Desde hace algunos años, los movimientos feministas en Argentina vienen proponiendo una disputa por el lenguaje. Uno de los términos que resuena cada vez más es el de la “deconstrucción”. El concepto es utilizado para aludir al proceso de revisión de mandatos patriarcales que han conformado a nuestras sociedades históricamente. Deconstruir la masculinidad hegemónica implica cuestionar privilegios que sostienen desigualdades entre géneros. Y es esa una de las propuestas del perfil: “De machos a hombres”, creado por el Instituto para el Desarrollo de Masculinidades Anti Hegemónicas (IDMAH), localizado en México.

Matías de Stéfano Barbero, doctor en Antropología, plantea que lo que caracteriza las relaciones de los varones que ejercen violencia no es el alardeo ante sus amigos, sino el silencio. Ante esto, manifiesta que resulta relevante habilitar espacios en donde los hombres puedan hablar sobre las emociones con sus pares y, a su vez, romper con que tal cuestión implica una muestra de vulnerabilidad.

“De machos a hombres” se crea con tal fin: intervenir en las redes sociales para abordar diversos temas en materia de género, interpelando y buscando la participación activa de un público masculino. El equipo que consolida al IDMAH está conformado por especialistas ligados/as a la comunicación, la psicología, el activismo, la sociología, el diseño, la antropología y los derechos humanos. Como lo señalan en sus perfiles y páginas, su objetivo principal es proponer la promulgación de espacios para los hombres a partir de los cuales se desafíe al machismo.

Nicko Nogués, fundador y director del Instituto en cuestión, expresa: “El 90% de los homicidios del mundo lo cometen los hombres. No sólo nos estamos matando entre nosotros por ‘machos’, sino que también las matamos a ellas por odio. Necesitamos nuevos espacios de diálogo que detonen otro tipo de conversaciones y, por lo tanto, accionen otro tipo de comportamientos”.

De esta forma, si se tipea: “De machos a hombres” en las redes sociales Twitter, Instagram o Facebook (también producen podcasts en Spotify) hallaremos contenidos generados a partir de una metodología de hacks o recomendaciones que buscan promover la transformación de la cultura patriarcal. Nicko comenta que algunas de las temáticas centrales que abordan giran en torno a la importancia del consentimiento en las relaciones -No es no- , a la relevancia de reconocer privilegios que han sido y aún son asignados a los hombres por su condición de género, y a la promoción de masculinidades positivas. “Masculinidades que se asuman desde una posición antisexista, antihomofóbica, antirracista y anticlasista”, cuenta.

La novedad radica en que sus posteos están dirigidos principalmente a usuarios hombres, ya que se busca interpelar a los mismos desde esas acciones y discursos que, muchas veces, conforman su vida diaria. Retomando las palabras del director del Instituto: “Es importante entender que todas las personas somos susceptibles de replicar patrones y comportamientos machistas. Sin embargo, desde el IDMAH nos enfocamos en el trabajo que como varones podemos realizar para desarticular dichos comportamientos”.

Apelar a una recepción masculina requiere del despliegue de cierta metodología. El Instituto busca generar la reflexión y el cuestionamiento a partir de la identificación. Respecto a esto, Nicko agrega: “Hablamos siempre desde la proactividad a accionar e involucrar a la población masculina. Para ello planteamos los contenidos, a partir de ejemplos y situaciones cotidianas en las que nos podamos identificar en la vida diaria, y los mostramos usando un fuerte componente creativo que genera interés y es relevante para nuestra audiencia”.

Espacios como estos son necesarios para intervenir en la reproducción de desigualdades que impactan en mayor medida en las mujeres. La labor del Instituto se basa en reeducar interviniendo en las redes sociales y demás ámbitos, enfocándose en lograr no sólo más inclusión, sino también mayor diversidad, con el objetivo de fomentar la transformación de hábitos y discursos en distintos entornos, como el familiar, el social y el laboral.

Si bien esta experiencia tiene origen en México, los feminismos dan cuenta de que cuando hablamos de violencia de género, referimos a problemáticas que nos interpelan a nivel regional. “De machos a hombres” no es una iniciativa aislada, y a pesar de que hay problemas transversales, el abordaje de las violencias tiene particularidades según el país del que estemos hablando. Aún así, lo que queda claro es que es fundamental el desarrollo de programas, grupos y espacios que promuevan la reflexión en torno a los modos de relacionarse.

No se trata de condenar ni eximir, sino de romper el silencio y generar cada vez más ámbitos en donde se promueva la deconstrucción de discursos y prácticas patriarcales que marcan las relaciones de género, y que tanto daño nos han hecho y aún hacen como sociedad.

* Licenciada en Comunicación Social UNQ