Dos años después de la adopción del tratado internacional sobre la violencia y el acoso en el trabajo, sólo Argentina y otros cinco países lo ratificaron, anunció la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que anticipó que comenzará una campaña mundial contra este problema. El Convenio, además, acaba de entrar en vigor debido a los mecanismos legales que prevén, para ello, que se cumpla el plazo de espera de un año luego de que un segundo país lo haya ratificado.

Adoptado por mayoría en junio de 2019 por los miembros de la OIT -la agencia de las Naciones Unida que reúne a gobiernos, empleadores y sindicatos de 187 Estados-, el Convenio se aplica a la violencia y al acoso vinculados con el mundo del trabajo. El texto contempla además lo que sucede en espacios públicos y privados cuando sirven de lugar de trabajo, pero también durante los desplazamientos entre el domicilio y el lugar de trabajo, así como en las comunicaciones electrónicas.

"Un mejor futuro del trabajo está exento de violencia y acoso", declaró el director general de la OIT, Guy Ryder. "Insto a los países a ratificar el convenio y a contribuir a construir, junto con los empleadores, los trabajadores y sus organizaciones, una vida profesional digna, segura y sana para todos", añadió.

Hasta ahora, sólo confirmaron el acuerdo Argentina, Ecuador, Fiji, Namibia, Somalia y Uruguay.