China lanzó este sábado un cohete de carga con provisiones y equipos para su nueva estación espacial, que todavía se encuentra en construcción, luego de sufrir algunos retrasos por cuestiones técnicas.

El cohete Long March 7 de 14 toneladas, con la nave Tianzhou-2 cargada de comida, equipos y combustible, despegó del centro de lanzamiento Wenchang, situado en la provincia insular de Hainan, al sur del país. La nave de carga se separó con éxito del cohete, entró en órbita y desplegó sus paneles solares.

A su vez, señaló que el montaje en órbita de la estación espacial, llamada Tiangong (“palacio celeste”), necesitará de unas diez misiones adicionales, por lo que se estima que estará completamente operativa en 2022 y que permanecerá activa en la órbita terrestre durante por lo menos 15 años.

Ante la posibilidad de que la Estación Espacial Internacional quede inactiva después de 2028, la estación Tiangong se podría convertir en el único puesto remoto de humanos en la órbita terrestre.

“En primer lugar, necesitaremos transportar materiales de apoyo, piezas de repuesto necesarias y el equipamiento, y luego, a nuestra tripulación”, indicó Hao Chun, director de la agencia espacial china.

Además, aseguró que una vez que la nave de carga arribe a la estación espacial, China empezará los preparativos para enviar a tres astronautas que descargarán las mercancías, que incluyen comida como carne de cerdo desmenuzada con salsa de ajo y pollo Kung Pao.

Pekín ya invirtió miles de millones de dólares en sus distintos programas espaciales, que incluyen proyectos en la órbita terrestre y el envío de naves no tripuladas a la Luna y Marte, con el objetivo de ponerse a la altura de Rusia y Estados Unidos.

Las autoridades chinas afirmaron que están abiertas a que otros países colaboren en su estación espacial. Sin embargo, todavía no aclararon en qué podría consistir esta cooperación.

Este mes, el rover chino Zhurong llegó a Marte y ya empezó a enviar sus primeras imágenes, por lo que China se convirtió en el tercer país, después de Estados Unidos y Rusia, en lograr el aterrizaje de un robot teleguiado en el planeta rojo.