Sin conocer detalles de la propuesta presentada por Cristina Fernández de Kirchner de transformar el sistema de salud, idea lanzada al espacio público como apertura a un debate, representantes de las prepagas la rechazaron. En realidad, detrás de cuestionar la convocatoria a reformar el sistema se encubre la demanda de un ajuste de las cuotas del seguro e salud que pagan las familias.

En conferencia de prensa, el presidente de la Unión Argentina de Salud (UAS), Claudio Belocopitt, afirmó que se tienen que ajustar las tarifas en proporción al incremento de los costos. Como no se está cumpliendo, según él, esa relación, el Gobierno quiere estatizar el sistema. 

El factor que no mencionó Belocopitt es la desproporción que existe entre las cuotas de las prepagas y la mayoría de los presupuestos de sus asegurados.

En un argumento contorsionista para pedir aumentos de tarifas, señaló que “la estatización de un sistema puede producirse de hecho o de derecho. En este último caso, las autoridades elevan un proyecto al Congreso y se debate de cara a la sociedad, como se hizo con las AFJP. Pero si alguien dicidiera tomar de hecho el sistema de salud privado, primero lo desfinanciaría, lo pondría de rodillas y sobre los escombros y la ruina de la salud de millones de argentinos, diría que se sería necesario estatizar bajo el argumento de que el sistema no puede cumplir con sus obligaciones”.

Belocopit adelantó que las compañías de seguro de salud recurrirán a la vía judicial para subir las cuotas a los afiliados. “Lo que pediremos es, ni más ni menos, que se cumpla la ley de 26.682, que regula nuestra actividad, y que establece que las tarifas se deben actualizar conforme se encarezcan los costos”, indicó.

El último aumento autorizado por el Gobierno fue de 4,5 por ciento para abril y de 5,5 por ciento para mayo, alzas que se sumaron al 10,0 por ciento que se aplicó en diciembre de 2020 y de 3,5 por ciento que empezó a regir desde marzo de este año. Con estos aumentos, un plan familiar básico oscila de 15.000 a 20.000 pesos mensuales.

Pese a esos aumentos y que esa cuota absorbe un parte importante del presupuesto familiar, las prepagas pretenden un ajuste adicional de 40 por ciento, en un cálculo que hacen entre lo que dicen aumentaron los costos y el monto de las cuotas de sus planes.