Christian Brueckner, el principal sospechoso del caso Madeleine McCann, la niña británica que desapareció en 2007 en Portugal, envió un comunicado de prensa desde la cárcel en el que asegura que es inocente, al tiempo que le solicita la renuncia al fiscal a cargo del caso, Hans Christian Wolters.

“Acusar a un sospechoso es una cosa, pero es algo completamente diferente cuando un fiscal inicia una campaña de prejuzgamiento público antes de iniciar el proceso principal”, comienza la carta escrita a mano por Brueckner publicada por el medio alemán Bild. Es la primera vez que el sospechoso habla públicamente desde que se conocieron las acusaciones.

Además de calificar lo sucedido como “un escándalo increíble” y de asegurar que está siendo víctima de una campaña difamatoria, hizo referencia a la libertad de expresión y planteó que no está pensada para “que la gente diga o escriba lo que le gusta oír a la mayoría”.

La carta de Brueckner


Luego, le pidió a los fiscales que investigan el caso que renuncien a sus cargos: “Ambos demuestran, a través de convicciones arbitrarias del pasado y a través de escandalosas campañas de prejuicio contra una persona inocente, que no son aptos para el cargo de ‘defensores honestos del pueblo alemán’”. Por último, aseveró que ese tipo de sistema legal es una “vergüenza para los alemanes”.

La misiva, que está fechada el 8 de mayo, también fue acompañada por un dibujo aparentemente realizado por Brueckner. En la caricatura están representados los dos fiscales del caso, Wolters y Ute Lindemann, que grafica la supuesta falta de pruebas en su contra. “Voy a pedir un filete forense”, afirma el hombre que se parece a Wolters. “Delicioso, yo también”, agrega la mujer que sería Lindemann.

Qué tan avanzada está la investigación sobre el caso Maddie

El principal sospechoso, Christian Brueckner, es un ciudadano alemán de 43 años que se encuentra cumpliendo una condena en una cárcel alemana por tráfico de drogas mientras apela una sentencia de siete años por una violación en Praia da Luz, ocurrida 18 meses antes de la desaparición de Madeleine.

En septiembre, la justicia alemana abrió una nueva investigación contra Brueckner relativa a la violación de una joven irlandesa en 2004 que tuvo lugar en Algarve, la región donde desapareció Maddie McCann.

La policía alemana encontró ropa de niños, así como imágenes y videos en la “guarida secreta” de Brueckner. Se trata de una antigua fábrica en ruinas situada en la ciudad de Neuwegersleben, al norte de Alemania.

Asimismo, se sabe que el sospechoso estuvo en ese lugar con su motorhome en 2007, el año en que desapareció Madeleine. En este vehículo también se pudo hallar gran cantidad de trajes de baño de niñas y, además, Brueckner decía que allí escondía “niños y drogas”.

La policía también efectuó excavaciones en un jardín obrero cerca de Hannover, las cuales están relacionadas con la investigación sobre el caso Maddie, según señaló Julia Meyer, portavoz de la fiscalía.

En tanto, los forenses alemanes que brindan apoyo en la investigación de Madeleine solicitaron a sus pares portugueses que se vuelva a analizar una muestra de ADN recolectada en 2007 debido a que el avance de la tecnología podría suministrar más información sobre la misma.

Hans Christian Wolters, por su parte, le envió una carta a los padres de Madeleine, donde les confirmó que poseen evidencia concreta de que fue asesinada, aunque aclaró que no puede revelar las causas del fallecimiento porque implicaría entorpecer la investigación.

Por otra parte, una ex pareja de Brueckner, relató la violencia de género que él ejerció en diversas situaciones de la relación y afirmó que si Brueckner es el responsable “necesita ser realmente castigado por ello”.

La desaparición de la pequeña McCann en el Algarve portugués conmocionó al mundo en mayo de 2007 y desde entonces las investigaciones no han logrado esclarecer qué ocurrió aquella noche cuando desapareció del hotel donde se alojaba con su familia.