En el 64,3% de los hogares de barrios populares rosarinos son las madres quienes acompañan a sus hijos con las clases virtuales. Casi el 80% de las 2894 familias entrevistadas usa Whatsapp como forma principal de vínculo con la escuela y un 53% de los encuestados cree que el acompañamiento de los espacios comunitarios, con actividades como los apoyos escolares, son claves para el desarrollo educativos de niños y niñas. Estos datos surgen del Relevamiento Federal Educativo, realizado por el Movimiento Evita en todo el país. “El estudio viene a poner en cifras visibles algo que venimos señalando hace tiempo: la organización social del cuidado es injusta, y recae en las mujeres” apuntó Majo Poncino, referente del Movimiento Evita. 

Poncino, que integra el Comité Feminista para la Emergencia Sanitaria, expresó que “con la pandemia, este desbalance en el reparto de las tareas se acentuó, y si por un lado nos da orgullo porque, en oposición al muchas veces sobredimensionado alcance del discurso meritocrático, nuestro pueblo demuestra nuevamente que sabe que nadie se salva solo, por el otro nos preocupa: las mujeres en sus hogares están siendo sobreexplotadas, sin posibilidad de poder elegir o delegar, mucho menos de ver remunerado a su trabajo”.

El pedido, entonces, es una respuesta acorde a la responsabilidad social del cuidado. “Queremos que el Estado acompañe esta realidad y ayude a enmendarla con políticas públicas sostenidas en el tiempo” sostuvo Poncino.

Poncino salió casa por casa, en la encuesta que abarcó entre 20 y 25 barrios de la ciudad. "Lo que sí me sorprendió más allá de que lo sabíamos por las propias compañeras y compañeros que nos cuentan, es la responsabilidad y el compromiso para que las chicas y los chicos puedan asistir a clase de alguna manera, que puedan hacer la tarea, sobre todo. La presencia de la mamá al lado, ayudándolo como de la manera que puede para que termine la tarea", cuenta Poncino sobre la experiencia. 

Según el estudio, en los barrios populares las clases virtuales se sostienen vía Whastapp en un 79,5% de los casos. Le siguen las plataformas educativas (7,4%), el resto de las redes sociales (7,1%), y recién después se ubican las apps de videollamadas (5,2%). En paralelo, en el 71,2% de los hogares hay un solo dispositivo de acceso, ya sea computadora o celular, y en apenas un 10,3% cuenta con un aparato por chico. En el 18,1% de los casos, no hay ningún tipo de dispositivo en el hogar, debido a lo cual se depende de vecinos o instituciones barriales. Para Mariano Romero, dirigente territorial de la organización, estos números alarman si además se tiene en cuenta que “en dos de cada tres hogares, las clases virtuales se sostienen gracias a los datos móviles de telefonía celular que paga cada padre como puede”.

“Sólo el 16,6% de las familias cuenta con acceso a internet en su casa, y de esa cifra, casi la mitad sostiene que tiene problemas con el servicio” aseguró Romero, y señaló: “esto quiere decir que la abrumadora mayoría de los chicos queda afuera del sistema educativo actual, a pesar de los esfuerzos que hacen los docentes para tratar de llegar a todos, que hacen los padres por colaborar, que hacemos desde las organizaciones por brindar acompañamiento desde nuestros centros comunitarios, porque el problema no pasa ya por la voluntad de tal o cual actor, si no que se trata de una falla estructural que sólo puede resolverse con políticas públicas”

En ese sentido, el dirigente del Evita resaltó la importancia de “avanzar con la Ley de Conectividad, que impulsa el gobernador Omar Perotti, porque en la segunda década del siglo 21, el acceso a internet tiene que ser considerado un servicio público tan importante como la luz, el agua potable o las cloacas”.

El estudio, realizado por miembros de la Secretaría de Educación del Movimiento Evita Rosario, se hizo en el marco del Relevamiento Federal Educativo, que lleva adelante la organización en barrios populares de todo el país.