Hay vida después del fútbol, así lo indica el informe de la FIFA basado en un relevamiento de más de 30 ligas y 280 instituciones de fútbol femenino: hay futuro después del retiro... y es gracias a los clubes. Según el documento que se difundió la semana pasada, más de la mitad de los clubes (el 58%) ayuda a sus jugadoras a desarrollar una carrera profesional una vez que dejan la actividad. Algunas de las ayudas más habituales consisten en formación para convertirse en entrenadoras u ocupar cargos administrativos y en acceso a la educación continua y superior, prácticas laborales y mentorías.

El proceso de profesionalización que inició el fútbol femenino argentino en 2019 le abrió a muchas jugadoras la posibilidad de dedicarse por completo a su carrera como deportistas. Pero convertir al fútbol en un trabajo también implica más tiempo y dedicación, desatendiendo o dejando de lado otras actividades, entre las que puede estar la educación formal. En esa línea, la virtualidad impuesta por la pandemia significó para muchas futbolistas la oportunidad de retomar sus estudios.

Clubes, contratos y colegios

Pibas con Pelotas consultó a cada uno de los 19 clubes de la primera división argentina sobre el nivel de escolaridad de sus plantillas:

  • De las 542 jugadoras del fútbol femenino de AFA, el 53% tiene contrato profesional: 293 futbolistas.
  • 7 clubes de los 19 que compiten en el torneo oficial, tienen planteles compuestos íntegramente por jugadoras con el secundario completo.
  • El 9% de las jugadoras no terminó el secundario, un valor bajísimo comparado con el 50% estimado para el fútbol masculino.
  • Más del 91% de las jugadoras de primera división estudia o terminó el secundario.
  • El 18% de las futbolistas está cursando el colegio secundario.
  • El 27% está estudiando una carrera de grado o de nivel terciario.
  • El 10% tienen un título terciario o universitario.

En primera persona

“No se puede depender exclusivamente del fútbol”, asegura la arquera australiana Lydia Williams en el informe de FIFA. “El fútbol te consume con tantos altibajos y torbellinos emocionales, hay que contar con algo estable, como los estudios o una afición sin conexión con el fútbol”, plantea la jugadora del Arsenal que además disputó cuatro mundiales con su selección.

“Estar haciendo las dos actividades, la educativa y la deportiva, me demanda mucho tiempo, dedicación, esfuerzo y compromiso. El tiempo libre es muy escaso y el descanso es un factor fundamental pero desde el club fomentan, acompañan y exigen la educación y nos dan la posibilidad y las herramientas para poder hacerlo”, comparte Sofía Dominguez, que está cursando cuarto año del secundario y es parte del plantel de River. La futbolista, que además integra la Selección Nacional Sub 17, destaca que el sacrificio y la voluntad son fundamentales para sostener las dos cosas. “La virtualidad me ayudó con los tiempos y la comodidad de estar en casa, pero la presencialidad ayuda en la comprensión”, analiza.

Sasha Gigliani, de Estudiantes de La Plata, está estudiando la carrera de DT de la Escuela de César Luis Menotti. “Sabiendo que de acá a 10 años habrá un retiro de mi carrera deportiva, quería seguir sumando a la generación de las chicas que vengan después. El curso de entrenadora me alimenta mucho la cabeza, me ayuda para entender más lo que pasa dentro del campo y me da los conceptos para manejarme como jugadora”, asegura la joven de 25 años que trabaja como modelo y fue elegida Miss Argentina Hispanoamericana. La ex-Vélez coincide en que la virtualidad ayuda a organizar los tiempos pero también subraya la importancia de la adecuación del plan de carrera para las deportistas en actividad: “Al ser jugadora, tengo un plan diferente y así incorporás mejor la teoría, además podemos volcar las prácticas en los entrenamientos”, explica.

A la defensora de Racing Eugenia Nardone la pandemia la llevó a reflexionar sobre su futuro: “caí en la cuenta de que quizás el fútbol se termina”, dice. En medio del confinamiento y las restricciones, se dio cuenta de que el curso de entrenadora le dejaba tiempo para más y consultó por una beca para el curso de video-análisis a la que pudo acceder gracias a la coordinación del club con la Secretaría Técnica. Ahora la rosarina de 21 años es alumna de la Licenciatura en Actividad Física y Deporte en la UNDAV dentro del programa Doble Carrera. “Lo bueno del programa es que las instancias de la carrera se acomodan a la vida de la deportista. La verdad es que me está haciendo muy bien estudiar y poder sacar un poco la cabeza del club, porque si bien es necesario estar las 24 horas pensando en eso y en mi carrera deportiva, formarme para el día de mañana me da una satisfacción muy grande”, finaliza.

El aporte de la fundación

La Fundación El Futbolista, creada por Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), ofrece a futbolistas profesionales, en formación y familiares, la posibilidad de finalizar la educación media a través del Programa Adultos 2000. Este sistema acelerado para terminar el secundario a distancia fue desarrollado en convenio con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y otorga el título oficial de Bachiller con orientación en Ciencias Sociales y Humanidades. Hoy cuenta con 9 jugadoras cursando el secundario y 80 anotadas en los cursos de idiomas, informática y prevención de lesiones en el campus virtual.

*Romina Sacher