalmente contra todos los bahienses y la sociedad en general”.

“Más allá de que los responsables deben ser identificados, es fundamental que toda la ciudadanía, la dirigencia política y las organizaciones de nuestra ciudad expresemos nuestro rechazo y trabajemos frente a estos grupos minoritarios que atentan contra la libertad”, añadió.