El precio de bitcoin volvió a superar los 40 mil dólares. En las últimas semanas tuvo una fuerte volatilidad que lo hizo pendular entre los 32 y los 38 mil dólares por moneda. Entre los inversores siguen sin ponerse de acuerdo respecto de lo que puede ocurrir. Los gurúes de las monedas digitales aseguran que comenzó una nueva ola de suba de precios e incluso vaticinan que se logrará un record superior a los 250 mil dólares.

Los críticos de esta tecnología consideran que las cotizaciones se están sosteniendo en forma artificial, que muchos ahorristas minoritas serán el principal segmento afectado por el derrumbe de las monedas digitales y que esta burbuja no tiene espacio para seguir creciendo en forma indefinida. El economista Nouriel Roubini fue uno de los que en los últimos días volvió a cargar fuerte contra los criptoactivos como el bitcoin.

El consultor internacional aseguró que es claro que no funciona como un medio de pago ni como una unidad de cuenta pero también planteó que no puede ser una reserva de valor. “En abril alcanzó un pico histórico de 64.000 dólares. Y luego, unas semanas después, bajó a casi 30.000. Bitcoin ni siquiera es una cobertura contra los episodios de riesgo. La gente dice que es un activo no correlacionado al que le va bien cuando, por ejemplo, las acciones globales lo están haciendo mal. Eso no es en absoluto cierto”, dijo Roubini.

Para el economista, el valor de estas monedas digitales no sólo son cero sino que directamente se pueden medir en valores negativos. El impacto medioambiental es uno de los elementos que pueden utilizarse para plantear una situación de pérdida para la sociedad por el uso de estas redes descentralizadas de intercambio de monedas electrónicas.

Pero la lectura de los analistas críticos no es la única que se escucha en los mercados financieros. Los fondos de inversión internacionales siguen aumentando su participación en criptomonedas y los proyectos de instituciones de renombre como Visa y Mastercard se mantienen con el objetivo de sumar procesamiento de pagos en criptomonedas.

Entre las declaraciones más eufóricas a favor de las monedas digitales en las últimas semanas figura la del dueño de la red social Twitter. “No creo que haya nada más importante en mi vida para trabajar que el bitcoin”, dijo Jack Dorsey. El multimillonario sostiene que esta criptomoneda tiene el potencial de convertirse en el dinero de internet. Esto equivale a una moneda que no es emitida por gobiernos sino que circula en forma privada.

Sobre este último punto aparece uno de los grandes interrogantes y de los planteos contra la masificación de la tecnología. Pocos economistas consideran que los Estados permitirán que las monedas digitales circulen libremente perdiendo la capacidad de emitir moneda y limitando el rol de la política monetaria. Por otro lado, se critica la falta de organismos de control propios de un sistema descentralizado que posibilita que circule una parte del dinero no declarado del mundo y encuentre canales sencillos para reintroducirse a la economía.

El avance del Salvador para legislar el uso del bitcoin como moneda de curso legal fue analizado por la mayoría de los organismos internacionales como la excepción a la regla en lugar de una tendencia. El Fondo Monetario Internacional fue uno de los que se declaró en contra de la medida anunciada por el presidente salvadoreño Nayib Bukele.

“La adopción del bitcoin como moneda de curso legal plantea una serie de cuestiones macroeconómicas, financieras y legales que requieren un análisis muy cuidadoso”, dijo el vocero del FMI Gerry Rice. “Estamos siguiendo de cerca los acontecimientos y continuaremos nuestras consultas con las autoridades”.