Como es habitual en el astro luso, Cristiano Ronaldo se volvió viral antes del fútbol y luego, una vez inmerso en el, reavivó todavía más las llamas que vuelven un ícono mundial del deporte, pero esta vez a fuerza de sus dotes de juego. Es que, tras el gesto de quitar dos botellitas de Coca Cola de la conferencia de prensa previa y poner en su lugar una de agua, la estrella de la Juventus fue también la figura del 3-0 con que Portugal venció como visitante a Hungría, por la Eurocopa, en un partido en el que los últimos dos goles tuvieron su firma y lo convirtieron en el máximo goleador de la historia de la Eurocopa.

La acción en el estadio Ferenc Puskás que cobijó a 67 mil espectadores, luego de un partido sin demasiado vuelo, reservó toda su intensidad para los últimos diez minutos. A los 80, parecía que la victoria se la llevaba el local en Budapest , pero finalmente el VAR le anuló su primer grito al húngaro Szabolcs Schön.

Después del grito ahogado por la tecnología -que dejó en evidencia la posición adelantada del juvenil-, se despertó Portugal. Y si bien el primer gol, de Raphaël Guerreiro, tuvo bastante de blooper a fuerza de sucesivos rebotes que iban dejando cada vez más desorientado al arquero local, la furia de la Selección comandada por Cristiano Ronaldo arrasó luego con las debilidades húngaras.

En cinco minutos, Ronaldo hizo añicos las ilusiones que había en el Puskas y también las noticias que él mismo genera, que van quedando siempre viejas a fuerza de su intensidad. Cuando a los 87 el luso anotó el penal que estiró la ventaja a 2-0 y, ya en tiempo de descuento, selló el marcador definitivo en un lindo gol con doble pared incluida en el área, su fútbol había dejado atrás el gesto que puso nerviosa a la marca de bebidas azucaradas.

El propio portugués dejó atrás en ese instante la novedad que, al saltar al campo de juego, él mismo había hecho récord, al convertirse en el primer jugador en disputar cinco ediciones de la Eurocopa. ¿Por qué? Porque, con su doblete, le puso su nombre a un nuevo hito: Cristiano Ronaldo necesitó sólo de un partido, el debut en esta nueva Eurocopa, para erigirse como el máximo goleador del torneo, con 11 gritos que superan ahora la marca de nueve que, hasta este martes, lo igualaba con el francés Michel Platini.

El portugués, que comandó al seleccionado defensor del título a una victoria en su estreno, puede relajarse ahora tras su vertiginoso día, otro más de los que habitualmente caracterizan su intensidad futbolera. Y esperar, claro, el próximo partido: ni más ni menos que ante Alemania, el sábado que viene.